Para Anna Rose los viajes en el tiempo solo pasaban en las peliculas , hasta que el gran trágico día llegó.
Una noche , una chica, una tormenta , un chico con muchos secretos. Las cosas no siempre son lo que parecen.
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Iván Esposito (Iván del futuro)
Desperté semidesnudo en medio de un bosque. Mis músculos dolían, mi piel ardía y mi respiración se sentía pesada. No me terminaba de acostumbrar a esto. Miré en todas las direcciones y solo había inmensos arboles con pequeñas gotas que caían al suelo. Mis pantalones se veían como la mierda y mi camisa blanca se convirtió en un color gris sucio. Tenia que encontrar una tienda de ropa para cambiarme y no sentirme fuera de lugar con esta gente. Salí de ese bosque y me dirigí hacia ese lugar donde se encontraba mi motivo.
El motivo del por qué estoy aquí. Ella
No estaba seguro en que lugar me encontraba, hasta que a lo lejos observé a varios alumnos con uniformes. Sonreí agradecido de no tener que caminar tantas horas y echarme a perder mis pies. Que por cierto se encontraban descalzos. Me escondí detrás de un árbol tratando de pasar desapercibido. No todos los días veías a un hombre semidesnudo y sucio caminar por las calles de colorado.
Mi paciencia se estaba yendo al carajo cuando no veía a la persona que estaba esperando. Esperé unos cuantos minutos , hasta que a lo lejos observé una cabellera castaña caminar hacia mí. Por suerte no se había percatado de mi presencia. Mi cuerpo se paralizó, como si esa castaña tuviera algún tipo de control sobre el y que no permitía que se moviera a menos que ella lo pidiera. Siempre fue así y esta vez no fue la excepción. Mi piel se erizó cuando sus ojos se pasearon por todo el lugar esperando encontrarse algo extraño. Avancé cuidadosamente hacia ella tratando de no asustarla, pero fue inútil ya que sus ojos se abrieron con sorpresa al verme. Mis ojos no dejaban de apreciarla, mis piernas se debilitaban poco a poco y no se diga de mi corazón, bombeaba como un maldito loco. No me di cuenta de mi acción hasta que noté como su expresión cambiaba de curiosa a una de terror.
Corrí hacia ella sabiendo que esto no era parte del plan, nada esto era parte de mi plan. Pero no me importó, yo solo quería... Detuve mis pasos al ver como lloraba por haberse lastimado su tobillo. No era mi intención lastimarla, jamás seria esa mi intención. Al darme cuenta de mi estúpido error, decidí volver a esconderme. Su mirada buscaba una señal de mí, pero ya no había nada.
La seguí hasta que una camioneta se aparcó cerca de ella. Suspiré tranquilo al verificar quienes eran los que conducían. Di media vuelta y caminé buscando una tienda de ropa en el camino. Me puse lo único que sabía que me quedaba siempre bien. Una camisa de vestir blanca y unos pantalones negros con rasgaduras en las rodillas. De zapatos me puse unos tenis blancos. Miré por ultima vez mi vestimenta en el espejo de la tienda y salí de ahí esperando encontrar algo de comer.
Anna Rose (presente) 2019
Mis brazos abrasaron mi cuerpo al sentir la briza fría que hacia esta noche. Me arrepentí al instante por no traer algún abrigo conmigo, definitivamente agarraría un resfriado. Observé la inmensa casa color champagne que se encontraba enfrente de nosotros. Chicos bastante felices y muy ebrios salían de la casa con vasos rojos en sus manos, a uno se le derramó su bebida en un su pantalón y lloriqueo como un bebé.
