FALLEN [SAGA CAIDOS #1]

Capitulo 39

-Lexie.

Mi asistente entra con la cabeza baja.

-Dígame Srta. Gallagher.

- ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro que sí- sigue sin mirarme.

Aprieto los dientes.

-Como un ser humano a otro, durante estos dos minutos no soy tu jefa, puedes considerarme una amiga.

Me hierve la sangre cada palabra, pero es algo que tengo que hacer, tengo que saber.

- ¿Estas consciente de lo que hiciste? Mejor dicho con quién.

Lexie asiente.

- ¿Sabes que fue lo más estúpido que pudiste haber hecho?

Mira quien habla.

Vuelve a asentir. No había hablado con Lexie de lo que paso, no me atrevía, pero necesito saber lo que paso, mi mente da tantas vueltas, necesito saber la verdad antes de este viaje, y sé que no la sabre por medio de Theo.

-Lo lamento.

Odio esas palabras.

- ¿Qué fue lo que paso?

Lexie se sonroja.

- ¿El Sr. Walker y usted...?

-No- me aclaro la garganta-, pero conozco su reputación, y lo creas o no me preocupo por ti, no quiero que seas parte de sus escándalo.

Mentira, mentira, mentira.

-Bu-Bueno es que...-enreda un mechón en su dedo- si paso algo... El Sr. Walker había bebido y estaba en el mismo club en la que mis amigos y yo...

Mi pecho se contrae, el nudo en mi garganta se hace mas grande, bajo la mirada. Muerdo el interior de mi mejilla para no decir nada, no mido mi fuerza y saboreo el metálico sabor de mi sangre en mi boca.

-Me apena decirlo- si y a mi me dan ganas de darte una bofetada pero aquí estamos-, el... bueno cuando estaba a punto de besarme- no estaba segura de que pueda escuchar más-, dijo algo que...- se muerde el labio.

- ¡Por Dios, dilo de una puta vez!

- ¡Dijo su nombre!

Estoy segura de que mi corazón se detiene por un segundo, el mundo se congelo, habría caído sobre mi trasero si no estuviera sentada. Mis palmas se vuelven húmedas.

- ¿Qué?

-Lo dijo con los ojos cerrados cuando los abrió el parecía arrepentido, se disculpó y se fue, eso fue todo, la mañana siguiente lo veo aquí y no lo pude ver a la cara.

No puedes vera nadie a la cara.

- ¿Qué?

No existe otra palabra en mi boca.

No sobre pienses, seguramente lo confundió por desear. No es lo que pensé. No para nada.

Es ridículo, como el puede quererme. Como yo, puedo quererlo.

-Estaba ebrio, lo más probable y seguro fue que no sabía lo que decía- no se si lo digo para mi o para ella.

Incluso pensarlo me hace querer reír y vomitar, no necesariamente en ese orden.

-Srta. Gallagher- Lexie me despierta de mis propios pensamientos- ¿Me...me va a despedir por esto?

Si.