LINDO - YUNANDO / FINALIZADO

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"Narra la narradora que narra normalmente la historia de esta narracion muy narrativa..."

Yun tenia su cansada mirada puesta sobre Armando quien se encontraba hablando con sus empleados calmadamente En Presencia de  algunos clientes que habian llegado a darles quejas sobre estos mismos.

Manteniendo en todo momento aquel semblante sereno que le caracterizaba.

Pero aun asi, el menor podia notar facilmente aquel enojo que el podia ver a metros de distancia.

Bueno, ¿Que daño podia causar el dejar que lo siguieran atosigando?...

Mas aun si armando no era alguien que se pusiera armar algun escandalo, ni por mas molesto que se le mirara.

Yun salio de sus pensamientos al escuchar como su nombre era mencionado, notando rapidamente lo rigido que se habia puesto Armando en cuestion de segundos.

Y tan rapido como noto aquella postura, la cual solo ultilizaba en los intercambios con otras organizaciónes, camino con rapidez asta donde el mayor se encontraba.

Tomando con suavidad entre sus dos pequeñas y delgadas manos la las grande de Armando.

Llamando rapidamente su atencion, quien desvio su mirada hacia el, al sentir su suave tacto sobre su piel.

Relajando sus facciones, al encontrarse con los ojos del pelirrojo.

-Almando? - habia hablado con suavidad, para sorpresa de todos los presentes, mientras jalaba una de sus manos sin fuerza.

-¿Ah pasado algo? - habian sido las unicas palabras que habian salido de su boca, separando sus manos, llevando una hacia su pequeño rostro, dejando una suave caricia sobre sus ahora rojizas mejillas.

Y simplemente se queso alli mirandole con calma, sabiendo que al final nisiquiera era realmente necesario que contestara algo, y Armando confirmo lo que habia pensado, al entrelazar sus manos, para caminar hacia el estacionamiento privado de los trabajadores, caminando directamente hacia su auto, abriendolo y subiendo ambos.

-¿Tu casa o la mia?- Pregunto con calma, mirandole con una sonrisa sobre su atractivo rostro, mirando directamente a sus ojos verdes, sintiendo que podria perderse en su mirada con facilidad.

-La tuya - respondio con sus mejillas rojas, desviando su mirada, hacia la vrntana del auto, notando que ya no estaban en el taller, soltando un pequeño suspiro en el momento.

Y sonrio complacido al saber que al final terminaria durmiendo junto a Armando toda la tarde, como habia querido desde que habia comenzado el dia, pero habia sido arrastrado al trabajo por el mayor.

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