Capítulo 10

458 74 28
                                    

Todo lo estaba haciendo en piloto automático.

Si me decían que iríamos al agua, yo estaría allí. Si me decían que iríamos a comer, también estaría allí. Salvo que no entraba al agua y tampoco comía. Solo estaba ahí quieto y esperando…, tal vez esperaba que esto fuera una pesadilla y que nada de esto estuviera pasando.

Me peñizque más de 5 veces y no desperté, por lo que, esto no era una pesadilla. Era algo peor que eso: la realidad.

Bien, ellos no se comportaban como una pareja, por lo menos no lo hacían delante de mí. Si, jugaban, se salpicaban agua y a veces Tae quería que me uniera, pero desistía al instante diciendo que estaba cansado. También comían y bromeaban juntos, nada fuera de lo común. Pero entonces veías el panorama y realmente parecían una pareja de novios, donde estos se comportaban amistosamente, pero las miradas y los toqueteos decían otra cosa.

Hoseok quería morirse.

No estaba sonando para nada mal la idea de cavar en la arena y enterrarse el mismo. No sonaba mal y estaba seriamente pensando hacerlo, pero entonces Tae lo sujetaria de la mano y le diría para ir a otro lugar.

Probablemente Tae sospechaba que no estaba bien, y lo agradecía porque por lo menos él sí notaba algo en él, no como…

No, no vayamos allí.

Pero quería un tiempo para asimilar todo, pero no podía ir corriendo a su casa, sería más raro de lo que ya se estaba comportando, seriamente. Así que tenía que hacerlo, tenía que aparentar estar bien y dar sonrisas discretas cuando Tae le hablaba, pero jamás respondía.

Era extraño, parecía que su humor alegre se lo habían llevado hace semanas y ahora era como tocar fondo y no hacer nada al respecto.

Tae le había preguntado si estaba enfermo, y tal vez debió decirle que si, en vez de negar con la cabeza y seguir como una estatua viendo como su amigo y su “novio” estaban divirtiendose, mientras él estaba aguantando explotar de ira y tristeza.

Tal vez debería irse a casa.

Cuando estaban en la cabaña y ya era bastante de noche, y Hoseok solo se había dedicado a perseguirlos como un fantasma en penumbras, él había tomado la decisión de irse, pero Tae le había dicho que era bastante de noche y que debía si o si esperar hasta mañana.

Simplemente fantástico.

Hasta sus intentos de huida, fallaban. Era inaudito cuanta mala suerte podía tener.

Así que de nuevo, se quedó sentado en el sillón con un aura como si hubieran matado su gato y sólo viendo como estos dos empezaban a cantar como en un karaoke frente a la televisión. Más tarde sacaron las cervezas que proporcionaba la cabaña (junto con agua y refrescos, por supuesto) y empezaron a beber y gritar: “¡Esto es vida!”.

Hoseok quería decirles que esto no era vida, si no, el infierno en sí mismo. Pero obviamente se callo y tomó una cerveza de la nevera.

Tae le susurro al oído cuando la tomo: “Eso está bien, es para que te relajes…” y se empezó a reír. Tal vez ya estaba un poco borracho, pero allí tendría a su casi novio para cuidarlo, él se ocuparía de su miseria sólo.

La primera cerveza estaba bien y no estaba absolutamente mareado, más bien, estaba más consciente que nunca de que Taehyung estaba más meloso con su ahora saliente y este último no hacía nada para alejarlo.

Entonces agarro otra cerveza y está si que le hizo efecto. Todo se volvió mucho más lento y mucho mejor para pasar las penas.

Tomó una tercera y no estaba seguro si el piso bajó sus pies era nubes o madera.

No todo es como uno se lo imaginóWhere stories live. Discover now