Capítulo 8.

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Message from the stars.

Nadie le defendió, los ematomas en el cuerpo de Hanagaki seguían en su mente, los amigos que tanto apreciaba incluso se habían puesto en su contra

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Nadie le defendió, los ematomas en el cuerpo de Hanagaki seguían en su mente, los amigos que tanto apreciaba incluso se habían puesto en su contra.

Él solo estaba enamorado ¿por qué no podían entenderlo?.

Esa puta de Takemichi solo interferia en su felicidad con su rey.
Entonces su lógica hizo "click" cuándo observó detenidamente la rota mirada de su preciado "rey".

"Está roto"

Su cuerpo se tensó, su respiración se entrecortó y por primera vez en mucho tiempo sintió pánico, el mismo pánico de cuándo era regañado por su hermano mayor, era ese sentimiento de que había hecho algo irremediablemente malo y no podría conseguir su perdón, ni siquiera consiguiendo todos los buenos méritos del universo.

Manjiro, su rey, su amor, el amor de su vida aquél humano que pintaba de colores su mundo... Le odiaba.

No puedes revivir a un muerto, no puedes retroceder en el tiempo, asume la culpa y muere de rabia.
Eres una rata maldita y te vas a pudrir en prisión, solo, sin amigos, sin amor ni familia porque todos te odian, eres desagradable, la peste mayor.

No mereces clemencia.

—Mikey.

—Ojalá te violen en la cárcel y luego te maten.

Podía recibir insultos de cualquiera, pero no de Manjiro, no de su adoración.

Duele.

Manjiro, duele.

Su niño, su corazón, su vida.

Mikey, duele.

—¡MIKEY!. - Sanzu corrió, quiso seguirle pero los oficiales y las barras de la celda se lo impidieron.

Solo pudo sentir como el rubio le decía "jodete" con la mirada y luego se iba, para nunca volverlo a ver.

Sanzu se iba a pudrir solo, en prisión.

Y a su rey no le iba a importar.

Ese era su castigo por haber hecho algo muy malo.

Tal vez, en otra situación... Quizá se habría llevado bien con Takemichi.

Pero no lo sabemos, porque lo mató.

S E X Y H I PS Where stories live. Discover now