SALOME

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- quieres acompañarme a comer - es su única respuesta a mi reclamo después de unos minutos de silencio

- ustedes comen - es mi mejor interrogante a su propuesta

- no lo necesitamos para vivir, pero disfrutamos de la comida - dice de forma sencilla- nos hace sentirnos más humanos por así decirlo

El galope es tranquilo, siento su cuerpo pegado al mío, pero no es perturbador o excitante, es cálido y reconfortante, la mano que sostiene la rienda descansa en mi cadera, rosando con cada compás del paso de carmín

- nunca imaginé que un ser celestial quisiera sentirse humano - digo en un susurro

- tenemos emociones, sentimientos y todo lo demás que caracteriza a los humanos, solo que fuimos entrenados para controlar nuestros impulsos, hasta el punto de casi omitir los por completo - lo dice como un discurso grabado - pero estar tanto tiempo entre humanos, nos vuelve eso, humanos, tan humanos que queremos se cómo ustedes aún cuando sabemos que solo son conductas aprendidas y ciertos daños colaterales que sufrimos

- que daños colaterales son esos - me giro para buscar su mirada, está conecta y la expresión que encuentro en su cara es hermética

- no es un buen tema de conversación por el momento - es su única respuesta, algo le dice que no debo presionar al gran hombre

Vuelvo a mirar al camino, acariciando con cuidado el cuello del caballo de forma distraída

- entonces, quieres almorzamos conmigo - vuelve a preguntar

- que te hace pensar que quiero compartir una comida con el angel de la muerte - es mi única respuesta

Siento su cuerpo tensarse contra mi, pero ignoro ese hecho, si el no quiere dar ciertas respuestas,no veo la razón de seguir en su compañía

- no te desmayaste, no corriste y estas en un caballo conmigo, son indicios de que vas bien con la idea - dice de forma rotunda

- no voy bien con la idea, solo no quiero mortificarme por algo que no puedo controlar

El no insiste, pero la rigidez de su cuerpo no se va, sonrió.

Estoy buscando mi propia muerte con esto, pero el dijo que aún no era mi momento, tengo curiosidad

- pero esta bien - digo volviendo al ataque - vamos almorzar

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Llegamos a un portón de madera pintado de blanco, un cartel cuelga de una cadena al lado de la entrada en el cual se puede leer "rancho rosa negra" con un cráneo de toro, este tiene los cuernos más grandes que e visto en mi vida.

La puerta la abre un hombre, saludándonos al pasar.

-buenas tardes patrón - dice con un marcado asentó - señorita - se dirige a mi

- buenas tardes señor - digo con un sonrisa

- buenas tardes Emilio - responde con voz sería - ninguna novedad - pregunta, mientras detiene del caballo

- ninguna novedad patrón - responde el hombre quitándose sombrero

La mirada del hombre es curiosa hacia mi en todo momento, no me pasa desapercibido ese hecho, pero él no dice nada y yo no digo nada al respecto.

- está bien Emilio, ya hablaremos más tarde - dice reanudando el andar del caballo

Quizás no es tan común ver a una humana en compañía del ángel de la muerte, sin contar que está subida en su caballo.

Me da un paseo por la finca, hasta llegar a una casa de dos pisos, se baja del caballo para luego ayudarme a mi.

Este lo saluda con un leve asentamiento y le entrega las riendas a un hombre que se acerca.

walker: Que El Infierno se Congelé [Borrador]Where stories live. Discover now