[IV] No existe el perdón

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Jinx: ¡No, no, por favor!, ¡perdónenme!, ¡perdónenme! —Gritó la de cabello azul con dolor provocando que la rubia despertara de su sueño.

Los gritos de la más chica hacían eco en toda la habitación, la rubia al percatarse de ello se salió de su cama alarmada, la idea de que la Zaunita había cometido algo muy horrible pasó por su mente haciendo que su corazón latiera tan fuerte que llegó a pensar que se le iba salir del pecho.

Se movió alrededor de su cama hasta llegar al sofá que estaba en frente de la misma, pero solo encontró la sabana y la almohada en el suelo, se suponía que Jinx se había acostado ahí, Lux comenzó a sentirse más preocupada al respecto, escuchó su voz, pero ella no estaba ahí.

Jinx: ¡Yo no quise hacerlo!, ¡no quise hacerlo!, ¡yo!, no...

Lux: ¡¿Jinx?!

La más alta miró por todos lados y se trasladó hacia la puerta para abrirla y encontrarse con absolutamente nada, los pasillos estaban vacíos y pocas luces los iluminaban, pero no se veía el rastro de Jinx por ningún lado, no fue hasta que recordó dónde la había encontrado el día que la dejó en su habitación por primera vez para darse una idea donde podría estar, giró de inmediato en su lugar y cerró la puerta por detrás suyo.

Lux: ¡¿Jinx?! —Se encaminó hacia el punto dónde estaban los soportes más anchos del techo y sintió un gran alivio cuando logró divisar en la oscuridad dos largas trenzas colgando de ahí.

Se regresó a encender la luz y volvió a donde Jinx para cerciorarse si la más chica se encontraba bien.

Lux: ¡Jinx¡, ¡¿qué sucede?! —Su preocupación era evidente.

Jinx: Yoo... —Apenas articuló la de ojos rosados con voz ronca.

Lux: ¡¿Qué?!, ¡¿Qué te sucede?! —Apenas preguntó lo último cuando de pronto la Zaunita se sentó en el mismo sitio y abrazó sus piernas hundiendo su cabeza en sus rodillas.

Jinx: Nada, yo... debí tener una pesadilla, no pasa nada, vuelve a dormir. —Dijo con un tono casi inaudible.

Jinx: ¡Basta déjenme en paz por favor! —Gritó de manera repentina una vez más.

Lux: ¡Jinx!, ¿Qué tienes?, me estás preocupando.

La rubia logró observar a la de cabello azul tomar su cabeza entre sus manos y sus sollozos se hicieron presentes, Lux comenzó a sentirse más confundida y preocupada con el pasar de los segundos, sentía esa misma energía que Jinx le daba cuando la encontró por primera vez, se veía perdida y destrozada.

Jinx: No puedo detenerlas, ¡ya no soporto más!

Lux: ¿Detener qué Jinx?, explícame porque no te entiendo, en verdad me estás asustando. —Dijo con un tono algo alto con la esperanza de que la más chica lograra escucharla bien.

Cuando Lux terminó de hablar Jinx se colgó del soporte y se dejó caer al suelo a unos centímetros de la más alta, esta se asustó un poco porque retumbó ligeramente el suelo por el impacto, de inmediato la más chica se reincorporó y Lux logró mirar sus peculiares ojos rosados irritados y llenos de lágrimas antes de que se dirigiera al sofá y se tumbara ahí abrazando sus piernas de nuevo, la más alta se acercó a ella de inmediato sin invadir el espacio de la otra y se sentó a un lado esperando a que Jinx por fin dijera una palabra por lo menos.

Jinx: Las voces, —Susurró como si supiera que Lux esperaba una explicación— no se detienen, no me dejan dormir, en mis sueños los veo a todos, a cada uno de ellos y cuando despierto los sigo escuchando.

Perdida [JINXxLUX FANFIC]Where stories live. Discover now