Draugune: Amistad Del Pasado.

capitulo 5: Aprendiendo a convivir.

Rembrandt se quedó fascinado cuando entraron a la casa, en el interior había algunas decoraciones al estilo japonés, como algunas plantas, cuadros, etc. Teniendo una combinación de ambos estilos culturales.

—¡Oh, cielos! Sr. Townshend, es la primera vez que veo el interior de la casa —expresó la Sra. Hartzler al admirar el lugar.

—Fue idea de mi esposa y mía —dijo Michael con orgullo mientras abraza a Natsumi—. Debe saber que al ir a estudiar a Japón aprendí las costumbres y tradiciones gracias a ella y su familia.

—A decir verdad, los dos se ven muy felices juntos —dijo la mamá de Ruth— además, tienen un hijo adorable, y pronto vas a tener otro.

—Etto… —Ryujii se sintió muy apenado, sus mejillas se sonrojaron al entender aquel comentario.

—Que lindo se ve Ryujii —dijo Ruth al verlo sonrojado, a lo que su mamá la regañó un poco en voz baja—. Perdón, mamá.

Rem sonrió al ver a Ryujii esconderse de nuevo detrás de su padre—Eh… —se acercó aclarando su voz— Señor Townshend, quisiera saber si… si Ryujii va a estudiar en una escuela.

—¡Ah! Me quitaste las palabras de la boca, pequeño Rem. —Acarició los cabellos manchados de blanco del menos—. De eso quería hablarle, señora Hartzler, sobre los requisitos para que Ryujii entre a una escuela.

—Mmm… No lo sé… Tengo miedo de que algo malo le pase —dijo Natsumi con preocupación.

—Podemos hablarlo en otro lugar, si quieres. Mientras… —La señora Hartzler volteó a ver a los niños—… ellos puedes jugar en la sala, ¿Te parece bien, Ruth?

—Claro mamá, espero llevarnos bien, ¿No es así, Rem? —El mencionado se había quedado pensativo al sentir afecto paternal— ¿Rem?

—¿¡Ah!? —Despertó de golpe—. Lo siento…. Y si, vamos a la sala a jugar. Prometo… No romper…

—Okey, ya entendí —Michael recordó que Rem se ponía nervioso, como cuando se vieron por primera vez. Luego sacó a su hijo de su escondite —No temas, pequeño ángel. Ellos quieren conocerte, no te harán daño —Habló dándole confianza a su hijo, a lo que el pequeño mestizo afirmó con la cabeza relajando sus nervios.

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Mientras que los adultos se pusieron a hablar en el comedor de la casa, los niños fueron a sentarse en el sofá de la sala. Al principio Ryujii miraba a su alrededor, esperando que no haya algún invitado inesperado.

—¿Estás bien, Ryujii? —preguntó Ruth al notarlo nervioso.

—¿Ah? —Reaccionó sobresaltado— Etto… Es que…

«Pobre niño, me recuerda a mi cuando…» Pensó Rem al ver al mestizo, sintió que ese niño había sufrido mucho, así que decide dejar de lado sus nervios para hablar.
—Ryujii, si tienes algún problema puedes hablarlo con Ruth y conmigo. —Puso sus manos sobre los hombros de Ryujii—. Si es así, cuéntanos…

Ryujii sintió desde su interior un alivio, como si la voz de Rem lo calmara.

Ruth se asombró al ver a su amigo hablar de esa forma, porque cuando lo conoció por primera vez tartamudeaba mucho.

—Bueno —comenzó a hablar Ryujii—, hace tiempo, antes de venir a vivir a este lugar… Yo no… No tenía amigos —expresó con tristeza mientras bajaba su mirada y jugaba con sus dedos.

—¿Y eso? —preguntó Rem ladeando su cabeza viendo a Ryujii— ¿Por qué?

—Vengan los dos, vamos a conversar, por favor… —pidió Ruth.
—Ya que estamos aquí los tres, puedes contarnos tu historia, Ryujii…. Nos quedamos con que no tenías amigos.
—Ajá —afirma el mestizo con la cabeza—, es que los otros niños tienen miedo de mi por algo extraño que me pasa.
—¿Qué dices? —Exclamó Rem al escucharlo, quería pedirle los detalles de qué le pasaba, pero Ruth puso una mano en el hombro de él indicándole con la mirada que no hay que presionarlo —Lo siento…