PARADISE¹ - YEONBIN

CAPITULO 17

Estoy sentado frente a él en su oficina hablando sobre mi recontratación, tiene una manera excelente de convencerme a hacer lo que quiera.

Aunque yo también quería volver.

Revisa los papeles seriamente como si hubiera algo que pensar, me encanta que se comporte de esta manera.

Tan seria que me enloquece.

Acaricio su pierna discretamente con mi pie y suspira alto, su mirada no deja los papeles pero su boca lo delata porque muerde su labio.

─Contratado ─dice soltando los papeles, se levanta de la silla y va a la mía.

Adivino su movimiento y me pongo de pie para esperarlo, me toma de la cintura fuertemente y coloca sus labios sobre los míos.

Imaginaba que algo así pasaría porque misteriosamente decidió bajar las cortinas de su oficina cuando casi nunca lo hace.

Me separo lentamente pero no resisto la tentación y muerdo ligeramente su labio antes de alejarnos.

Me mira con una sonrisa de lado y me carga dejándome sentado en su escritorio, soba mis piernas mientras me sigue sonriendo.

─Gracias por corresponderme ─dice luego de besar mi barbilla─ no pensaba que esto pasaría.

─Lo mismo me pasó, no esperaba que me correspondieras.

─Entonces, ¿Desde cuándo te atraigo?

─Desde que supe que me gustan los hombres ─confieso agachando la mirada─ también recuerdo el viaje que dices, fue nuestra última salida fuera del país, cuando regresamos te comprometiste con Ye Ji.

─Por eso te alejaste.

Asiento tomándolo por su cabello y juego con él, le regalo una sonrisa y dejo un corto beso en sus labios.

─Por eso me comprometí también ─asegura tomando mi mano─ debía alejarme de ti antes de intentar cometer un locura, admito que creí que me enamoré de ella, me dolió que me dejara pero cuando tú lo hiciste dolió el triple.

─Lamento haberme ido.

─Tuviste tus razones ─comprende tomándome de la barbilla─ pero también las tuviste para volver lo que significa más para mí, porque esa razón soy yo.

Me acerca de nuevo a sus labios y me besa dulcemente, su lengua acaricia la mía, siendo lento y cuidadoso saboreando todo lo que le puedo dar.

Se separa de nuevo pero sigue con su mano deteniendo mi barbilla.

─Lamento el daño que te hice con lo de Ye Ji.

─¿Volverás con ella?

─No, me haré cargo del niño que viene en camino y espero que me apoyes en eso porque no es justo dejarla sola, pero ella termino lo nuestro y no tenemos ningún tipo de relación.

─Entonces, ¿Nosotros...?

─Señor Choi, ¿Puedo pasar? ─preguntan desde la puerta.

Me bajo del escritorio y él lo rodea sentándose adecuadamente igual que yo.

Acomoda su camisa quitando un par de arrugas que le han quedado e intenta controlar su respiración.

─Sí, adelante ─responde fuerte.

La puerta se abre y Tae Hyun entra con una montaña de carpetas sobre sus manos que lo impiden ver bien.

─Aquí están todos los informes que me pidió ─afirma apenas audible─ vaya, no sabía que Soo Bin hacía todo esto.

De hecho no hacía tanto, no es necesario.

─Hola Tae Hyun ─saludo levantándome de la silla y lo ayudo a cargar los papeles.

─¡Soo Bin, volviste! ─celebra y me abraza cuando el montón de carpetas ocupan la mesa─ ¡Te extrañé mucho!

─Y yo a ti ─confirmo riendo cuando escucho el carraspeo de una garganta, giro el rostro encontrándome con Yeon Jun que me mira seriamente─ Bueno, ¿Qué es todo esto?

Cuestiono separándome para no meterme en problemas.

─Como hacía falta un asistente, el señor Choi me pidió que te cubriera, cielos, no sabía que debías hacer un informe diario acerca de cuantos cafés se toman en este piso, cuantas donas se comen y las veces que van al baño, tu trabajo es muy difícil.

Miro a mi jefe acusadoramente pero el desvía la vista mirando a su corbata como si fuera la cosa más interesante del mundo.

─Claro... pero ya estoy aquí, yo me haré cargo ─digo viendo a mi amigo de nuevo─ no te preocupes.

─Muchas gracias Soo Bin, con permiso señor Choi ─se despide saliendo de la oficina.

─¿Debería preguntar? ─cuestiono al mayor sentándome frente a él.

─Honestamente creí que salías con él, no podía despedirlo porque es bueno pero debía hacer algo ─dice alzando los hombros como si no le importara─ en fin, ahora que estás en la oficina de nuevo ve a hacer tu trabajo.

Asiento pero ruedo los ojos y salgo de su oficina, no puedo creer que el mismo hombre que me folló de manera tan despiadada anoche sea el mismo niño que se comporta tan infantilmente.

Pero esa misma dualidad entre inocencia y posesividad es lo que lo hace especial.

Enciendo mi computadora y comienzo con lo mío, extrañaba esto, podrá sonar muy sumiso pero me gusta servirle.

Me gusta hacerlo feliz.

Me gusta obedecerlo.

Pero solo a él.

Continuo respondiendo como siempre, hago algunos respaldos de archivos que sé son muy necesarios en caso de cualquier desperfecto en los sistemas.

El día se pasó muy rápido porque estoy donde debo estar, casi es hora de salir.

─Disculpa, vine a ver a Yeon Jun ─esa maldita voz se hace presente arruinando mi momento.

─Claro, pasa ─permito sonriendo falsamente.

Asiente y entra a la oficina, giro un poco para ver las cortinas caer pero no pasa, ella se sienta frente a él pero no hay nada que tape la vista.

Ye Ji parece buscar algo en su bolso y como está distraída mi tío aprovecha para mirarme y me guiña un ojo con una gran sonrisa.

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