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CAPÍTULO 3

Steve no se consideraba dormilón, tenía que trabajar a diario y su despertador le levantaba desde muy temprano, la melodía que tenía era ruidosa y aguda, muchas veces molesta, pero cumplía su función de hacer que se levantara en cuestión de segundos.

En aquel momento no había ningún ruido irritante, había respiraciones suaves, no estaba su almohada hundida, sino un pequeño cojín y algo is rizos de Munson.

-Eddie... -Susurró frotándose los ojos avisando al contrario.

Steve se había dormido después en una de las "últimas" partidas de D&D en el sofá de la familia, Munson no tardó en seguirlo, se durmió sentando en el suelo y apoyando en tronco en el sofá.

-Eddie coño, despierta. -Volvió a susurrar colocando su mano sobre la cabeza del otro y moviéndola un poco de un lado a otro.

-Ya... ya,ya. -Respondió al fin. -Estoy despierto.

-¿Que hora es? -Harrington preguntó mientras volvía colocar suavemente algunos mechones que le había despeinado a Munson.

-Son las 10. -Miró el reloj casi con los ojos cerrados, haber descansado poco y que después Steve Harrington toque tu pelo suavemente era una invitación a dormir. 

-¿No tienes clase?

-Es sábado, cariño.

Aquel mote molestaba a Steve, por ello apareció la duda en su cabeza, "¿se lo digo? ¿No se lo digo? Steve tienes de decírselo, no seas un capullo."

-Cariño... me gusta. -Habló Harrington provocando que los ojos de Eddie se abrieran y girara la cabeza como un búho. -¿Pero sabes que me gusta más? Que sea viernes y no sábado.

Munson levantó una ceja en duda, ante la sonrisa superior de Steve se levantó y dirigió hacia la cocina, donde estaba el calendario.

-¡Joder! -Gritó, Harrington intentó no reír, pero sus esfuerzos fueron en vano. -¡Tienes que llevarme ya! -Volvió a exclamar volcándose la chaqueta y agarrando las manos de Steve para levantarlo del sofá.

-Vale, vale, además, en poco empieza mi turno. -Steve se dejó guiar por las manos de Munson hasta el coche, aquello le parecía divertido.

-¡Tenemos que llegar en 15 minutos! ¡No me puedo perder física! -Aquel metalero hablaba como un nerd, nunca se lo imaginó.

-No sabía que te gustasen tanto los estudios. -Dijo arrancando el coche.

-Y no me gustan, pero el 86 es mi año, esta vez me voy a esforzar al máximo y me graduaré. -Sonrió arreglándose y cambiando la posición de los anillos.

-¿Ese es tu sueño?

-Nah, sería un sueño estúpido, mi sueño es ser una estrella, que la gente desee escucharme tocar. -Imitó tocar una guitarra mientras sacaba sutilmente la lengua. -Será genial, esto es solo un paso intermedio para tocar con Metallica.

Steve suspiró, no conocía a Metallica ni otro grupo que le apasionara a Munson, él era más de Bowie, Europe, The police y si había suerte alguna canción de Aerosmith le podía parecer pegadiza, eso era lo más cerca que podría estar de los gustos de Eddie.

-Tienes un sueño muy grande. -Rió.

-¿Ah si? Pues cuéntame el tuyo, soy todo oídos. -Colocó su pelo detrás de las orejas, aquello le recordó a Steve a sus tiempos en el instituto cuando las chicas se ponían nerviosas al hablar con él.