capítulo 29

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Narra Elizabeth

Llegó la noche y era momento de molestar a Edward me bañe y me coloque una pijama de seda que se apegaba muy bien a mi cuerpo dejando ver mi figura solo me puse el vestido dejando descubierta mi piel y salí

Vi a Edward sorprenderse al verme mientras se mordía el labio

El se acerco asia mi tomandome de la cintura, pero yo lo aleje y me dirigí a la cama que el puso para mí

Elizabeth: será mejor que te limpies la baba querido y ni pienses que te dejare tocarme así que puedes irte— le dije con burla

Edward: eliz no puedes hacerme esto— dijo con suplica

Elizabeth: esto solo es el inicio— le dije entrando en forma humana para dormir

El se puso a mi lado observando mientras dormía. El no podía hacer nada pues estaba en forma humana y no quería lastimarme, justo como lo planee

Al día siguiente me empecé a mover en la cama saliendo del sueño y al abrir los ojos lo ví, el me sonrió para luego acercarme a el tomandome de la cintura y darme un beso en la frente

Edward: buenos días dormilona— dijo con ternura

Eso me trajo nostalgia recordando aquellos momentos felices del pasado

Elizabeth: buenos días Eddy —le susurre con burla con la voz adormilada

Edward: ya te dije que ese apodo no me gustaba— dijo asiendo un puchero

No pude evitar reír esto se sentía como un deja vu y el también se dió cuenta pues soltó una ricilla

Elizabeth: bueno ahora también me dirás qué ya desayunaste y por eso no comerás conmigo— dije riéndome

Edward: bueno al inicio me lo creíste

Elizabeth: bueno me sentía tan feliz que no le di importancia — dije alzando lo hombros

Edward: Lo sé, Si tan solo pudiera volver a aquel momento aria todo diferente me quedaría a tu lado, te aria mi esposa, jamás te volvería a lastimar inclusive aguantaría a Mateo por verte cantar en el "Palace", aria todo por verte feliz— dijo con la voz triste

Solté un suspiro al escucharlo e imaginarme que hubiera pasado si el nunca se hubiera ido, si hubiéramos cumplido nuestras promesas, si me hubiera acompañado en el momento que tuve a mis hijos y no pude evitar que unas lágrimas se me escaparan

Elizabeth: definitivamente jamás hubiera conocido el dolor de un corazón roto, pero asta cierto punto te agradezco edward me enseñaste a amar, odiar, a fortalecer mi corazón, me hiciste darme cuenta de lo que mi abuela siempre quiso para mí y lo más importante me ayudaste a tener a los seres más importantes en mi vida y así conocer el amor más puro y leal, el de una madre capas de todo por sus hijos

—por eso me di cuenta del por qué no te pude odiar tanto, por qué aunque te fuiste me dejaste algo hermoso que me ayudó a salir adelante y recibir el amor incondicional que ellos me dan

Edward: y no sabe cuánto lo siento por mi estupidez no estube a su lado cuando más me necesitaron, me perdí de sus primeras palabras, de sus primeras caídas, de sus peleas yo me perdí de todo y no culpo a nadie más que a mi fui un idiota y no sabes cómo me arrepiento— le escuché la voz rota y con los ojos cristalizados

Sentí mi corazón doler cuando lo ví en ese estado, pude ver su pena y arrepentimiento a él le dolía haberse perdido los momentos más preciados con nuestro hijos

Promesas Rotas (Edward C.)Where stories live. Discover now