Capítulo 4

202 17 0
                                    

Paulina, Rose y Amanda estaban bailando con unos nuevos "amigos" que acababan de hacer, y mientras yo estaba sentada en la barra bebiendo y riéndome de ellas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Paulina, Rose y Amanda estaban bailando con unos nuevos "amigos" que acababan de hacer, y mientras yo estaba sentada en la barra bebiendo y riéndome de ellas. No me apetecía bailar, ni siquiera ponerme de pie, básicamente no tenía ganas de vivir esta noche, no por lo del chico ese ni nada, sino porque no me sentía bien, estaba ya harta de estar aquí.

Me di la vuelta para poner la cara sobre mi mano, tenía el brazo apoyado en la barra mientras yo le daba vueltas a mi bebida con la pajita la cual tenía la parte de arriba ya rosa.

Tan solo llevaba 2 copas contando esta y no pensaba tomarme ninguna más, no tenía ganas de emborracharme porque luego la resaca es mucho peor que el aburrimiento, por lo que preferí quedarme en mi sitio con la esperanza de que en unos minutos viniera alguna de mis amigas para decirme que se querían ir, y así yo poder dormir de una vez, se me estaba haciendo el día demasiado largo, y mañana sería mucho peor, no necesitaba una bola mágica para saberlo, con el simple hecho de que mañana es lunes y tengo un montón de trabajos y proyectos pendientes por entregar me basta para confirmarlo.

- Oye mami...¿podría saber tu nombre?

Una voz masculina pronunció aquellas palabras a pocos metros de mí, y yo con pereza y curiosidad volví a mi correcta compostura para girar la cabeza y encontrarme con la persona que me estaba hablando, y lo que vi me sorprendió bastante.

Solté una risita al ver quién era, y por casualidad o por lo que fuese, si que cumplió su promesa de encontrarme.

- Nicole. - dije con una sonrisita.

- Encantado Nicole, yo soy Benito. - dijo devolviéndome la sonrisa. - Espero que no te moleste que te haya hablado, es que te vi aquí con cara de aburrida, y como yo estaba allí -dijo señalando el reservado- igual de aburrido pensé en venir a hacerte compañía.

- Hm, no, tranquilo, es que mis amigas están allí bailando con unos chicos y yo no tenía ganas, así que me senté aquí.- hablé señalando el grupo de chicas que bailaban como si estuvieran medio drogadas.

Él se rió un poco al igual que yo.

- No creo que puedas estar mucho tiempo aquí sin que te dejen tranquilo...- dije señalando disimuladamente a una chica que gritaba su nombre artístico por detrás.

Benito se giró con el ceño fruncido a modo de confusión, y la chica en cuestión de segundos se lanzó a él para darle un abrazo en el que seguramente lo dejaría sin aire.

Se hicieron una foto y poco más, y antes de que alguien más se pudiera acercar, volvió a hablarme.

- Oye, ¿te importa si mejor subimos?, hay demasiada gente aquí.

Tampoco me iba a negar, no estaba haciendo nada interesante, y supongo que charlar un poco no me vendría mal.

Pasamos entre la gente llegando a unas escaleras en las que después había un cordón y al lado un hombre de seguridad, pero al ver a mi acompañante nos dejó pasar sin problema alguno.

The airport - Benito Martinez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora