Rarezas militares jóvenes

DEL 31 AL 40

Chapter 31: Did the Women Ask for Help?

El día del juicio final llegó tan repentinamente que la mayoría de las personas se sorprendieron. Algunos de ellos habían sido asesinados por zombis antes de darse cuenta. Para los que escaparon, la vida también fue difícil. Además de la amenaza cotidiana de ser asesinados, la falta de alimentos también era un gran problema. Era un lujo tener una bolsa de fideos instantáneos para cada comida. Los platos frescos o la carne eran imposibles incluso en sueños.

Sabiendo que Xing Feng poseía la superfunción, Yun Che se saltó las formalidades. Le pidió que sacara muchos alimentos e ingredientes además del cerdo. Yun Yao cocinó una olla grande de carne de cerdo cocida dos veces. Además, hubo tiras de patata salteadas, sopa de tomate y huevo y tofu picante, todo lo cual llenó toda la sala con un delicioso aroma. En tiempos del juicio final, esta era una comida extremadamente lujosa.

El otro grupo de personas en la habitación no pudo evitar mirarlos y tragar saliva, especialmente las dos mujeres acurrucadas en la esquina, con sus peinados. Había anhelo, súplica, lucha y vacilación en sus ojos. Estaban desesperados por comida.

"Mierda."

Hubo una grosera maldición baja de la multitud. Un hombre tiró malhumorado la mitad de los fideos instantáneos que tenía en las manos. Miró a Yun Che y a otros que estaban comiendo con gran entusiasmo. Luego dio un paso adelante y agarró los brazos de una mujer con descaro.

"Ah... No, no..."

Como si estuviera arrastrando un perro muerto, el hombre la agarró del brazo y la arrastró hasta la parte trasera de la casa. La mujer lloró y se negó, con voz temblorosa. Miró suplicante a Yun Che y sus compañeros de vez en cuando, pero no pidió ayuda. Ella simplemente hizo gestos de súplica.

"Vete a la mierda perra... vete a la mierda..."

"Ah ah..."

Al cabo de un rato, se oyó el rugido de un hombre y el grito espeluznante de una mujer en la parte trasera de la casa, acompañados de la bofetada de un cuerpo contra el otro. Zhou Zeyu y otros dejaron de comer y fruncieron el ceño. Se habían acostumbrado a todo tipo de crueldades en los últimos diez días, por lo que gradualmente abandonaron su tonta amabilidad y no se entrometerían en los asuntos de los demás. Sin embargo, cuando el dios se cometió ante sus ojos, su indiferencia recién establecida todavía vaciló, especialmente las dos mujeres Yunyao y Zhan Yafei.

"¿Por qué no comes?"

Yun Che parecía no moverse. Sus palillos nunca se detuvieron. También lo estaban Xing Feng y sus socios. Eran como animales de sangre fría.

"Hermano Che..."

Zhou Zeyu y otros lo miraron, con una clara demanda en sus ojos. Yunche dejó de recoger la comida y luego dejó caer los palillos. Sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió: "Desde el momento en que los conocimos, ¿pidieron ayuda?"

Envuelto en humo, la expresión de sus ojos no se podía ver, pero las palabras que dijo fueron muy claras. Zhou Zeyu y otros no pudieron evitar aterrorizarse y luego se frustraron. Yun Che tenía razón. Las dos mujeres no habían pedido ayuda todo el tiempo. Al principio, podrían tener miedo de que Yun Che no pudiera derrotar al otro lado.

Sin embargo, cuando Yun Che los derrotó y apareció Xing Feng, las dos mujeres permanecieron en silencio. ¿Por qué? O estaban jugando con los violadores y tenían como objetivo provocar problemas una vez que Yun Che los salvó, o estaban fingiendo ser víctimas y quienes los salvaron serían acosados.

No importaba que la razón fuera lo primero o lo segundo. Era seguro que su simpatía por ellos era tonta.

"Ve a la cama temprano después de comer. Estaré alerta hasta la medianoche".