Desde aquel día lleno de música, alcohol, sexo y drogas, al sentir síntomas de aquello tan temido por cualquier omega universitario, se juró encontrar al responsable de quien destruyó su futuro por completo.
Y para su fortuna, tres personas eran la...
-Tengo una alergia. Es eso. -Beomgyu salió del cubículo con la nariz rojita, ojos rojitos y moqueando.
-¿Estás seguro? -Soobin se acercó. Pero el castaño se alejó de él con el ceño fruncido.
-Lo estoy. No te acerques a mí, por favor.
-Pero... -no sabía de repente porque la reacción brusca del menor, sin embargo, no le molestó más, quedándose callado.
-¿Necesitas algo?... -Kai preguntó. -¿Alguna toallita o agua tal vez?
-No... -miró de reojo a Soobin. Sentía celos y asco cada vez que lo veía a él y a su vientre cada vez más abultado.-Me siento muy mal... no debí desayunar pancakes con-carraspeó-miel.
-¿Eres alérgico a la miel? -Soobin no entendió. Y Beomgyu suspiró.
-Tal vez al pancake, no lo sé. Creo que debería de retirarme a casa.
-Pero hyung...
Hizo el ademán de hacer callar al beta, para después intentar escabullirse de los baños.
-Tomé tu maletín por el libro que tenías si no te molesta. Nos vemos.-mentira. Eran por las toallas húmedas que tenía Kai, y que usó para limpiarse las lágrimas.
Salió, Soobin y Hueningkai se vieron entre sí.
-Beomgyu-hyung está algo raro...
El pelinegro bajó la vista. Decaído.
-No sé si usted lo notó... Y creo que ni siquiera lo sabe pero...
Lo vio interesado, el tono del beta delataba tristeza.
-Pero... pero Tae y Beomgyu hyungs están cada vez más distanciados.
-¿Distanciados?
-Sí... no sé porqué, pero... el ambiente se ha puesto muy tenso entre nosotros desde hace... ¿una semana? Creo que pasa algo entre ellos que no sabemos.
-Ahora que lo dices, tienes razón...
Las miradas fulminantes que ambos compartían, casi nunca se dirigían la palabra a diferencia de antes y las veces en que ni si quiera se miraban.
-Sí... y otra cosa es que, Beomgyu me dijo hace unos días que no se estaba sintiendo bien. Que no dormía nada y que constantemente sentía dolores en el cuerpo.
-¿Qué?... ¿Cómo es que no me dijo eso a mí?
No podía creer que muy a pesar de que su amigo estuviese pasando por eso, le preguntaba sobre su salud y cómo estaba. Soobin también quería apoyar a su menor amigo, así como él le había demostrado su ayuda.
-No lo sé... supongo que porque últimamente usted se va más con Yeonjun-hyung que con nosotros.-habló en un tono molesto. Sin querer.
-¿Con hyung?... no es cierto, sólo son algunas veces... igual, no es razón para que no me lo diga... -musitó apenado. Hueningkai apretó los labios. -Tengo que hablar con él... con él y con Taehyun.
Hueningkai quiso hablar, pero de inmediato vio a su mayor voltearse e irse con rapidez del baño.
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-Sólo lleva un par de preservativos a la mano y disfruta de tu vida sexual, no lo sé. -murmura con su mano descansando en su mejilla. Mientras mira a un grupo de personas amontonarse, alrededor de una omega que llora escandalizada.-¿No es algo tan simple?
Yeonjun no le toma atención. Más juega con su tenedor que sostiene una buena porción de fideos candentes. Mirando a la nada y sumergido en sus pensamientos.
-¿Te sientes bien?
-La verdad es que no. -confiesa.
-¿Y eso por qué?
-No lo sé... supongo porque dentro de poco comienzan las evaluaciones.
-Pero eres inteligente y nunca te preocupas por eso. Es otra cosa, ¿verdad?
El rubio soltó un suspiro.
-No... siento que algo anda mal. -musita.
Wooyoung sabe lo que es.
-Estuve escuchando un poco. ¿Soobin encontró a su alfa?-enarcó una sonrisa al ver la reacción de su mejor amigo.
-No exactamente. Dice que tiene el presentimiento, es decir que no lo es.
-¿Y si tiene razón?
De nuevo llegó ese dolor de cabeza.
-Es que no puede. No encaja, Wooyoung. Es algo... que no tiene sentido. -dijo con el ceño fruncido.
-¿Y por qué no?
Yeonjun lo vio con confusión.
-Es una corazonada que tengo.
Su amigo estaba raro.
-¿Es porque te gusta? ¿Por eso no quieres aceptarlo?
El rubio lo miró con una mueca.
-¿Entonces sí?
-Te he dicho miles de veces que Soobin no me gusta, Wooyoung. -reclamó.
-No parece.-suelta una risa. De nuevo el rubio lo ve con un mohín.-Hablando de eso, ¿Recuerdas cuando te hablé de Yuna?, la que...
Lo que dijo después el pelinegro fue ignorado con totalidad por el rubio. No entendía muy bien qué era lo que sentía, mas no se rendiría en continuar molestando al alfa de nombre Taehyun, ni mucho menos dejaría de ser apegado al omega en cinta.
Porque el sentía que algo no cuadraba, y desde ese momento decidió hacer algo más que sólo insistirle a Soobin en comer sus alimentos en su debida hora.
