capítulo l

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La montaña Cang Qiong era un lugar apartado donde distintas criaturas vivían en paz sin ser cazados por los humanos y demonios.

Hace muchos años las criaturas vivían en bosques que rodeaban la montaña, pero los humanos y los demonios empezaron a entrar a los bosques y comenzaron a destruir sus hogares, asesinarlos por diversión o venderlos a traficantes, los pocos sobrevivientes se fueron recluyendo en el interior de la montaña.

La montaña era considerada como un lugar sagrado y peligroso, la mayoría de humanos y demonios que osaban entrar a la montaña no se volvía a saber de ellos y los pocos que salían vivos de esa montaña habían enloquecido para después suicidarse o simplemente desaparecer repentinamente.

La montaña estaba rodeada de una fuerte energía espiritual haciendo una barrera para que humanos y demonios con malas intenciones no pudieran entrar.

Por ello algunos humanos y demonios habían dejado de tratar de entrar a la montaña. Uno que otro humano o demonio se adentraba, sea por imprudencia, ambición, desesperación o estupidez, algunos de ellos lograban encontrar lo que estaban buscando, plantas medicinales que solo crecían en la montaña o piedras espirituales que se encontraban en los arroyos, lagunas o estanques. Algunos se perdían en la densa niebla para nunca más saber de ellos, la montaña castigaba a quienes lo merecían y protegía a los que creía dignos

La cima era custodiada por doce guardianes que eran escogidos desde su nacimiento entre todas las criaturas que habitan en los bosques, uno de ellos era un joven zorro de nueve colas llamado Shen Qinqiu.

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Era una mañana calida en le bosque de bambú, Shen Qinqiu se encontraba patrullando los límites de la montaña revisando que no hubiera nada fuera de lo común en la barrera, últimamente a sentido algo raro así que iría a revisar. Caminaba en su forma semi-humana, mostrando sus largas y esponjosas colas blancas, tan blancas que opacaban a la nieve misma, sus hermosos pero fríos ojos verdes brillaban gracias a los rayos del sol que pegaban en su cara. Shen Qinqiu era un joven zorro, el último de su especie gracias a la excesiva caza de los humanos a su raza.

Recordaba claramente como sus padres lo vendían a unos traficantes solo para salvarse el trasero, no le sorprendió ver como los traficantes mataran a sus padres en su cara cuando era apenas un cachorro, para luego ser vendido como mascota una maldita escoria, Qiu Jianlou, esa maldita escoria, deseó haberle torturado cuando tuvo la oportunidad. También recuerda claramente a un joven que le prometió volver por él y nunca volvió, creyó que había muerto, grata fue su sorpresa cuando descubrió que no lo estaba, estaba vivo, el desgraciado estaba viviendo una buena vida mientras que a él lo dejo en ese maldito infierno con la familia de los Qiu.

Mientras recordaba eso el joven zorro apretaba el abanico y su mirada se volvió sombría cuando divisó a quien menos quería ver.

-Xiao jiu...

-Zhanmeng-shixiong, ya le dije que no me volviera a llamar así-. Shen Qinqiu respondió fríamente con disgusto en su mirada.

Yue Qigyuan bajó la cabeza.

-Lo siento Qinqiu shidi.

-Qué es lo que está haciendo aquí Zhanmeng-shixiong?-. Pregunta mientras frunce el ceño.

-Este Zhanmeng vino aquí porque sintió una energía un tanto extraña-. Responde frunciendo un poco su ceño.

-Por lo visto este maestro no fue el único que lo sintió-. Respondió frunciendo el ceño mientras pensaba que era esa rara energía y el por qué la montaña le permitió quedarse.

-Asi es shidi, este shixiong estaba preocupado así que vino a revisar si no pasaba nada en tu territorio.

Shen Qinqiu solamente lo miró mientras se abanica con total gracia y elegancia para despues responder con frialdad.

-Este shidi cree que Zhanmeng-shixiong tiene demasiado trabajo para que esté perdiendo el tiempo en territorio ageno, este shidi le agradece a shixiong por su preocupación pero le pido que no se vuelva a meter en los asuntos de este shidi.

Al escuchar eso Yueqignyuan se desinfló, sus hombros se cayeron y su sonrisa serena vaciló.

-Este shixiong lo entiende y lo lamenta.-Dice mientras se inclina.-Entonces este se va.

Con eso Shen Qinqiu se inclina en despedida para después empezar a caminar pero la voz de Yueqignyuan lo detuvo.

-Qinqiu shidi, si es algo grave no olvides informarme sobre eso.

-Este shidi lo entiende, permiso-.Luego de eso Shen Qinqiu se fue caminando sin mirar atras a la persona que lo miraba con un gran anhelo y culpa. Después de que Shen Qinqiu se haya perdido de su vista este también se fue de regreso hacia su pico.

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~NOTA~

¡Hola buenos días, tardes o noches! Espero y hayan disfrutado este capítulo, está es mi primera historia así que lamento las faltas ortográficas, prometo mejorar en eso, sin más que escribir la autora se despide.

~BESITOS~



















~ POSDATA ~

Temen agua, coman y duerman bien


5:02 p.m

20/02/23

El Huli Jing Y El Demonio Celestial Where stories live. Discover now