10.- Sabiendo entender al otro.

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Después de aquella reunión con las fuerzas de la Marina DX, ellos ya estarán comenzando su plan para deshacerse de nuestra tripulación.

Pero en cambio del científico, este parecía tener otros planes repulsivos a parte de seguir sus órdenes.

Por alguna razón, él miraba con perversión el cartel de la navegante teniendo un pequeño plan en mente.

Pero dejemos eso para otra ocasión.

Nos centramos en cuando el elevador dejaba al científico en los pisos más profundos de la base donde vigilaria el proyecto que estaba armando.

Al abrirse las puertas, salió en dirigirse a los pasillos llenos de tubos humeantes por la alta calefacción.

Y eso era ya que la sala del fondo era más grande lleno de calderos que llenaban de vapor todo el lugar.

Además, se veían a varios mayores de edad cargando bolsas de carbón, herramientas de construcción y varios materiales de cuero y acero.

Pero lo que más se mostraba en la sala, era una clase de arma gigante que los ancianos construían sin parar de martillar y unir las vigas.

Los ancianos no paraban de sudar a cada paso que daban por el arduo trabajo que los forzaban a dar día y noche sin parar.

En eso, uno de los ancianos dejo caer una bolsa de carbón hasta desplomarse por el dolor que lo torturaba.

Anciano: Hey, levántate. Hay que terminar esto, rápido.

Pero ante la petición paranoica, el que cargaba el carbón no siquiera tenía fuerzas para moverse bien.

Anciano 2: N-no puedo... Mi cuerpo... Ya no responde... 'Dijo adolorido'.

Pero su sufrimiento sería interrumpido por un golpe de látigo golpeando al mayor haciéndolo gritar de dolor.

¿¿??: ¡¿Quién les dijo que podían descansar?!

Así, vemos al copeton quien se aseguraba en que los mayores sigan sus indicaciones.

¡Nadie tendrá ningún descanso hasta que el proyecto esté listo! ¡Ahora, muevanse! 'Dijo al patear al mayor'.

El otro anciano se acercó a su amigo en auxiliarlo mientras se arrodillaba frente al rubio.

Anciano: Porfavor, perdonelo. Ya no tenemos la misma fuerza de antes, necesitamos agua para seguir trabajando 'Dijo en clemencia'.

Bonbon: Pues lo tendrán cuando terminen, ahora a trabajar.

Sin más opción, los mayores se levantaban como podían tratando de sacar fuerzas en seguir con la orden por muy agotados que estén.

Maldición, estos viejos solo son peso muerto. No sirven para nada.

¿¿??: Pues más les vale seguir con el trabajo.

Así, vemos al científico llegar a la sala compartiendo el fastidio del copeton por la incompetencia de los ancianos.

Ya estoy cansado de cuidarlos.

Bonbon: ¡Ah, nii-chan! Que bueno que llegaste, estos viejos ya me están sacando de quisio. Solo están quejándose de dolor, tener hambre-

Burst: No vine para escuchar tus problemas, solo dime cómo va el proyecto.

Bonbon: Ah, el proyecto. Pues... Etto... Todo está de maravilla, ningún obstáculo en el camino 'Dijo al sonreír nervioso'.

Un tesoro entre el sombrero de pajaWhere stories live. Discover now