Brothers Love (Omegaverse)

6

—solo me preguntaba si él te había dicho algo, sé a qué le temes, pero yo no pienso correr a él— dijo mientras aún miraba el bosque y como el sol se filtraba por las ramas de los grandes árboles.

Mi corazón se oprimió de ternura y agradecimiento.

—muchos me dijeron lo mismo

—no me pongas como los del montón, creo que por eso me elegiste, porque yo no soy como el montón— me miró y sentí mi corazón latir con fuerza cunado nuestras miradas se conectaron.

—hace bastante frío— susurré mirándolo embelesado. Me quité el Hoddie y se lo di.

—gracias— se sonrojó un poco, y sentí que yo también me sonrojaba.

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[Narrador omnisciente]

Por otro lado, las primeras clases habían pasado normales, pero a la hora del almuerzo el Omega se percató que su hermano ya no estaba solo como otras veces, ahora era acompañado de ese Beta, todas las miradas estaban en ellos desde que llegaron juntos con las manos entrelazadas.

Sintió cuando alguien se puso a su lado a observar la misma escena que él.

—te lo dije, él no mira a nadie más— Un gruñido fue la única respuesta que recibió— mira, hasta le dio su Hoddie, su favorito. Debe ser muy importante para él, pero más importante, ¿Qué haces solo y por qué no estás rodeado de personas?

—no estoy de humor para estar rodeado de tanta gente estúpida.

—que mala suerte que no puedas alejarte de ti mismo, en fin, yo me voy con Todd.

El Omega se movió en dirección a dónde había visto a su novio dejando a su otro hermano solo, tal y como le había dicho que quería estar, pero en su momento de soledad no quitó su mirada de aquella pareja que le sacaba gruñidos involuntarios del coraje.

Si mirada parecía balas pues aquel Beta la sintió y volteó a ver en su dirección, sus miradas se cruzaron y como si fueran enemigos aquel chico lo miró con odio, después le susurró algo a su acompañante quién también se fijó de su mirada para después levantarse e irse.

Se sentía ofendido y su lobo luchaba para salir y correr para separarlos, él no podía ser de nadie más que él. Y odiaba que ese idiota no lo deje en paz.

[Pov. Ethan]

—no te preocupes, en algún momento desistirá y te dejará en paz— le dije para aligerar el ambiente, nos quitamos de la cafetería porque Cassian nos miraba enojado y para evitar problemas mejor nos fuimos, no quisiera que me pida un duelo porque jamás podría contra él.

Es muy común que cuando dos Alfas quieren al mismo Omega o Beta se debatieran en un duelo para quedarse con él o ella, era muy común hace años, ahora solo uno que otro que sigue creyendo que Betas y Omegas no tienen derechos siguen haciendo eso, claro que si te piden un duelo no puedes rechazarlo. La única forma de liberarte del duelo es si es tu pareja destinada, pero las parejas destinadas se dejaron de ver desde hace muchos años, llevan décadas sin aparecer.

—¿Por qué necesitabas un novio falso?— me preguntó mientras caminábamos para matar el tiempo.

—mi padre me estaba presionando.

—es raro, aún eres joven, ¿Por qué te presiona para tener pareja? Tu hermano mayor no tiene una.

—bueno, lo que pasa es que un día Dante vio marcas de mordidas en mi cuello y pensó que ya tenía pareja y como las mordidas desaparecieron pensaron que era un Beta.

—¿Eso que tiene?

—¿No lo entiendes?

—no, tu hermano se revuelca con cualquiera, ¿Por qué tú no podrías?

—porque una mordida significa un lazo, un lazo significa que las dos partes quieren estar unidas para siempre. Cassian nunca ha tenido mordidas ni tampoco ha mordido a alguien— un escalofrío me recorrió cuando recordé como mordía mi cuello con desesperación.

—entiendo, entonces ¿Por qué no le llevaste a la persona que te mordió?

—porque...— dudé, ¿Era buena idea contarle? Me ha ayudado sin pedir nada a cambio, pero ¿y si es una trampa? No puedo arriesgarme — no es algo que tengas que saber.

Él solo asintió y aceptó que no le diga, lo comprende y le agradezco eso, pero no pienso soltar algo como eso así como así.

El sonido de la campana anunciando el final del almuerzo sonó y Koran se despidió de mi con un beso en la mejilla, me quedé de piedra y mi cara se volvió roja totalmente.

Me sonrió y se alejó a pasó apresurado y yo seguía en shock en medio del pasillo hasta que un cuerpo grande me empujó con su hombro haciéndome volver a la realidad.

—fijate cuando camines idiota— dije molesto, Cassian se giró y regresó sus pasos hasta ponerse frente a mi.

—¿Qué dijiste?— gruñó

—Que utilices tus putos ojos, porque quiero creer que al menos sirven más que tu cerebro de mierda, i-dio-ta, ¿O tu cerebro de insecto no logra procesar lo que digo?

Sus ojos se volvieron color escarlata.

—estas tentando a la muerte, abre bien tus ojos porque las visitas inesperadas pueden ser la razón de tu desgracia— susurró con una sonrisa torcida. Al terminar de hablar los ojos de Cassian volvieron a la normalidad pero en ellos había miedo, sin decir palabra alguna se dio la vuelta para perderse entre la gente que saturaban los pasillos.

Algunas personas nos habían mirado atentamente como esperando que de la nada nos agarremos a golpes o que Cassian me rete a un duelo o algo que le ponga emoción a sus vidas de mierda. Sin tampoco esperar nada fui a mi aula en la que la clase ya había empezado.

Mi profesor me bajó puntos y me hizo hacer planas de comportamiento, pero nada de eso me quitó la sensación de estar a segundos de estar en el infierno, las palabras de Cassian (o más bien de su lobo) no dejaban de repetirse en mi cabeza, me estaban carcomiendo y cuando llegué a casa Dante no estaba.

Se sentía como aquella vez y tenía miedo que ocurra lo que aquella vez, pero esa noche Cassian no llegó a dormir, ni en la siguiente ni en toda una semana.

Janneth.