Capítulo 1: Introducción

64 3 2
                                    

El último día de clases, un día que para muchos significa llorar sin parar durante toda la última hora, y quién sabe cuanto tiempo más. Pero yo no, yo me paso el día riéndome y pasándomelo bien, por que se supone que el verano es para pasárselo bien, así que lo recibo con toda la alegría posible. 

23 de junio de 2022. El último día de clases.

Esa mañana me levanté rápidamente, estaba emocionada. En mi clase habíamos quedado todos en que iríamos elegantes ese día, para sorprender a los profesores. Se supone que esas cosas las hacen los cuarto de la ESO, para despedirse de la educación obligatoria. En nuestro caso aún estábamos en tercero así que ese no fue nuestro último año, aunque al final todos accedimos a vestirnos formales para ese día. 

Así que me dirigí al armario para agarrar un vestido roja, sandalias de plataforma y una rebeca negra. Era algo sencillo pero formal como habíamos acordado. Hice un par de cosas más antes de salir de casa, y luego caminé hasta llegar al instituto. La plataforma de mis sandalias provocó que me cayera un par de veces, por que no estoy acostumbrada a zapatos altos, peor aún así no rendí y seguí hacia delante. Las primeras 4 horas del día, se limitaron a hacer camas con las mesas, comer, bailar y hacer el subnormal un rato, no fue aburrido pero no hubo lo que se hace llamar chisme hasta los últimos minutos de la 5 hora. A principio de ella no hicimos muchas cosas más que fueran interesantes, nos cambiamos de clases para hablar con nuestros amigos y luego se pusieron a perseguir al profesor de educación física por todo el instituto. Según la mayoría de las chicas, es muy guapo y está bueno, pero sinceramente opino lo contrario a ellas, además es varios años mayor que nosotros y eso es turbio, la pedofilia es mala. Después de eso nos pasamos unos 20 minutos recogiendo, colocando las mesas y barriendo el desastre, ya que luego a última hora nos llevarían a hacer una  fiesta improvisada en el patio. Por suerte terminamos unos cuantos minutos antes de que el timbre sonara, por lo que nos quedamos hablando como haría cualquier persona normal en lo que espera, peor mi clase es de todo menos normal. Así que se les ocurrió la brillante idea de ponerse  a ofrecer dinero sí besaban a x persona. Por lo que los últimos minutos fueron aguantar a varias personas besándose como sí la profesora de inglés no estuviera enfrente nuestro.

Al fin tocó el timbre y pudimos salir pitando de allí con dirección al patio para disfrutar de la fiesta de despedida del curso. 

_ ¡Alice!_ La voz de mi mejor amiga reclamándome me hizo sacar una sonrisa y correr hacia ella para abrazarla.

_ ¡Daila !_ Grité yo también. Daila y yo éramos mejores amigas desde sexto de primaria, peor desde que entramos a la secundaria nunca nos ha tocado en la misma clase, así que solo nos vemos en las salidas, entradas y recreos.

La fiesta había comenzado, la música retumbaba por todo el recreo sobretodo por la parte techada, los de 4 habían colocado varias mesas con comida para disfrutar. Todos se lo estaban pasando bien, así que supongo que estaba saliendo a la perfección.

No me gusta la música alta y Daila odia las aglomeraciones, por lo que fuimos al fondo del patio, donde no había mucha gente y la música no se escuchaba tan alta. Nos acompañaron un par más de amigas, Eida y Cristal. Eida en realidad es una año mayor de nosotras, pero aún así nos llevamos genial con ella, Cristal al contrario estaba en mi clase, y es muy maja. 

Todo iba relativamente normal, hasta que Cristal tiró de mi brazo, para apartarme de las demás, dijo que quería hablar conmigo a solas. Yo soy de las que nunca se entera de nada y sí alguien me dice algo como eso, es extraño y me intriga bastante, aunque también hace que me ponga nerviosa, y en ocasiones también puede provocarme hasta algo de miedo. En este caso es Cristal la que quiere hablar conmigo y eso significa que o algo malo le pasa o ya tiene algún amorío extraño, ella a diferencia de mí, siempre hay alguien de quien está enamorada, y usualmente tiene pareja, aunque eso a veces también supone problemas, y eso es lo que me causa miedo en esta situación.

_ ¿ Le has preguntado ya? _ Su voz sonaba nerviosa e inquieta por saber mi respuesta. Tardé unos pocos segundos en pillar a lo que ella se estaba refiriendo. Hace unos pocos días, me había dicho que le gustaba Daila, lo que me incomodaba un poco, demasiado de hecho, pero no podía hacer nada. Obviamente no le había preguntad nada, yo no soy ninguna lechuza para andar con este tipo de tonterías. Cristal andaba muy metida en ese tema, Daila me había comentado hace unas semanas que le gustaba alguien, pero nunca me dijo quién, Cristal tenía metido en la cabeza que tenía muchas posibilidades de gustarle pero no opino lo mismo.+

_ Sí, ella dijo que no me diría quién era _ Técnicamente no estaba mintiendo del todo, Dai me había asegurado que no iba a decir quién era.

_ Bueno..._ Sé que estaba algo decepcionada, pero también contenta por que al fin y al cabo aún podía seguir con sus pensamientos e ilusiones, aún sin romperse.

Salí corriendo hacia donde estaban las otras dos, para ignorar esto un poco y disfrutar de lo que quedaba de hora. 

Tras unos cuantos minutos hablando y sacándonos fotos, aunque técnicamente esté prohibido sacar los móviles, decidimos acercarnos un poco a donde estaba la música y la comida por dos razones. La primera queríamos robarnos una tortilla, y la segunda pasárnoslo bien aunque perdamos lo poco de dignidad que nos quede. Así que así es como acabamos intentando bailar un poco mientras nos comíamos lo poco de tortilla que quedaba en el envase y luego cuando ya nos habíamos comido hasta el último trozo lanzar el plástico por ahí, para ver sí con suerte le caía en la cabeza a algún subnormal de clase, pero creo que no salió muy bien. Tras eso nos pusimos a intentar bailar a ritmo de la música, aunque para mí hay sido imposible, entre que no sé bailar y la música que ponían era puro reggeton, vamos mal. 

Ya se iba a acabar la hora y todos saldríamos de allí corriendo. Las lágrimas reinaban en el rostro de la mayoría, y los abrazos de despedida y consolación, se podían ver por casi todos los rincones, creo que ese día abracé a más gente que nunca y mira que yo suelo abrazar a mucha gente.  Eida volvió a tirar de mi brazo, volviéndome a separar del grupo, al parecer ser la callada como una tumba en cuanto a los secretos no es tan bueno como parece. Aunque a Eida, la había conocido el día anterior pero al parecer ya me tenía suficiente confianza como para contarme esas cosas.

_ Me gusta Cristal _ Eso no me lo esperaba, ella también la conocía de tan solo hace 24 horas, y era extraño, que algo así pudiera estar sucediendo pero la juventud de hoy en día es extraña.

_ Pero..._ Intenté hacer algo , por que sabía que eso no iba a salir bien, pero ella no me dejó continuar.

_ Tú no preguntes nada, no digas nada ni hagas nada, ¿Está bien? _ Asentí para volver con las demás y disfrutar de los pocos minutos que nos quedaban.

Bailamos, comimos y nos lo pasamos bien y entonces tan solo a 2 minutos de que es timbre sonara, un olor a perfume invadió mi nariz. Pero no era un olor familiar, no era el de uno de mis amigas, pero aún así era agradable. Supuse que era alguien que estaba detrás mío, pero esa supoción se desvaneció cuando un calor invadió la parte de atrás de mi cuerpo. Me estaba dando un abrazo, o algo así. Me dí la vuelta y solo alcancé a ver  un par de ojos grises, clavados en los míos. Y en ese momento el timbre sonó y todos salimos disparados hacía la puerta, aunque yo quería saber quién era, y por qué hacía eso, pero Daila tiró de mi brazo  sacándome de allí un poco a la fuerza, dejándome con mil preguntas en la cabeza.


Un verano a tu lado.Where stories live. Discover now