Nos vamos a Malibú

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Antes de que pudiera darse cuenta, había pasado casi medio año desde que Sam conoció a sus almas gemelas. Finalmente el foco de atención sobre ella había disminuído y había logrado pasar el año con buena nota pese haber perdido múltiples días presenciales.

Durante todo el verano disfrutó conociendo más profundamente a sus compañeros, logrando sellar la segunda parte con todos ellos.

Acompañaba ocasionalmente a Steve a correr, aunque eso más bien era correr durante un rato y luego sentarse con un zumo para animar al rubio. Compartió momentos con Bruce y Tony en el laboratorio. Logró convencer a Natasha de entrenarla, aunque nunca había logrado asestar un puñetazo hasta el momento. Conoció a Laura, la hermana de Clint, y a sus sobrinos, logrando formar un vínculo estable con la familia secreta del arquero. Antes de que Thor hubiese marchado a Asgard, ambos disfrutaban viajando a los más extraños restaurantes del país, comiendo las comidas más extrañas existentes. Una vez lograron entrar a la fábrica principal de Pop Tarts (gracias a Tony) y ambos probaron todos los sabores existentes. Sam tuvo una indigestión al día siguiente.

Sus padres vinieron unas semanas de vacaciones, para ver cómo estaba su niña y conocer formalmente a sus compañeros después de tanto tiempo. Sam aún no entiende como Clint logró llevarse tan bien con su padre, al final tenía razón al decir que lo amarían.

La vida de Sam estaba yendo de maravilla, excluyendo a los paparazzi que la seguían a todos lados y los múltiples cotilleos que salían sobre ella. Finalmente estaba cómoda con sus almas gemelas, estaba en su último año de carrera y el drama estaba lejos de su vida.

 Finalmente estaba cómoda con sus almas gemelas, estaba en su último año de carrera y el drama estaba lejos de su vida

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-Nos vamos a Malibú- esas fueron las primeras palabras de Tony nada más entrar en la cocina.

-¿Buenos días a ti también?- Balbuceó Sam terminando de tragar su tostada. Tony se sentó a su lado con un café en su mano, depositando un beso en su sien a modo de saludo.

-Ayer comenzaste tus vacaciones de Navidad, no tienes motivos para estar en Nueva York. Puedes pensar en este viaje como un descanso estudiantil. Te alejarás de los estudios y pasarás todo el día comiendo helado y bañándote en la piscina.

-Por tentador que suene, no podemos simplemente irnos, ¿qué pasa con los demás?- Tony cortó las divagaciones de su compañera con un beso en los labios.

-Rogers va una temporada a Brooklyn, Bruce a un viaje de campo a estudiar una planta extraña, Thor sigue en Asgard y los espías están ocupados con cosas de espías. Solamente seremos tú y yo- una sonrisa se extendió por el rostro de Tony ante la idea. Sam asintió con compresión, depositando un beso en su mandíbula.

-Voy a hacer las maletas, ¿Cuando nos vamos?

-Mañana por la mañana. No hace falta que empaques mucho, le pedí a Pepper que ordenara ropa nueva para ti, está toda en Malibú- Sam negó con exasperación pero se le escapó una sonrisa.

-Tienes que dejar de mimarme tanto, voy a terminar siendo una caprichosa- besó una última vez su mejilla y se alejó.- Voy a despedirme de los demás.

Sam observaba asombrada el jet privado en el que estaba, aún no estaba acostumbrada a que su alma gemela fuera un millonario y aquel jet gritaba lujo

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Sam observaba asombrada el jet privado en el que estaba, aún no estaba acostumbrada a que su alma gemela fuera un millonario y aquel jet gritaba lujo.

-¿Emocionada?- preguntó Tony acomodándose en el asiento a su lado.

-Bastante. Nunca he estado en California- Sam bebió un poco de su refresco antes de recordar las noticias que tenía para él.- Se me olvidó decirte que estuve hablando con Pepper y voy a estar acompañándola algunos días en el trabajo.

Tony la miraba con confundido. Aunque ahora veía a Pepper como una hermana, estuvieron juntos durante un tiempo y todavía le extrañaba lo bien que se llevaban ambas mujeres, ambas lograron convertirse en amigas en poco tiempo.- Vale, no hay ningún problema. Pero voy a tener que contratar algún guardaespaldas, no quiero que estés sin protección.

-Happy estará con nosotras, ahora es el guardaespaldas personal de Pepper. Todo estará bien, pero si te sientes más tranquilo puedes contratar a alguien.

Tony depositó un beso en su frente- gracias por entenderlo cariño.

El vuelo continuó en un cómodo silencio, Tony revisaba unos documentos mientras que Sam releía por décima vez la piedra Filosofal. La chica levantó la vista de su libro durante unos segundos y quedó maravillada la enorme mansión blanca que se alzaba orgullosa frente al mar.

-Todo el mundo suele reaccionar así- comentó Tony, viendo enternecido como su compañera observaba la mansión con la boca abierta. Adoraba como Sam era tan expresiva con sus emociones.

-Tony, es increíble.

-Jarvis es quien monitorea la casa, por lo que puedes pedirle lo que quieras. Hablé con Pepper y mañana vendrá a las ocho de la mañana a recogerte, está bastante emocionada de enseñarte cómo funciona la dirección de la empresa- informó Tony mientras el jet aterrizaba. Una vez fue seguro desabrocharse, Tony tomó de la mano a Sam, guiándola hacia la salida.

Si Sam no se hubiera asombrado por el exterior, lo habría hecho por el interior. La mansión era impecable y bellamente decorada, cada rincón expresaba elegancia y los inmensos ventanales otorgaban una hermosa vista al mar.

Tony fue rápido mientras le mostraba la casa, desde el laboratorio localizado en el sótano, hasta las numerosas habitaciones, baños y la inmensa cocina. Finalmente se paró en una magnífica habitación, más grande y lujosa que las anteriores. Levantó las manos con orgullo- finalmente esta es nuestra habitación. Espero que sea de tu gusto, si quieres cambiar algo solo debes decirmelo.

-¿Nuestra?

-Cariño, creo que estamos en un punto de nuestra relación donde compartir la misma cama no es un problema- dijo el millonario, acercando a su compañera por las caderas.- Aunque si crees que no estás preparada, no tengo ningún problema en que elijas tu propia habitación o te quedes esta para ti sola.

Sam sonrió divertida- no es un problema, pero es tu habitación privada, no debería tener tanta confianza.

-Querida, sólo dos personas tienen permiso para entrar a mi habitación privada, una soy yo y la otra eres tú. No tengo ningún problema en compartir contigo todo lo que tengo.

El Alma Gemela De Los VengadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora