16

1.2K 233 24
                                    

Sanzu se sentía feliz, pero todavía había cosas que debía aclarar y estaba seguro de que eso le iba a quitar toda alegría. Buscó a Kakucho en el edificio, pero no estaba por ningún lado, supuso que lo encontraría en su hogar personal. Sabe cómo llegar, lo han invitado a reuniones allí, pero siempre se había negado.

La verdad no se sorprende cuando nota que es un departamento en un área sencilla, escucha risas en el interior, alguien tocando la guitarra y cantos desafinados. No puede negar que se molesta un poco, toca un poco más fuerte de lo que planeaba. La música acústica se detiene, clava su vista en la mirilla, para que sepan que es él.

La puerta se abre, Kakucho lo mira extrañado—¿Qué pasa, Sanzu?

—Quería hablar contigo de algo—nota que en el interior están otros a los que también quería cuestionar—Aunque creo que estás ocupado con Koko e Inupi.

—Pasa, sólo estábamos pasando el rato—se quita para que el otro pueda entrar—¿De qué quieres hablar?

—De Takemichi—el nombre hace que los presentes le presten atención—Quiero decirles que ya sé cómo terminó en manos de Mikey—se miran entre ellos—Algo me dice que ustedes también lo saben, pero se hacen los que no.

—¿Y a ti qué te importa?—Inupi se pone a la defensiva

—Me importa porque estoy enamorado de él—la admisión los deja boquiabiertos—Estoy seguro de que ustedes saben más de lo que aseguran.

—¿Qué es lo que tratas de decir?

—Lo que quiero decir es que ustedes tienen pleno conocimiento de toda la mierda que Mikey ha hecho

—Diablos, ya no lo llamas rey—Koko se frota el rostro—Okey—suspira apretando los labios—Nosotros lo sabíamos, antes de que lo trajera y eso—Inupi desvía la mirada avergonzado—Manteníamos contacto con él, dijo que sentía que alguien lo estaba siguiendo, que había un auto que se estacionaba del otro lado de su casa—Sanzu tiene que sentarse, porque siente que su cuerpo está temblando—Le dijimos que seguro era paranoia, no estábamos seguros de que fuera Mikey, Kakucho lo supo cuando le ordenaron recoger a la cita del jefe.

—¿Por qué no hicieron nada?—trata de estar tranquilo—En cuanto vieron que Michi tenía razón.

—¿Qué se supone que íbamos a hacer?—Kakucho muerde su labio inferior—¿Crees que teníamos chances de sobrevivir si hubiéramos intervenido?

—Entonces simplemente dejaron que Takemichi viviera en una jaula de oro, soportando maltratos de Mikey, porque eso también lo sé—Todos tratan de mirar cualquier lugar que no 

sean los ojos de Sanzu—Es obvio que es golpeado por él, que ustedes lo ven herido y nadie hace nada—Inupi abre la boca para decir algo, pero al final nada sale de su boca—Ustedes dicen que lo quieren, pero en realidad no les importa lo que suceda con él, simplemente fingen que no es infeliz, ignoran sus dolores y sus pesares.

—¿Y tú vas a hacer algo?—Kakucho da un manotazo en el sillón—Estoy seguro de que no.

—Lo haré, yo voy a liberarlo de esta miseria y si no fuera por él, todos ustedes estarían muertos.

Sanzu sale del departamento con un portazo que hace retumbar las ventanas. Ninguno de ellos se atreve a decir nada. Por su parte el pelirosa maneja hasta la veterinaria, aunque esta vez no quiere ver a Chifuyu, él también es un cobarde.

—Kazutora—el aludido levanta la mirada de su celular—¿Cuánto deseas liberar a Takemichi?

—Tanto como Keisuke hubiera querido.

___________________

Cortito, pero es para ir preparando camino uwu

Lágrimas de pólvora ( SanTake )Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt