Capítulo 2:

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No paso nada realmente interesante en el resto del día, solo puros mensajes cursis en el grupo de clase, algunos me daban ganas de vomitar y otros de estampar el móvil contra la pared, esta última es por todas las faltas de ortografía que tenían.

24 de junio de 2022.

Mi madre me levantó, amablemente para que fuera a desayunar. Al principio estaba algo confusa, era verano no necesitaba levantarme temprano, pero luego recordé que ese día me entregarían mis notas y yo quería acompañar a  mi madre para recogerlas, me hacía ilusión, además no podía esperar más por verlas, sobretodo la de lengua, el profesor me había dicho que estaba pensando sí ponerme un 9 o un 10, y yo moría por mi 10 en esa asignatura. Me vestí rápidamente con ropa de deporte, por que por la tarde tenía que ir a entrenar y me daba bastante pereza cambiarme luego, así que me ahorré tiempo. Agarré mi móvil y salimos. Después de unos minutos, llegamos a la puerta del recinto, allí había varias de las personas que conocía, que obviamente saludé y les deseé un feliz verano, y aparte suerte en sus notas.

Entramos, la secretaria nos recibió amablemente, aunque tuviera que atender mucha gente, y nos indicó que debíamos subir a mi clase y la tutora nos entregaría allí las notas.

Subimos, para encontrarnos a varia gente de mi clase en la puerta, algunos con sonrisas incontenibles y otras intentando contener sus lágrimas, yo simplemente subí corriendo para abrazar a Cristal, Daila no había venido.

_ ¿Qué tal? _ Le pregunté sabiendo que cómo ella había llegado antes que y, ya había visto sus notas.

_ Muy bien_ Eso me hizo sonreír, sí ella aprobaba lo más probable es que yo también, y aunque por una parte estaba muy segura de que estaba todo bien, en una pequeña parte de mi ser estaba algo nerviosa.

Mi madre entró en el aula y la tutora, nos recibió con una cálida sonrisa.

_ ¿Eres la madre de Alice ? _ Preguntó mirándome y buscando un papel.

Mi madre asintió y yo sonreí, antes de que me entregara un papel, en el que se veía reflejado todo mi esfuerzo durante los últimos 9 meses.

Y la verdad no pude evitar sonreír muy abiertamente al echar un ojo a aquellos números impresos en la hoja, me había ido de maravilla. La verdad debo admitir que en estos últimos exámenes no había estudiado casi nada, de echo en la mayoría, había subido a la biblioteca en el recreo para estudiar, se supone que uno sube para repasar y tenerlo todo más claro, pero en mi caso yo subía sin saberme nada y bajaba lista para bordar ese examen, la verdad es que un 10 no saqué un casi ninguno pero en la mayoría sacaba un 8 y para mí eso estaba bastante bien.

Estaba hablando con Cristal y algún que otro compañero de clase, bien felices tanto de nuestras notas como de otras cosas que tal vez no tienen mucho que ver pero son interesantes. Pero nuestra felicidad se fue en unos minutos, bueno en realidad no fue nuestra,fue mí, a veces hablo en términos generales aunque no lo sean. En la mitad de nuestra agradable conversación, pude sentir como alguien tiraba de mi brazo, llevándome a un lado en el que no había mucha gente, no estaba muy alejado de la clase, de echo se podía ver a algún que otro alumno desde allí pero aún así no me sentía segura tan apartada de la gente, es algo que no suelo hacer. Aún no me había dado cuenta de quién era, pero teniendo en cuenta el día de ayer no era tan extraño, esperaba que fuera Eida que cómo no está en nuestro curso, su clase está ne otro piso y supuse que quería hablar conmigo o preguntarme algo sobre Cristal, pero para mi sorpresa no era ella.

Mi respiración se aceleró un poco, que digo mucho cuando al subir la mirada me encontré con un par de ojos grises, y mechones de un pelo rubio desordenado, era el chico de ayer, ese que me había abrazado por detrás, y como puedo ser tan ingenua, su olor me sonaba desde que cogió mi brazo, pero no recordaba de qué me sonaba y supuse que Eida había cambiado de perfume. 

El chico, sonrió pero no una sonrisa normal, tan solo curvó una de las comisuras de su labio, en una pequeña sonrisa, dejándome confundida, lo que provocó que frunciera el ceño ligeramente.

Y al parecer, para él eso significaba ponerse a reír sin ningún motivo aparente,  dejándome con cara de idiota, mientras intentaba procesar que estaba pasando. Nos quedamos unos pocos segundos que he de decir que parecieron siglos, mirándonos fijamente a los ojos, pero no era una mirada cualquiera cómo las qué se ven en las películas de romance, aunque, efectivamente era lo misma situación, no era la misma mirada, usualmente es una de nervios, de atracción, de pasión o cualquiera de esos sentimientos que tengan que ver con el amor, pero su mirada no era de ese tipo, en sus ojos se podían ver, claramente dos sentimientos: 1: Superioridad 2: Tensión. La verdad es que la segunda era un poco más comprendible, pero la primera no la entendía, ni para atrás, ¿Qué se creía ese subnormal? Haber que solo ,que tenía delante y mis ojos estaban clavados en los suyos, eso lo puede hacer cualquier persona, de echo no sabía ni mi nombre, o eso creo y espero, cómo mínimo yo no sabía el suyo, sí sabía el mío sería un poco preocupante, eso o lo había escuchado por ahí, esa era una opción, pero da igual en cualquiera de las dos era extraña, sí lo había escuchado y recordado eso significa que lo hizo por qué quería no por casualidad.

_ ¿Vas a quedarte parada sin decir nada?_ Preguntó con voz arrogante y subiendo la otra comisura de su labio, completando su estúpida sonrisa.

_ Eres tú el que me trajo para aquí ¿Vasa decirme por qué? _ Tal vez a él se le daba bien intimidar a la gente, pero yo tampoco me quedo atrás, tal vez no lo use mucho, pero no se me da mal.

_ Cierto, en realidad solo quería darte esto _ Dijo mientras metía la mano en su bolsillo derecho y sacaba un papel medio arrugado que intentó, arreglar un poco antes de dármelo.

En él había escrita una dirección y justo debajo una hora.

_ ¿Qué quieres que haga con esto?_ Mencioné confundida, intentando leer lo que ponía, entre tanta arruga costaba comprender lo que decía.

_ Es para una especie de fiesta, no faltes _ Y antes de que pudiera negarme desapareció, yéndose por el pasillo que llevaba a las aulas de 4 de la ESO. 

Hoy tenía entrenamiento, la verdad es que esa era una muy buena excusa para no ir, pero el problema es que la "Fiesta" comenzaba a las 8 y media y yo salía de entrenar a las 7, me daba tiempo de sobra. 

Caminé de nuevo hacia dónde estaban todos y le comenté a Cristal que acababa de pasar, pensando en que me iba a dar algún consejo para sacar una excusa para no ir, pero no recordaba que Cristal no es Daila.

_ ¡En serio!, Tienes que ir, cuando salgas de entrenar ven a mi casa y yo te ayudo a prepararte. ¡Nos vemos _ Y de nuevo me dejó allí sin poder negarme, al parecer sí no dices que no eso es como sí hubieras dicho un sí, o al menos ellos lo asumen y por eso se van de esa manera antes de que pueda dar mi obvia respuesta, No. Tal vez debería empezar a usar esa táctica.

Así entre resoplidos y suspiros, volví con mi madre para irme a mi casa e intentar descansar un poco. Iba a tener una tarde entretenida.

Un verano a tu lado.Where stories live. Discover now