Capítulo 13: Una secretaria muy competente

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Pov: Katherine

Ya habían pasado tres días desde la profunda charla que tuve con mi jefe, y la verdad estos tres días después de que le dijera que pensaba igual que él en cuanto a que lo del beso había sido un error. Todo había estado muy raro. 

El martes había ido a trabajar como todas las mañanas, pero al ver que no me había llamado como siempre, fui yo la que me presente allí. Cuando llegue a la oficina y le pregunte me dijo que se le había olvidado, muy impropio de él la verdad, ya que siempre esta dando ordenes al llegar. Después de haberle comentado los nuevos diseños de la revista de la empresa y los contenidos próximos que habría a lo largo de la semana como, nuevas entrevistas a famosos o hasta algún cotilleo de la prensa, yo seguía notándolo raro, como triste.

El miércoles fue casi lo mismo, solo que esta vez lo pillé mirándome totalmente embobado hacia mi. Después de haber salido de ahí fui corriendo al baño, que teníamos en la planta de los jefes, y me aseguré de si me había salido algo en la cara porque el muy cabrón era capaz de estarse burlando de mi y yo sin darme cuenta. Pero no, no tenía nada, mi maquillaje estaba totalmente perfecto, ¿Pero, entonces que mosca le ha picado a este loco?

Esa pregunta seguía sonando en mi mente desde hace días, incluso ahora que me estaba bajando de la parada del tren para ir al trabajo. Hoy me había retrasado un poco más en hacer todo en general, ya que no paraba de pensar en que le podría estar pasando a mi jefe. 

Al llegar a las puertas de la entrada de la empresa, salude a los dos empleados de seguridad que había, Marck y Robert. Me había comenzado a hablar con ellos después de mi "pequeño accidente" el cual me había sucedido el martes al llegar. Con solo acordarme ya me duele. Pues veréis, iba yo tan feliz y guapa como todas las mañanas a aguantar al jodido perro rottweiler, el cual como no, es mi jefe. Y ese día era un día de tormenta en Londres así que había cogido un paraguas de mi casa.  Al bajarme del tren esa mañana había abierto el paraguas pero con la poca fuerza que tengo no podía sujetarlo, se me movía de un lado para otro, bueno y eso de que tengo poca fuerza aún está por ver porque tremendos ostiones le pego a mi jefe. Pero bueno, sigamos con la historia. Cuando estaba a tres pasos de la empresa, el puñetero paragüitas de los cojones se me abrió para arriba, aún estoy pensándome en ir a reclamarle al chino que me lo vendió. Y entonces intente ponerlo para abajo, pero no había manera, se me trababa y mientras caminaba y me empapaba, iba mirando como bajar el jodido enganche del paraguas hasta que mi pie tropezó con uno de los escalones que hay en la entrada de fuera del edificio. Y...

- ¡¡¡AHHHHH!!!- ahí me encontraba yo gritando como una loca después de haberme tropezado con el escalón y haberme caído de narices, y ni siquiera me dio tiempo a apoyar las manos y ya me encontraba muerta en el suelo, con semejante ostia que me había querido pegar la vida esa mañana.

Y eso no es todo, mira si había gritado, que cuando los dos amables guardias de seguridad me ayudaron a levantarme me fije en que todo el mundo me miraba como si estuviera loca. ¡¡En serio!! la culpa toda la tiene el puto chino de los cojones por haberme vendido un paraguas de mierda. Pero... que se vaya preparando porque voy a ir con el paraguas, que no lo tiré aún, lo tengo en casa, y voy a pegarle semejante ostión en los huevos que le voy a quitar las tonterías de golpe.

Así que como decía, después de contar mi ostión mañanero del martes, al llegar a la entrada salude a los chicos.

- ¡Buenos días chicos!

- ¡Buenos días, kat!- me dicen los dos sonrientes.

- Hoy te veo bastante mejor que el otro día... ¿Qué tal te encuentras?- me dice Robert, un hombre de unos 50 años y calvo, sí calvo tiene una bola de billar en la cabeza, yo no soy mala, no tengo nada en contra de los calvos pero las características de las personas hay que darlas y la principal de este es que está tan clavo como el don limpio.

El destino que nos une [+18]Where stories live. Discover now