𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐑𝐄𝐀𝐊 | ᴇᴅᴅɪᴇ&ᴄʜʀɪssʏ

5

Eddie continuó sorprendido durante la siguiente media hora. Los besos con Chrissy en el lugar se prolongaron unos quince minutos aproximadamente. Pará él fueron los mejores besos del universo, y estos fueron tiernos, nada comparado a algo que pudo experimentar antes, ni siquiera podía describirlos. Era impresionante como el rubor en sus mejillas seguía presente a pesar de estar de regreso en la casa. Chrissy vino con él. Era bueno que su tío trabajará hasta tarde.

Eddie trataba de mantener el cuarto ordenado cada vez que Chrissy venía, en ese momento la chica estaba sentada de piernas cruzadas con la guitarra de Eddie en sus manos. El ir seguido le permitía aprender más rápido, en esa ocasión, le estaba mostrando al muchacho una pequeña melodía que generó en el momento con el conocimiento previo de los acordes. Eddie miraba con una sonrisa a la chica. Sólo ella tenía permitido tocar su guitarra. Su progreso lo ponía orgulloso, además de que se veía muy linda estando concentrada.

—Has progresado bastante — habló Eddie, él estaba sentado a su lado.

—¿Tú crees?

—Sin duda, Chrissy. Si sigues así perfectamente en un tiempo podrías ser una buena guitarrista.

Ella negó con una sonrisa.

—No creo que sirva para esas cosas...

—Mmm no lo sabes.

Chrissy dejó la guitarra a un lado y se le quedó viendo de brazos cruzados. Eddie también se cruzó de brazos y sonrió.

—¿Qué pasa?

—Creo que fue bastante loco lo qué pasó hace un rato, ¿no?

Eddie ladeó la cabeza a un lado.

— Un poco... un poco. No creí que fueras a besarme, ¿significa que sientes algo por mi además de amistad?

La chica sintió como las mejillas empezaban a calentarse.

—No estoy segura — era verdad, no era capaz de comprender en totalidad aquellos sentimientos —. Hoy tuve como un ...¿deseo? Era como si algo en mi me impulsara a hacerlo. Supongo que no pude contenerlo. Pero, yo tampoco esperaba que fueras a besarme de nuevo. Fue lindo, Eddie, realmente lo fue, besas... besas bien.

—¿Y qué hay de ti? Me agarraste de la mano y me estuviste besando por un bueeeen rato, Chrissy Cunningham.

Le daba vergüenza hacer lo que haría. No obstante, tragó saliva y con su mano derecha acarició la mejilla de la chica.

—Justo hoy pensaba —comenzó Eddie —, mientras escribía la carta, estuve un buen rato porque quería, ya sabes, no soy bueno escribiendo y me costó y pensé "no me estoy declarando o algo así, no puede ser tan difícil" y...

Se dio cuenta que estaba entreverándose con sus propias palabras, es más, se quedó con la boca abierta sin saber como continuar.

—¿Qué estoy diciendo? — se rio de sí mismo luego de un momento —. Dios, soy tan estúpido, ni siquiera sé lo que digo.

—No, no lo eres — dijo ella posando su mano en la de Eddie que continuaba en su mejilla, no la retiró de ahí —. Eddie, ¿tú estas sintiendo cosas por mi? No tengas miedo de decirlo.

—Creo. Estamos en la misma situación.

Chrissy mostró una sonrisa.

—Si que eres preciosa, Chrissy — expresó el muchacho sin dejar de mirarla.