All For Love ||James Potter||

3. De Vuelta a Hogwarts

9 de enero de 1976

Habíamos vuelto ayer tarde a Hogwarts, obviamente cenamos y escuchamos el discurso de Dumbledore y yo busque con la mirada en toda la cena a Reg. Sirius pensó que lo mejor para mí al menos por unos días sería quedarme con él. No vi por ningún lado a Reg y empece a pensar lo peor. Pensaba que le había paso algo malo porque ni los chicos me estaban viendo. Supongo que mañana iría antes a la Sala Común de Slytherin para buscarlo y saber como esta.

Habían pasado unos días desde mi beso con James y la verdad es que no paraba de pensar en eso, incluso Marlene se dio cuenta de que algo me pasaba así que una vez que terminamos de cenar fui con los chicos a la Sala Común de Gryffindor y Marlene tiro de mí para ir a su habitación, la cual compartía con Lily, Dorcas y Mary. Según ellas harían algo para que pudiéramos dormir todas juntas. 

La idea no me disgustaba para nada, es mas las cuatro me caían de maravilla y eran unas chicas increíbles. Así que les conté todo y las cuatro gritaron de emoción mientras yo estaba demasiado sonrojada. Nunca pensé que James Potter me besaría, era algo demasiado surrealista, pero lindo.

James era un chico demasiado adorable y era muy buena persona para estar con alguien como yo, pero la idea de ser algo mas no me desagradaba para nada y se lo dije a las chicas que me veían demasiado emocionadas por ello.

—Estoy segura de que a James le gustas demasiado, además se le ve en sus ojos lo enamorado que está de ti, pequeña Helena —voltee los ojos divertida.

—Estoy de acuerdo con Marlene Helena, James cuando te ve se le ve un brillo muy lindo en sus ojos y a ti también se te ve ese brillo —me dijo esta vez Lily con una gran sonrisa.

—¿A ti te gusta Helena? —me pregunto Mary comiendo unas golosinas que habíamos comprado del carrito para tener por si hacíamos alguna fiesta de pijamas o para este momento la verdad.

—Es algo raro porque siempre lo vi como el idiota del mejor amigo de mi hermano. No voy a negarlo, es bastante lindo, atento, cariñoso, divertido y me siento muy bien a su lado, pero aun así, si los dos estuviéramos enamorados no se podría dar porque no soy la mejor persona del mundo. No soy lo mejor para él, él se merece lo mejor del mundo yo solo soy una chica con una familia horrible que no se merece ser feliz según mi madre —Marlene se acerco a mí y me agarro con cuidado los hombros y la mire con lágrimas en los ojos.

—Escuchame atentamente, eres la chica mas fuerte que conozco, no eres mala persona Helena. Eres una persona buena que le han ocurrido cosas malas y aun así dejaste que eso no te cambiara y seguiste ayudando a la gente. Obvio que te mereces ser feliz, eres una maravillosa chica que se merece lo mejor del mundo —Lily también se acerco.

—Eres una buena persona Helena, nunca lo olvides —las vi con una pequeña sonrisa.

—Gracias chicas por todo —Mary y Dorcas también se acercaron a nosotras y nos dimos las cinco un gran abrazo.

—No es nada pequeña Black, ya sabes que cualquier cosa que necesites estaremos ahí para ti para apoyarte en todo, para eso están las mejores amigas —me dijo una vez Dorcas cuando nos separamos.

Ahora me encontraba de camino a mi primera clase que era Pociones, era un infierno tener a primera hora pociones, lo bueno es que era bastante buena en la asignatura, mejor dicho, ella la mejor en todas las asignaturas y estaba muy orgullosa de mí por ser tan inteligente. Mamá no era muy de felicitar a sus ojos y para ella todo estaba mal, Euphemia, en cambio, siempre se intereso por mí y era mas madre que mi propia madre. Por una parte, me alegraba demasiado de vivir con los Potter, aunque en ningún momento deje de pensar en 

Euphemia y Fleamont nos ayudaron en todo y aún estaban intentando saber como tener también a Regulus. Fue difícil contarle a ella todo lo que había vivido en mi casa, pero al final logre soltar todo y me había sentado bastante bien eso. 

Fue como quitarme un peso de encima, era una sensación demasiado buena la verdad.

—¡Helena! —me giré para encontrarme a James corriendo hacia mí con una gran sonrisa.

—Hola Jamie —sonreí cuando ya estaba cerca de mí.

—Solo quería saber como estas y si necesitas algo —me pregunto él nervioso.

—Estoy bien, gracias. No te preocupes James, ahora ya estamos en Hogwarts y estoy a salvo así que muchas gracias por todo, en serio —él asintió con una gran sonrisa.

—No es nada Helena, me alegra saber que estás bien. Bueno, quería preguntarte algo, si no te importa claro —asentí con una sonrisa.

—Claro Jamie, dime —estaba muy nervioso algo que se me hacía demasiado adorable.

—Bueno, ¿te gustaría salir conmigo en la próxima salida de Hogsmeade? Claro entenderé perfectamente si no quieres, tampoco es plan de que vayas si no quieres, pero tal vez así puedas distraerte y bueno... —estaba muy nervioso, así que lo interrumpí porque la verdad es que si tenía muchísimas ganas de ir con él a Hogsmeade.

—James, calmate un momento, ¿vale? —él asintió arreglándose las gafas nervioso— Claro que me encantaría ir contigo a una cita en Hogsmeade, así que por mí encantada de ir contigo a Hogsmeade, seguro que nos lo pasamos genial.

—Perfecto, en serio me hace muy feliz saber que aceptaste, te prometo que nos divertiremos mucho —asentí.

—Bueno, yo debo ir a mi clase. Así que nos vemos luego Jamie —él asintió y se acerco a mí emocionado para darme un beso en la mejilla y correr hacia la otra dirección.

—¡Te quiero mucho Helena! —grito antes de desaparecer por otro pasillo. Mis mejillas se tiñeron de rojo y caminé a mi clase con una gran sonrisa.

Al llegar ya estaba Regulus ahí así que me acerque a él y me senté a su lado, él me miro con una pequeña sonrisa.

—Regulus... —susurre.

—Helena... —los dos nos fundimos en un fuerte abrazo, mientras me mordía el labio para no llorar. Lo había extrañado demasiado al idiota de mi mellizo.

—Nosotros tenemos una conversacion pendiente —le dije aún abrazándolo fuerte.

—Lo sé, te prometo que lo hablaremos hoy —asentí.

El profesor y los demás alumnos llegaron. Empezó la clase y los dos estuvimos atentos a la clase, me alegraba demasiado verlo y estaríamos estos meses juntos, algo bueno a decir verdad. 

Era mi hermano, por lo cual también era mi responsabilidad y jamás me perdonaría que algo malo le pasara. No podría soportarlo, así que estaba feliz de tenerlo a mi lado de vuelta, porque siempre seríamos Sirius, Regulus y Helena contra el mundo. Me alegraba que nuestra relación de hermanos no se hubiera deteriorado, porque si eso hubiera pasado, me hubiera roto el alma, porque los dos eran muy importantes para mí y no quería perderlos nunca.

NOTA DE LA AUTORA

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