Cazadores cazados

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Ellos después de escucharme decir esto se miraron entre ellos antes de inclinar la cabeza en mi dirección.

Te ayudaremos— asentí.

Puse a unos centinelas a vigilar desde la copa de los árboles, en cuanto los cazadores se acercarán ellos imitarían el sonido de algunos animales.

Tienes el espíritu de un Alfa— mire a Leander.

— No lo creo, solo soy una buena Delta que tuvo un excelente modelo a seguir— me había transformado en humana para qué pudieran atarme de manos y pies, aun que obviamente estas no estaban bien atadas solo era para hacerlo ver mas real, se supone que las sogas estaban bañadas en acónito para evitar que me transforme pero solo es agua.

En cuando esto termine recuérdame nombrarte mi Delta— lo mire sin entender.

— Tu ya tienes un Delta, uno al que según Warren no ven mucho y solo se reporta cada cierto tiempo pero a fin de cuentas es tu Delta—

Un Delta que yo no elegí, en el que no confío del todo y que no hace bien su trabajo como seguramente ya te diste cuenta—

— ¿A que te refieres con que tu no lo elegiste?— él se acuesta a mi lado.

Desde niño mis padres eligieron quien sería mi segundo y tercero al mando, mi hermano sería el segundo al mando y el hijo de la hermana humana de mi madre sería mi tercero, la hermana humana era hija adoptiva de mis abuelos, un lobo de otra manada la violo y quedo embarazada, mi tía se suicido después de dar a luz, solo quiso vivir para dar a luz, mi primo por decirlo de alguna manera creció en lo más lejano de la manada, nunca lo vimos ni convivimos con él ni siquiera en el funeral de mis padres, mi nana nos contó de él ya que nos habíamos transformado y estábamos por asumir el liderazgo de la manada, pero cada vez que hay una pelea mágicamente desaparece, luego descubrí que se oculta en un refugio que construyó bajo su casa, es un cobarde y no disciplina a los cachorros, ellos lo ven como alguien de quien reírse pero no podía quitarlo del puesto hasta que llegara alguien mejor—

Te recuerdo que yo no soy un muy buen ejemplo a seguir, no obedezco y me gusta romper las reglas—

Si es cierto pero eres mucho mejor para el puesto de Delta que mi primo, ya hablaremos de esto después— asentí, podría tener ambas cosas, a Warren mi amado mate y un puesto de Delta, pero no voy a hacerme muchas ilusiones solo es una posibilidad y antes le preguntaré a su primo de ellos si quiere renunciar al puesto.

Y en caso de que no quiera renunciar al puesto, rechazaré la oferta de Leander, escucho como los centinelas empiezan a hacer sonidos como de búhos, aun que no les sale muy bien solo es perceptible para nosotros que tenemos escuchamos hasta los mínimos sonidos.

Bajan de los árboles para reunirse con nosotros, todos se transforman solo el Beta se queda en su forma humana para poder comunicarse con los cazadores, no nos dijeron sus nombres y tampoco queremos saberlos, solo es por esta vez que trabajaremos juntos.

Los cazadores ya estaban mas cerca, podía olerlos, no eran muchos, pero eran astutos y sabían nuestras debilidades, pronto estuvieron frente a nosotros, el Beta me tomo con brusquedad para hacerlo más real, avanzó hasta quedar enfrente con varios lobos a su lado, me gruñían y me arañaban para que mi ropa se manchara de sangre, eran solo rasguños superficiales.

— Soy Franco líder de los cazadores del sur, ella es mi esposa y madre de mis hijos, Dulce— ver a mi madre era como verme en el espejo solo que mas anciana jajaja ok no pero si me parecía bastante a ella.

En cuanto me vió pude percibir el olor de lagrimas en ella, intento acercarse a mi pero varios lobos le gruñeron en advertencia.

— Si fuera usted señora no volvería a intentar eso, ella es nuestro seguro de vida y la mantendré conmigo y si no quiere que le haga daño a su pequeña hijita se alejara ahora— mi madre me miro y retrocedió, dos chicos de mas o menos 16 y 15 años la tomaron de las manos antes de dirigir sus miradas a mi.

Me analizaron así como yo estaba haciendo con ellos, después miraron a su al rededor estaban pensando alguna estrategia, eran tan obvios.

— ¿Que quieres a cambio de dejar ir a la hija de mi esposa?— hablo el tal Franco.

— Quiero que dejen de cazarnos, nosotros no tenemos una manada que nos proteja, no tenemos ni casas, literalmente vivimos como animales para sobrevivir—

— Esta bien, no los cazaremos mas— me reí de las palabras que dijo la que me trajo al mundo.

— No se por que pero eso se escuchó tan falso— mi madre y mis medios hermanos dirigieron sus miradas a mi, me quite las sogas, me puse de pie y tome mi pistola para apuntarle a Franco —Realmente tus palabras son tan falsas como tu madre— dispare antes de que pudieran hacer algo, Franco cayo al piso con agujeros en la frente, que buena puntería me cargo para dar siempre en la cabeza.

El grito desgarrador de mi madre inició la pelea, mis medios hermanos y otros cazadores la rodearon para que ella pudiera llorarle al cadáver de su esposo, mate a varios cazadores a balazos, guardaría mis energías para la mujer que me concibió.

Asesino a varios cazadores en mi forma humana sin ningún problema, Leander esta a mi lado por si necesito ayuda y yo también lo ayudo cuando entre varios cazadores intentan subir a su lomo, a algunos les disparo y otros les corto la garganta con mis garras.

— Tu hija de puta— miro a la mujer frente a mi, su delineado esta corrido y el rastro de las lagrimas en sus mejillas es evidente.

— Claramente lo soy, tu me pariste recuerdas— me burlo, le rompo el cuello al cazador con el que estaba peleando, ella vine hacia mi, salto y me transformo, le gruño, mis medios hermanos la flanquean.

Acabemos con sus bastardos primero, sufrirá mucho mas— Katherine tenía razón, me lance sobre el menor, este intento detenerme pero mi fuerza es mayor a la suya, le arranco la cabeza con mis colmillos manchando mi pelaje blanco con su sangre.

Dulce vuelve a gritar, saca un látigo con punta de plata y lo lanza en mi dirección me da en el lomo, rujo de dolor, quiere jugar pues bien juguemos, me transformo en humana y rápidamente me muevo hasta tomar desprevenido al otro chico, le entierro las garras en los brazos y lo arañó arrancándole un grito desgarrador.

— Deja a mi hijo en paz maldito monstruo, yo quería ayudarte pero definitivamente nunca me espere esto— sonreí, desarme por completo al chico.

— Tu asesinaste a la mujer que fue una verdadera madre para mi, asesinaste a quien mas quería en este mundo, a quien sin importar que no fuera su sangre me cuido cuando tú decidiste abandonarme y ha llegado el momento de saldar tu deuda viendo morir a los que amas para después morir tu— mire a Leander —Él es todo tuyo venga a los lobeznos de tu manada— empuje al chico en su dirección, Dulce quiso intervenir pero yo le bloqueé el paso.

— Hice bien en abandonarte, yo no amaba a tu padre y sin embargo aprovecho que una vez estando ebria quise tener relaciones con él, me dejó embarazada pero yo ingenuamente guarde la esperanza de que nacieras humana como yo, había una mínima posibilidad pero me aferré a eso, ahora veo que debí concluir con mi embarazo cuando aún podía— no lo pensé me lance sobre ella transformándome en el proceso, ella me enterró una cuchilla de plata en el costado izquierdo.

Estaba mejor entrenada que sus hijos pero yo estaba mas motivada a acabar con su vida, le enterré las garras en el pecho, la vi ahogarse en su propia sangre, los pocos cazadores que quedaban aun vivos rogaron por sus vidas y las de su familia, no los dejamos ir y nos encargamos de quemar la aldea para que ningún cazador escapara para tomar venganza.

Mates opuestos Where stories live. Discover now