Capítulo Final

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Presente 2025

Iván Esposito

Nota: Regresamos al 2025 pero del Iván del pasado, aun no pasa el accidente. Iván esperó 10 años para volver a viajar y evitar el accidente.

Despertar a un lado del amor de tu vida es una sensación única, te sientes libre, satisfecho, y feliz. Esa es la palabra que tanto había buscado y al final la encontré con Anna.

Amo ser su amor, amo ser amado por esta gran mujer, desde el día que la conocí supe que ella tenia algo peculiar y que iba a joder mi vida, en el buen sentido. Descubrí que ella era mi pasado, mi presente y mi futuro.

- Hola cielo.

Su suave voz me hacía cosquillas en el cuello.

- Déjame dormir un rato más – me quejé con la almohada en mi cara.

- Ya es hora, tienes una reunión importante.

"Esa jodida reunión" si supera que tipo de reunión es ,no estaría tan feliz.

La ignoré y seguí durmiendo, pero un cuerpo liviano se subió arriba de mi quitándome la movilidad por completo. Anna estaba arriba de mi con los brazos en jarras mirándome fijantemente.

- No me obligues a levantarte – su falsa molestia me hacia gracia.

- ¿Lo quieres intentar?

No dejé que respondiera, me lancé hacia ella, la cargué entre mis brazos y cambie los papeles, ella abajo y yo arriba.

- ¿Quieres seguir intentando? – pregunté a centímetros de su boca

- Suéltame – sus carcajadas se escuchaban por toda la habitación de nuestra casa. – Cielo me haces cosquillas.

Mis manos estaban a un lado de sus caderas.

Besé sus lindos labios, fue un beso profundo y duradero. Tomé su labio inferior y lo mordí hasta hacerla gemir. Quería más, pero su voz me detuvo.

- Iré con mi madre un rato y después pasaré al centro comercial.

- ¿Y a qué hora regresas?

- No muy tarde.

- ¿Tengo que ir?

Negó con la cabeza

Me levanté de su cuerpo y le ayudé a ella también.

- Te amo – susurré la palabra que me estaba escribiendo en el pecho.

- Llegaré en unas 2 horas – asentí viéndola marchar de la habitación.

Caminé directo al baño y me desvestí para darme una ducha rápida.

1 hora después me encontraba alistando mi traje negro que utilizaba todos los días para ir a mi propio bufete. Bajé por las escaleras viendo cada cuadro que adornaba la pared.

Durante la Tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora