05

724 94 5
                                    

—¿No te bañaste? —Preguntó Jungkook, frunciendo el entrecejo.

—¿Acaso eso importa? —Dijo Jin , encogiendose de hombros.

—Por supuesto, hueles a sexo.

—El sexo no tiene aroma. En todo caso huelo a fluidos y su...

Jungkook cubrió su boca. Jin sonrió con los ojos y lamio la palma que cubría sus labios.

—¡Asco! —Se quejo Jungkook, apartando su mano —Eres repulsivo.

—Yo también te quiero, primo. —Dijo Jin, con notable sarcasmo.

—¿Ya me dirás que haces aquí? —Lo cortó Jungkook —. Tengo muchas cosas por hacer.

—¿No fuiste tú quien pidió mi ayuda, horas antes?

—Sí, exactamente, horas antes. Son las dos de la mañana, Jin.

—Temprano.

—Demasiado. —Jungkook suspiró —. Bueno, ya que andas aquí, puedes decirme los detalles que comentaste anteriormente.

—Ah, si. Es sobre nuestra familia, ya sabes, no es secreto que ellos...

—No van a enterarse. —Lo interrumpió Jungkook —. Así que puedes estar tranquilo al respecto.

—No estaba inquieto exactamente... Jungkook.

—¿Qué?

—¿Estás seguro de esto?

—Por supuesto, ¿Por qué no lo estaría?

—No es una buena idea estar al lado de un Alfa, mucho menos en tiempo de caceria.

Jungkook sintió un nudo en la garganta,  recuerdos de aquella noche regresando a su memoria.

—Oye, ¿estás bien? —Preguntó Jin —. Te ves bastante pálido.

—Si. —Mintió Jungkook —. Solo un leve dolor de cabeza, nada que no solucione una tableta.

—No respondiste mi pregunta.

—Acabo de hacerlo.

—La pregunta anterior.

—No te respondi, porque es una pregunta estúpida. Si es tiempo de cacería o no, eso no importa. Eres mi primo, no se supone que tu lobo se sienta atraído hacia el mio.

—Lo dices como si nuestros lobos fueran racionales.

—Habla por el tuyo, el mio está bastante bien educado.

—No lo sé, no estoy bastante seguro de eso.

—¿Lo harás o no? —Dijo Jungkook, ya sintiéndose fastidiado —. No estoy para excusas en estos momentos. Si no eres tú, buscaré a otro.

—Lo haré. —Afirmó —. Sin embargo, pondré mis condiciones.

—Te escuchó. —Devolvió, cruzandose de brazos.

—Seguiré saliendo con otros Omegas, así que si me ven con alguna, no quiero quejas de tu parte. No soy alguien exactamente exclusivo.

Jungkook sonrió.

—Tienes razón, Jin. En realidad, siempre he tenido curiosidad sobre algo.

—¿Sobre qué?

—De quién logrará tener alguno de tus tantos hijos abortados. —Sonrió con malicia —. ¿Cuántos van ya? ¿Más de mil?

Jin lo sostuvo del cuello, y lo acorralo hasta la pared. Jungkook siseo, mientras luchaba por r
ecuperar la respiración.

—Mierda. —Hablo Jungkook, su voz baja, forzada.

—Escucha bien, pequeña basura. Podremos ser parientes, pero eso no te da derecho a juzgar mis decisiones o querer dar una opinión sobre mi vida.

—¿Cómo así? ¿Entonces era verdad? —Pregunto Jungkook con sorpresa fingida.

Jin lo soltó, y entonces Jungkook inhalo aire, tratando de regular su respiración.

—Sabes... Ahocar a un Omega, no es muy caballeroso de tu parte.

—Yo no veo la vida igual que tu, Jungkook. Un hijo es mucha responsabilidad.

—Entonces usa un maldito condon. No seas idiota.

Jin rio, mirando a su primo con diversión.

—¿De qué te ríes? —Preguntó Jungkook , confundido.

—Se nota que no te has visto afectado por el celo.

Jungkook bajo la mirada, sus manos hechas puño siendo lo único que revelaba lo afligido que se sentía.

—¿Esas son todas tus condiciones? —Dijo al fin, esquivando el tema.

—Si. Creo que eso es todo.

—Mañana a las seis, te espero para que me acompañes a la universidad. Te avisaré cuando salga para que pases por mi, también.

Jin asintió.

—De acuerdo.

Mi primo el playboy || JINKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora