30. Ella está aquí

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James y América veían con angustia como los robots corrían para enfrentar a Wanda mientras que Christine trataba de abrir los contenedores pero le era imposible ya que la bruja escarlata manipulaba las computadoras.

Wanda caminaba hacía ellos con firmeza hasta que los illuminati se cruzaron en su camino para detenerla pero claramente no pudieron hacerlo y ella los mató a todos y cada uno sin ningún problema, a excepción de la capitana Carter, Wanda recordaba que Steve estuvo para ayudarlas y de alguna forma la castaña le recordaba a él así que trataba de sacarla de la pelea hasta que en un momento se fastidió y la partió a la mitad con su escudo.
Un sentimiento de poco arrepentimiento la inundó al ver el cuerpo de la capitana.

Mientras tanto Gwen y Stephen seguían en la sala de reuniones con Mordo vigilandolos.
Los hechiceros escucharon los estruendos de afuera hasta que Gwen no pudo aguantar más la preocupación por sus niños, debía ir a ver que pasaba o seguro perdería la cordura si algo les pasaba.

—Es todo, esto no fue un placer Mordo— se despidió con una falsa sonrisa y tronó los dedos desapareciendo de allí y por ende liberandose del collarín y las pulseras.

Dejando solo a Strange y Mordo, Stephen tendría que liberarse por si solo, lo hubiera ayudado pero necesitaba ver a James.
Corrió al lugar de donde provenia el bullicio y encontró todo destruido, a lo lejos vio a Charles peleando mentalmente con Wanda.

Se dirigió a ellos para liberar a América y James pero se detuvo al pisar algo, bajó la mirada y vio la sangre de Peggy derramada en sus pies sacándole un jadeo de desagrado y asco al ver la escena.
Fue cuando se percató de que todo el equipo que decían ser los más poderosos estaban muertos, por su aspecto probablemente Wanda no había tenido piedad de ellos.

Creyó que aún tenia tiempo además de que no podía dejarlos así «mucho menos a Peggy pero no lo iba a decir en voz alta»

Suspiró mientras pensaba, si su variante estuvo a punto de revivir a Stephen ella también podría revivir a un grupo de héroes.

Movió sus manos dejando salir su aura esmeramda que rápidamente envolvió las partes de los cuerpos de los illuminati, utilizando toda su concentración comenzó a unir las partes de su cuerpo y curando cualquier herida.
Una vez que tres de ellos ya estaban de pie y vivos dejó su magia y suspiró al ver que Wanda y Charles aún seguían en su batalla mental.

—Falta Rambeau— exclamó Carter tocándose el abdomen ya que aunque seguía viva se sentía adolorida.

Gwen rodó los ojos —Me agrada más así— respondió con falsa alegría viendo el cuerpo de la capitana, ella era rencorosa y todavía no se le olvidaba lo que dijo de Stephen.

Se dispuso a ir por Wanda y Charles pero Reed la detuvo —Gwen— habló con una mirada cansada.

La peliverde suspiró y sin voltear a verlos movió su mano derecha y revivió a Maria.

La hechicera vio que América y James ya habían roto el vidrio para salir y Christine solo estaba esperando a que ella fuera para que escaparan.

Gwen le hizo una seña para indicarle que podían irse, ella se quedaría para hacerle frente a Wanda.
Volvió a mirar a los illuminati que la veían esperando su próximo movimiento o palabra.

—¿No que ustedes se iba a encargar de nuestra brujita?— se burló con severidad y avanzó hacía Wanda.

Los héroes estaban dispuestos a seguir peleando pero Gwen movió las manos para controlar sus mentes y obligarlos a quedarse en su lugar.

—Nosotros nos encagaremos— exclamó para después susurrar un encantamiento y hacerlos caer dormidos.

Escuchó algo quebrarse y volvió a dirigir su mirada al telepata notando así que ya estaba muerto debido a una torcedura de cuello.

—Wanda— llamó a su hermana.

La pelirroja no respondió nada, iba a irse para buscar a América pero Gwen se lo impidió usando su poder a la vez que revivía a Charles y lo enviaba fuera de allí para ponerlo a salvo.

Ninguna de las dos quería pelear pero no tenían otra opción.

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[⍟۞➃]
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Christine guiaba a James y a América a la salida hasta que se encontraron con Stephen.
La pelinegra corrió a él para abrazarlo debido a la preocupación tomando por sorpresa al hechicero.

—Estas bien— suspiró aliviado —¿Estás bien?— cuestionó al chico de cabello verde analizándolo en busca de alguna herida.

James solo asintió en silencio mientras se ponía nuevamente su pulsera para activar su escudo en su muñeca.

—¿Donde está Gwen?— preguntó mientras su capa volvía a colocarse de su cuello.

—Se quedó con Wanda— respondió Christine.

El alivio de Stephen se esfumó y justo cuando estuvo a punto de regresar corriendo por donde vino una de las paredes fue atravesada por la sokoviana.
Gwen terminó entre los escombros adoloridad y con algunos moretones y raspones, tosió con dificultad a la vez que se levantaba y sacudía su atuendo.

Stephen fue hacía ella para ver si estaba bien pero antes de preguntarle Gwen habló.

—Debemos ir por el libro de los Vishanti, ahora— ya enfrentó dos veces a Wanda y con esas ya era suficiente saber que no la vencería tan fácil como ella había creído.

—¿Nos guías?— se dirigió Stephen a Christine.

—¿Como sé que puedo confiar en ustedes?

Strange iba a volver a hablar pero Gwen tomó la palabra —De verdad lo siento pero no tenemos tiempo— sin previo aviso entró a la mente de la doctora y sacó lo necesario para después tomar ella misma ese recuerdo —Debemos irnos.

Desapareció a Christine para enviarla a un lugar al salvo y comenzó a seguir las indicaciones que habían en la mente de Palmer.

—¿Como hiciste eso?— cuestionó Stephen siguiendole el paso mientras le extendía las manos para que Gwen le quitara el aparato en sus muñecas.

—El darkhold me enseñó muchas cosas que nunca creí tan útiles— respondió tratando de restarle importancia.

Los cuatro corrieron hasta llegar a un túnel que los llevaría al atajo hacía el libro con Wanda persiguiendolos y prácticamente pisandoles los talones.

Gwen iba poniendo campos de energia para tratar de detenerla pero no funcionaba, hasta que James bajó una de las compuertas blindadas fue cuando lograron recuperar tiempo.

—¿A donde se fue?— cuestionó América con voz temblorosa.

Wanda apareció repentinamente frente a los cuatro asustandolos, antes de darle tiempo de atacarlos Stephen lanzó un hechizo para derribar el túnel haciendo que se inundara y continuaron corriendo.

—¡¿La mataste?!— preguntó Gwen entre molesta y asustada.

—¡No! ¡Solo conseguí tiempo!

Unos cuantos minutos más llegaron a la puerta que daba hacía el libro.
































✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora