CAPÍTULO 8

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Steve estaba aburrido, se había pasado la mañana en la tienda con Robin, ambos esperando a que fuese la hora de comer, la chica porque quería irse a su casa, ese día le tocaba a Steve durante todo el día, y Harrington deseaba que Munson llegara para hacerle compañía.

-Voy a estirar las piernas. -Buckley bostezó y salió, aunque no duró mucho, volvió enseguida con la cara iluminada. -¡Steve mira! -Señaló al lado.

El chico corrió hacia ella, estaban abriendo una nueva tienda a su lado, una tienda de música.

-Que pasada. -Sonrió viendo como terminaban de limpiar los cristales.

Durante las últimas semanas Robin y él apostaron sobre la tienda, Harrington estaba casi convencido que sería una tienda de zapatillas por la cantidad de cajas, y la chica soñaba con una heladería para volver a tener muestras gratis. Ninguno de los dos ganó, pero no les disgustó el resultado.

-Necesito que me hagas un favor. -Le dijo a Robin sin despegar ojo del cartel.

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Eddie salió feliz, había conseguido recibido dos notas aquel día, química obviamente suspenso, pero ese no le importaba, historia era el que le hizo sonreír mostrando los dientes en clase, un 6.4, ¡incluso el maestro le felicitó!

El resto de las horas a partir de ese momento fueron lentas, muy lentas, quería salir de aquel lugar y contarle a Steve sobre su nota, quería ver su reacción, quería que lo alagara como siempre hacia, quería que lo volviese a levantar del suelo en un abrazo sintiendo sus manos clavándose en su piel.

Tal vez por eso fue decepcionante cuando Robin Buckley le paró a la salida para decirle "Steve me ha dicho que no vayas a la tienda, ve a su casa y espérale ahí, cerrará temprano para llegar lo antes posible."

Ahí estaba, frente a la puerta de la familia Harrington, pasó saliva y decidido tocó el timbre.

-Oh... Eddie. -Le abrió la mujer de la casa intentando esbozar una sonrisa, llevaba manoplas en la mano, había estado cocinando.

-Hola suegra. -Sonrió.

-Steve está trabajando. -Habló cerrando la puerta un poco, mala suerte que se interpusiera el pie de Munson.

-Lo sé, me ha dicho que le espere aquí. -Sonrió inclinando la cabeza.

La señora le dejó pasar y Eddie subió a la habitación de Harrington, seguía tan ordenada como la última vez.

Se sentó en la cama y frotó sus muslos, ¿que debía hacer?, analizó la habitación de un lado a otro, hasta que vio un radio casete sobre la mesa del chico, decidió acercarse.

La maquina estaba un poco polvorienta, llevaba sin usarla mucho tiempo al parecer, la abrió para ver qué casete estaba puesto.

"Love Will Tear Us Apart" Munson rió por los gustos del otro hasta que le dio la vuelta, "Mi brillante Nancy", Eddie volvió a meter el casete y suspiró buscando otra cosa con la que distraerse.

Vio una estantería, reconoció la figura que estaba posada y se acercó rápidamente, Munson estaba feliz, Steve cuidaba muy bien de la figura que le regaló.

La sonrisa de Eddie se expandió todavía más cuando vio el resto de cosas que había sobre dicha estantería, la partitura que escribió, la piedra que le regaló y la camiseta de D&D bien doblada, ¿había hecho un espacio solo para las cosas que le regalaba?

Munson se tiró en la cama de Harrington mirando al techo, intentando procesar aquella estantería, pero no podía, cada vez que pensaba en ello reía y sus manos acababan en su cara.

18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora