Wei Wuxian vuelve a la vida después de dieciséis años. Su aspecto físico sigue siendo el mismo que tenía antes de caer al abismo en la batalla de Ciudad sin Noche.
Se encuentra en un lugar frío en los Recesos de las Nubes. Confundido y desorientado...
Antes de leer: Xiao Xicheng y Song Lan nunca se separaron. No hay tragedia para ellos en esta historia.
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La invitación de Gusu Lan había llegado hace aproximadamente un mes y Xiao Xicheng con su esposo no sabían como proceder a que su hija fuera una de las cultivadoras invitadas a la conferencia que se presentaba cada año en las montañas.
Siendo cultivadores deshonestos habían pasado su vida recorriendo cada pueblo o ciudad que presentara algún problema. Recorriendo cada tierra que una secta no fuera capaz de proporcionar un trabajo para ayudar a quienes más lo necesitaban. Pero eso había cambiando en algún momento cuándo su hija llegó a sus vidas. Se quedaban más tiempo en un mismo lugar, en especial los primeros años cuándo ella era mucho más pequeña.
Xiao Ying fue la luz que los unió cuándo sus mundos pudieron haberse separado. Ahora mira a su esposo prendiendo una fogata junto a su hija y comprende que nunca hubiera podido sobrevivir a un camino sin ellos.
Ella se sienta a su lado después de terminar con el fuego y toma la invitación de sus manos. Sabe que la decisión es difícil y no importa lo que le dictamine a seguir, apoyarán lo que ella crea que es mejor.
—A-Ying—. Pronuncia dándole primero una mirada a su esposo el cuál le da un pequeño asentamiento para que pueda proseguir. —No queremos que esto sea un presión para ti. Ambos te apoyaremos cuál sea la respuesta.
En los quince años que llevaban juntos habían aprendido entre los tres a comunicarse con sus miradas cuándo las palabras no llegaban o eran escasas. Su esposo siempre ha sido un hombre serio y callado al igual que su hija, pero ambos esconden una amabilidad que supera con creces la primera impresión que dan al resto de las personas.
Recuerda el día en que Xiao Ying estuvo en sus brazos, siendo una bebé con tan solo unos días de vida. Llegó cuándo el mundo del cultivo se caía a pedazos y la muerte del Patriarca de Yiling se celebraba en las grandes sectas. Ella fue rescatada por él cuándo una bestia había acabado con su familia, así fue como lo encontró Son Lang una semana después, cuando buscaba maneras de poder ser un buen padre para una niña que lo había perdido todo.
Las pesadillas llegaron con su bebé cuándo ella tan solo tenía dos años. Esas noches la protegía con su esposo de todo lo que esos sueños malos le hacían a su corazón. Dónde les relataba en sus tiernas y asustadas palabras que veía un mundo que no había vivido. Dejaba que su bebé llorara en sus brazos mientras él y su esposo le dedicaban palabras de amor y protección.
Su A-Ying fue creciendo mientras absorbía el conocimiento médico a su alrededor. La medicina curativa llamó su atención desde sus ocho años de edad, cuándo por primera vez vio la muerte en sus ojos al no tener los medios suficientes para salvar a un adulto mayor de una infección pulmonar. Él y su esposo encontraron al mayor a las afueras de un pueblo en condiciones de salud lamentable, ningún curandero residía en la localidad y el anciano falleció cuándo su hija miraba impotente el final de su vida tan fuera de sus capacidades.
