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Los hermanos debían cuidar, proteger y amar a sus hermanos menores, eso siempre le repetían a Violet. Ella cargaba el peso de cuidar a su hermana menor Powder, protegerla de cualquier peligro, amarla de muchas maneras y, sobre todo, jamás hacerle daño.
Después de haber quedado huérfanas y que un hombre llamado Vander las haya adoptado cómo sus hijas, Vi no hizo más que proteger a su hermana llegando a tal punto de sobre protegerla para que nadie le hiciera daño; la peli azul sabía que todo lo que hacía su hermana era por su bien, que debía obedecerla a lo que le pidiera o digiera.
A veces le molestaba que Vi la sobreprotegiera demasiado, como si fuera alguien que no supiera valerse por sí misma, habían llegado a tal punto de discutir, incluso muy seguido, pero aun así su hermana tomaba control de la situación y lograban tranquilizarse.
En algunas ocasiones le era duro estar con ella hola, Powder prefería mil veces estar con Mylo o Claggor y soportar sus comentarios que estar con su hermana; se preguntarán, ¿por qué?, fácil, se sentía disgustada al cómo se comportaba con ella, hacia cosas que a la pequeña peli azul la hacían sentirse muy incómoda.
Cómo aquella vez cuando quiso cambiarse una camiseta quedando solo en top y su hermana se acercó a ella comenzando a tocar su cintura y acariciar su abdomen con una sonrisa en su rostro; sus manos estaban frías al hacer contacto con su piel y un escalofrío recorría su cuerpo al sentir los roses de sus dedos tocar su espalda, era muy incómodo.
La pequeña no comentaba nada, únicamente observaba cómo su hermana mayor empezaba a tocarla sin su consentimiento. Siempre le repetía que lo que ella hacía era una muestra de cariño, entre hermanas. Ella sentía mucho aprecio hacia la chica, por esa razón siempre creyó que lo que hacía era correcto.
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Qué equivocada estaba
Era un día común y corriente en el distrito de Zaun, la niña de ojos zafiros se encontraba tranquilamente en su cama mientras veía sus pequeñas bombas, o cómo ella los llamaba "caza ratones", nunca funcionaban, pero siempre tenía fe en que algún día lo harían. Estaba esperando con ansias a sus "hermanos" porque se habían marchado para hacer una misión que Vander les había otorgado.
Le insistió a su hermana para que pudiera acompañarlos, pero ella respondía con un profundo "No", así que no le quedaba más remedio que quedarse recostada en su cama. No tenía mucho que hacer más que deambular en la solitaria habitación, le gustaría ir a ver a su mejor amigo Ekko, pero siempre se encontraba reparando cosas o deambulando por las calles de Zaun, no quería ser una molestia para él, así que se dio por vencida.
Las horas pasaban lentamente, el tiempo estaba yendo muy lento para su gusto, ya no quería permanecer sola recostada en la cama; tampoco podía salir porque Vi había dejado la puerta cerrada con seguro, ni siquiera podía pasar a ver a Vander al bar; se estaba muriendo de sed y el frío empezó a apoderarse de la habitación, ni siquiera su cobija color azul lo opacaba, no le quedó de otra más que tomar una ligera siesta, así que cerro sus ojos y en un par de segundos había caído en un profundo sueño.
