Viejo, relájate.

170 35 10
                                    

—¿Podrías dejar de hacer eso?— Preguntó Tails, desviando su atención de los planos en los que trabajaba para dirigirse hacia Sonic, quien se encontraba sentado cerca y llevaba un buen rato golpeteando el suelo con un pie.

Podía parecer un acto insignificante, pero estaba comenzando a poner ansioso al doble cola.

—Agh, todo ha estado muy tranquilo por aquí.— Mencionó el cobalto acatando la orden del menor —Demasiado tranquilo para mi gusto.

—Relájate, estoy seguro de que Eggman atacará pronto.

Hace un par de días que el Doctor no intentaba nada en contra de la villa, pero seguro era porque trabajaba en algún muy elaborado plan malévolo y atacaría muy pronto... ¿Verdad?

Las orejas de ambos se levantaron al mismo tiempo al oír el llamado de la puerta.

—¡Cuidado, Tails!— Exclamó Sonic levantándose de su sitio para colocarse en una posición defensiva, protegiendo al zorrito con su cuerpo —Podría ser Eggman.

El de colas gemelas rodó los ojos y lo ignoró. Su amigo estaba volviéndose tan paranoico como Sticks.

Se acercó hasta la puerta y la abrió, encontrándose con el cartero.

—¡Buenos días!— Saludó —Entrega especial para...— Su vista se dirigió al paquete para corroborar el nombre del destinatario —Tails, el zorro.

—Ese soy yo.— Habló el ambarino, recibiendo el paquete para posteriormente cerrar la puerta.

Incluso se tomó la molestia de dirigirle una mirada burlona a Sonic, cosa que hizo al erizo cruzarse de brazos y volver a sentarse en su lugar.

Tails se dirigió hasta su mesa de trabajo y abrió el paquete, comenzando a sacar todo lo que este contenía dentro, incluyendo...

El plástico burbuja para embalajes.

—Ten esto, te mantendrá ocupado un rato.— Se acercó hasta Sonic y le entregó la lámina completa, esperando que eso lo tranquilizara y se olvidara de Eggman por un rato.

El vulpino estaba por regresar a su trabajo, pero la rapidez de su amigo era... digamos, “ruidosa”, y en seguida supo que la estaba utilizando.

—¡Eso fue muy divertido!— Exclamó el cobalto, dejando caer el plástico con todas sus burbujas ya reventadas al suelo —¿Ahora qué?

Tails dejó salir un suspiro pesado, definitivamente no podría trabajar tranquilo mientras Sonic se encontrara ahí.

—Muy bien, ven, iremos afuera.— Ordenó para, posteriormente, tomar del brazo al de púas y jalar de él, obligándolo a levantarse y acompañarlo.

Ambos abandonaron el taller y se dirigieron al pueblo.

Era un día realmente precioso afuera. El sol brillaba en lo alto, la brisa era fresca y todo estaba tranquilo. Algunos de los habitantes saludaban alegres al dúo de héroes.

Luego de un rato, llegaron a la orilla del mar, en la playa, no tan lejos de donde vivía el erizo velocista.

—Ah, ya entiendo.— Habló el cobalto —¡Me trajiste aquí para entrenar! Eres un genio Tails, así estaremos más que listos para cuando Eggman ataque.— Dijo con emoción comenzando a dar golpes al aire.

—No, Sonic.— Negó el menor, sentándose sobre la arena —No estamos aquí para entrenar.

El vulpino golpeó el espacio vacío a su lado para que el contrario se sentara. Sonic lo hizo, un poco extrañado.

—¿Entonces...?

—Te traje aquí para que te relajes.

—¿De qué hablas? Estoy relajado.

—¡Cuidado atrás, Sonic!— Tails exclamó de pronto, apuntando algo detrás del erizo con los ojos muy abiertos —¡Eggman!

—¡¿Dónde?!— El de bufanda se paró de un salto y dio una vuelta alrededor de toda la isla con su velocidad súper sónica.

Regresó un par de segundos después, con los puños a los costados de su cuerpo y observando ansiosamente en todas direcciones.

No había nadie.

—Sí, súper relajado.— Se burló el menor.

—No vuelvas a hacer eso.

—Solo relájate, Sonic.— Pidió, tomándolo del brazo y obligándolo a sentarse de nuevo.

—No puedo hacer eso. Es mi deber como héroe de esta villa estar siempre alerta- — Fue interrumpido por un dedo de Tails cubriendo su boca.

—Shh. Relájate.

—Agh... Bien.— Gruñó.

Sonic se cruzó de brazos y lo intentó, solo porque su mejor amigo se lo pedía.

Después de todo, le debía las muchas veces que lo sacó a fuerzas de su propio taller para lo mismo; relajarse y pasar el rato juntos... ¿Cuándo había sido la última vez que pasó tiempo con Tails? Pensó.

Su vista entonces se dirigió hasta el ámbar y se dió cuenta de que este lo estaba observando, sin embargo, apartó la mirada de inmediato en cuanto sus miradas se cruzaron y fingió ver hacia otro lado.

Sin embargo, sus colas moviéndose lo delataron. El azulado rió sonoramente en respuesta.

El momento se vería interrumpido por Amy, quien trataba de comunicarse con Sonic a través del comunicador.

—Lo siento Ames.— El erizo colgó la llamada y rodeó con el brazo al más bajo —Es mi día libre.

— El erizo colgó la llamada y rodeó con el brazo al más bajo —Es mi día libre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola, hola! ✨

¿Qué onda, gente? Estoy de vuelta. 😼

Soy un desastreee, esta cosa cumplió un año ya y apenas lo actualizo. 😭

Pido perdón bdkwjsk.
En mi defensa, les advertí que era lenta con las actualizaciones. 🐢

Nos vemos en la próxima actu, bye. <3

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fleeting MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora