The Walking Dead - One Shots

26. Kelly VII B

LA PARTE NUEVA ESTÁ DESPUÉS DE DONDE PONE PARTE NUEVA.

- ¿Le pediste a un desconocido que te enseñara a besar bien por mí? Vaya, no sé si sentirme molesto o alagado.

- Lo siento.

- No te voy a decir que no me afecta porque llevo enamorado de ti desde que te conocí. Pero ________, no somos novios, así que no hiciste nada malo.

Le sonreí y le di un apretón a su mano que estaba unida a la mía. - Aún hay más. - Suspiré. - Antes de venir para acá me encontré con su hermana.

- ¿La chica sorda? - Interrumpió.

Asentí. - Y me preguntó si su hermana Kelly y yo habíamos dejado de ser amigas.

- No entiendo, ¿son tres hermanos? - Negué y Henry abrió los ojos con sorpresa al comprenderlo. - Noooo... ¿Kay en realidad es Kelly?

- Sí, se ha estado riendo de mí todo este tiempo.

- No lo puedo creer. ¿Pero no te diste cuenta cuando estabais... ya sabes?

Enrojecí. - Eso no es de tu incumbencia. Pero obviamente no pasó tanto entre nosotras como para que me pudiera dar cuenta de que era mujer.

Él puso las manos en alto y rio. - ¿Y qué vas a hacer con ella?

- Pues ignorarle, ¿qué si no?

- La podrías enfrentar y decirle que ya lo sabes.

- ¿Para qué? ¿Para que se vuelva a reír? No, gracias.

Henry suspiró y me abrazó por el costado. - ¿Hacemos maratón de Harry Potter?

***

Henry me había convencido de que jamás lograría avanzar si no enfrentaba a Kelly. Así que cuando en la distancia vi que saltaba la muralla no dudé en seguirla.

Con cautela avancé detrás de ella hasta un claro que había no muy lejos de la comunidad.

- Sé lo que eres. - Hablé lo suficientemente alto como para que me oyera.

Kelly paró de andar y se giró en mi dirección. - Dilo, en voz alta. ¡Dilo! - Respondió después de estar mirándome unos segundos.

- Una mujer.

- ¿Y eso te asusta?

- No.

Ella avanzó hasta mí y aparté mi mano impidiendo que la agarrara. Cuando me miró confundida por el rechazo negué con incredulidad. - Me da igual que seas mujer. Lo que realmente me duele es que me lo hayas estado ocultando tanto tiempo y hayas preferido seguir con la mentira y dejarme antes que decírmelo.

- No sabía cómo reaccionarías al saber la verdad. Tú asumiste que era un hombre y yo simplemente pensé que sería más fácil no corrigiéndote.

- ¿El qué?

Ella apartó su vista de la mía. - Liarme contigo. - Levanté las cejas. - Oh, vamos ________. ¿Me hubieras aceptado alguna vez las clases de besos si hubieras sabido que era una chica? - Abrí la boca para responder pero no sabía qué decir. - ¿Ves?, ahí está la respuesta. - Contestó tras mi silencio.

- Tú no lo sabes.

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PARTE NUEVA
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Suspiró. - ¿Hubiera cambiado algo si te lo hubiera dicho?

- ¿Importa? Lo que pasó, pasó, entre tú y yo.

- ¿Y ahora que lo sabes? ¿Cambia algo?

- Kelly... Esas noches contigo las pasé bien... - Vi cómo sonreía. - Pero ya es tarde.

- ________. Admito que hice mal al elegir dejarte a que te enteraras de mi verdadero género. Pero te quiero. Desde que te vi me gustaste, hasta mi hermana se reía porque parecía una acosadora al estar siempre mirándote. - Rio en voz baja. - Así que cuando viniste a pedirme consejo no pude evitar querer aprovechar la oportunidad de besar los labios de la chica más preciosa y que más de quicio me sacaba de lo que queda de mundo. Y antes de que me pudiera dar cuenta ya me tenías envuelta al rededor de tu dedo.

- Y tú fallaste.

- ¿Pero ya es tarde? Porque podemos hacer que todo vuelva a empezar, que todo vuelva a girar, que todo venga de cero.

- ¿De cero?

- De cero. - Asintió. - Sé que ya no estamos juntas y que otro hombre te gardea. - Agarró mi mano y entrelazó nuestros dedos. - Aún así te pido por favor una última oportunidad. Sin ocultar nada y sin Harry. Solo ________ y Kelly. - Dudé. - ¿Por favor? - Suplicó poniendo ojitos lindos.

Suspiré. No sé a quién quería engañar si desde que la había visto la había perdonado. - Está bien, supongo que lo podemos intentar.

Ella sonrió y no tardó en abrazarme. - Te quiero.

Intentó besarme pero la frené. - Yo no beso hasta la tercera cita.

Alzó una ceja. - ¿Es en serio?

- Sí, primero me tienes que conquistar.

Ella rio y negó con gracia. - Habrá que empezar lo antes posible entonces.

De la mano fuimos hasta su casa.

- ¿Sabes? Ya me había acostumbrado a Kay, se me hace raro llamarte Kelly.

- Bueno, siempre me puedes llamar "amor de mi vida".