"Durazno Podrido"

El mismo Sol.

Un pequeño carro de fideos se estacionó afuera del restaurante, de este bajo de un salto un joven con mucha energía, había estado toda la mañana ocupado por lo que solo tenía una sola cosa en mente.

Su buena porción de fideos con una buena bebida.

Tomo sus cosas y apresurado entro al local gritando al entrar un.

- Ya llegué!!!

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Wukong vio como el cerdo y el humano voltearon a ver a la entrada del local, ambos con una sonrisa hasta jugetona. Escucho como un motor de una moto se apagaba y como segundos después escucho el anunció de aquel joven.

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Eh? Que es esto?
Por que mi corazón late así de rápido?!
Por qué estoy nervioso?!
Oh no, acaso será algún enemigo del que me eh olvidado?!

Wukong no entendía por qué se sentía así, de solo escuchar la voz de aquel que ni conocía, su corazón latía con fuerza, su cuerpo se sentía raro y para variar sentía sus mejillas algo calientes, volteo rápidamente a la entrada para comprobar que no se tratase de algún enemigo con algún tipo de magia rara y ...

...Ahí lo vio...

Un chico algo pequeño y delgado pues veía como su uniforme de repartidor le colgaba un poco, tenía el cabello negro brillante que era atado por un banda roja, de la cuál algunos mechones se le escapaban, ojos igual de negros y profundos que brillaban sin alguna razón aparente, tenía una gran sonrisa que también era tan brillante como el sol que lo iluminaba atrás de él.

Acaso, está viendo un Ángel?...

No...

Un ángel no brillaria como él...

Él es un sol.

Un brillante y radiante sol.

Está viendo al mismo sol en persona

💓

Todo quedó callado para él, solo podía ver a ese chico mientras escuchaba los latidos de su mismo corazón acelerado golpeando frenéticamente su pecho, sentía su cara arder fuertemente y si tuviera su cola ahora está no pararía de moverse ansiosa como la de un perrito feliz que ve a su querido amo.

Quería hablarle, quería que esa brillante sonrisa se posará sobre él. Que esos ojos negros brillantes lo miraran solo a él, que su melodiosa voz fuera para él.

Quería que todo fuera para él.

Siguió con la mirada al chico y para su gran fortuna este se sentó en la barda a su lado, este rápidamente miro al frente hacia su plato de fideos queriendo no ser descubierto viéndolo, sentía toda su cara roja y una gran sonrisa nerviosa se había plantado en su cara, no podía creer como se estaba comportando y eso que solo se había sentado a su lado, aunque noto que el chico lo hizo para sentarse junto al hombre de lentes que lo recibió con una sonrisa.

Vio que el demonio cerdo rápidamente entro a la cocina y salió con un plato de fideos calientes y un vaso con agua sirviéndole al chico, al ver su plato tomo sus palillos rápidamente para comer.