<<¹>>

1.1K 76 14
                                    

Maya estaba en su habitación, ella ya estaba lista para el viaje, al contrario de su hermana, que estaba aún en su cuarto, junto a su mejor amiga Taylor. La rubia estaba escuchando música, estaba esperando a que la llamaran para comenzar el viaje. Había estado contando los días desde que se habían ido a finales del verano anterior.

También había cambiado bastante físicamente, ese verano había crecido aproximadamente unos siete centímetros, por no decir el cambio de su cuerpo.

—¡Maya, vamos, ya vamos a irnos!—le gritó su hermano desde la entrada de la casa.

—Ya voy—le respondió ella, agarrando su mochila y poniéndosela al hombro.

Cuando ya estaban en el coche, Maya decidió ponerse su auriculares para poder escuchar música y para leer más tranquila. Le dio al aleatorio de su playlist y empezó a sonar Gorgeous de Taylor Swift, desde que tenía casi memoria había sido su canción favorita.

Sacó de su mochila su libro, One Of Us Is Lying, ya se lo estaba acabando, y le estaba gustando bastante.

Un rato después, decidió quitarse los auriculares y dejar de leer, simplemente para mirar el paisaje.

—¿Puedes bajar un poco el volumen, por favor?—preguntó su madre.

—Sí, por favor—respondió Steven, su hermano.

—Chicos, quiero que este verano ayudéis más. No dejéis los platos en el fregadero, metedlos en el lavavajillas—volvió a hablar su madre.

—Yo eso ya lo hago—comentó Maya, sin dejar de mirar por la ventana.

—Lo sé, pero, al contrario que tú, tus hermanos no lo hacen. Quiero que seáis buenos invitados.

—Mamá, pero Susannah tiene gente que limpia, ¿no?—preguntó Steven, y su madre le dio una colleja, haciendo reír a las dos chicas—. De acuerdo, de acuerdo.

—Por favor, comportaos como si os hubiera educado bien. Steven, nada de salir hasta muy tarde.

—Oh, mamá, yo ya soy mayorcito, ¿no?

—Lo mismo digo, no me pongas hora de llegada—dijo ahora Belly.

—¿Por qué te va a poner hora si nunca vas a ningún sitio? Como Maya—dijo riendo su hermano.

—Ey, a mí no me metas en esto.

—No seas idiota Steven—le insultó su madre, sacándole un "¿Qué pasa?" a su hijo—. Belly, cuando se dé la ocasión ya hablaremos. Y Maya, tú puede salir, obviamente si me avisas antes—ella asintió en respuesta.

—Me has prometido que me llevarías a conducir—habló la morena cambiando de tema.

—Belly, te dije que te llevaría yo.

—Tú eres demasiado criticona—susurró.

—¿Perdona?

Maya y Steven se empezaron a reír, mientras las otras dos seguían hablando.

Después, decidieron hacer una parada, en una pequeña tienda. Maya decidió solamente ir al baño, hacía un rato que tenía que ir al baño.

Un rato después, ya estaban llegando a la casa. Maya estaba algo emocionada, echaba de menos a todos, pero sobre todo a Jeremiah y Conrad. Ellos tres siempre se habían llevado genial.

Cuando llegaron, empezaron a bajar todos, excepto Maya, que estaba acabando de guardar su libro en su mochila.

Maya levantó la mirada cuando escuchó una voz muy reconocida para ella. La voz de Jeremiah, que acababa de salir de la casa y se había acercado para saludar.

𝘨𝘰𝘳𝘨𝘦𝘰𝘶𝘴 // 𝘫𝘦𝘳𝘦𝘮𝘪𝘢𝘩 𝘧𝘪𝘴𝘩𝘦𝘳Where stories live. Discover now