División 6

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Solo un párrafo...



Que incomprensibles y abismales son los seres humanos, tanto que, le da miedo acercarse a ellos y caer, teme que si rosa su cuerpo con alguna de las muchas personas que pasan a su lado, caiga y ya no encuentre la salida, tiene vértigo a ello.

A Jack no le gusta estar rodeado de gente, su mamá lo reprendió siempre cuando era un niño, y el prefirió tocar la batería en el sótano de su casa, todos los años mientras crecía, después empezó a jugar eligiendo quien le tocaría morir, quien sería el siguiente en su amada lista, el juego de probabilidades es grande.

Ahora se encuentran caminando en la atrayente plaza de la torre Eiffel, se han quedado por mucho tiempo en Francia, Jung no desea saber el porqué, pues cualquier lugar parece ser bueno, la plaza está llena de muchas personas que le provocan irritabilidad.

Si alguien osa tocarlo definitivamente lo mataría delante de todos. No sabe por qué le molesta tanto el respirar de otros a excepción del que camina a su lado.

— te conté la vez que una ardilla se quemó - dice min, tomando con suavidad su mano mientras caminan en la linda noche.

— ¿estás seguro que no fuiste tú?

— no, había una palanca en la corriente de electricidad en mi casa  y la ardilla se subió y bajo la palanca, es que la ardilla no tienen cerebro, ni tuvo precaución al bajarla, entonces se quemó.

Jung ríe cálida y sinceramente ante las ocurrencias de Agust, no sabe que es y desconoce completamente el acogedor sentimiento que crece en su pecho.

— seguro tú la condujiste a morir electrocutada.

— noo -  dice a modo de reclamo y al ver los ojos de Jung se obliga a  rectificar  — bueno solo un poco.

— ¿y la casa de tus abuelos? - menciona con curiosidad, pero al observar el rostro de Min se da cuenta de que no es buena idea y cambia rápidamente de Tema — Quiero  jugar.

— exactamente de que estamos hablando.

Min hablo burlesco apretando su cintura y besando sus mejillas. — ¿no te gustaría hacerlo aquí, todos sabrían lo bueno que eres?.

— yo hablo de ir a los juegos mecánicos, si vomito me asegurare de hacerlo sobre tu cara. - la verdad es que no puede dejar de ser un poco malévolo a pesar de que se siente muy domado al estar con Agust.

— crees que arruinarás mi cara, se necesita más de 3 vómitos para eso y tú no tienes nada en el estómago - se burla de él, dejando su rostro sobre su hombro — si quieres te lo meto, para que no estés tan vacío - propone tocando el plano abdomen.

— lo tienes tan chiquito que no llega hasta donde estás tocando. - quiere fingir vergüenza por el tamaño de min, aunque realmente siente pena por sí mismo, Agust es tan grande que le duele de solo pensarlo.

— que mentiroso eres mi amor, poco falta para que te salga por la boca.

Ambos ríen y caminan sin prestar atención a nada más, incluso corren, siendo libres por un momento, el tiempo pasa lento y perfecto para los dos mientras son gravemente sacudidos por un juego que encontraron, todo da vueltas rápidamente a su alrededor  y ambos solo pueden verse el uno al otro.

No han elegido el amor.

Jack se siente tan extraño que le da miedo, los frios ojos del hombre sentado a su lado lo hacen perderse poco a poco, se funde lentamente en su llamativo encanto, sus tratos lo atan a él, sus manos tocan su cuerpo, marcándolo con recelo para que nadie jamás lo toque. Agust es tan astuto que lo lleva con él, a un lugar completamente desconocido.

𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐫𝐦𝐮𝐫𝐞𝐬• 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐬𝐞𝐨𝐤 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora