VII

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Llegaron al número 4 de Privet Drive y, para sorpresa de Severus, los Dursley no estaban en casa, aparentemente, se habían mudado a algún lugar remoto de Londres.

Harry se sentía algo incómodo por volver a saques casa y revivir todos los recuerdos que había guardado, pero basto con una pequeña palmada en la cabeza por parte de Severus para que la seguridad volviera a su cuerpo.

Y luego estaba Lucius que no paraba de gritarle a Severus que ese lugar no era digno ni de una mosca.

-Como se te ocurre venir a este lugar de... ¡Muggles!, tanto te costaba conseguir un lugar mejor...

-Bueno, me tomaría el tiempo de explicarte la razón por la cual decidí venir a esta casa y no a la mia pero... Has sido una mierda conmigo así que no lo haré.

El hombre se sentó en el sofá rechineante mientras veía con una mirada de satisfacción al Rubió, quien no quería ni moverse de donde estaba parado.

Aparentemente Draco aún no se comportaba como su padre, y toqueteaba todo mientras Harry lo seguía tímidamente.

-Sabes que... Este lugar podrá ser algo Inadecuado para alguien de mi clase, pero no voy a perder los privilegios por los que tanto luche.

Severus soltó una carcajada mientras miraba a Lucius, que veía con horror como su hijo tocaba el barandal de la escalera lleno de suciedad muggle.

-Es mejor que nos instalamos, ¿No crees? Rubiecita.

Lucius por fin se digno a moverse por la casa, Severus se había levantado del sofa y había ido a la planta de arriba.

Mientras el rubio miraba de reojo cada cosa de la casa, un crack le hizo volver la vista para encontrar a Dobby, quien se inclinaba exageradamente ante su amo.

-¿Como esta Narcisa?

Lucius no sabía nada de su esposa desde que escalaron de los mortífagos,su pero terrible era que la hubieran capturado y la tuvieran amenazada, pero en el momento del ataque era más importante la seguridad de el y su hijo que la de ella.

Podría quererla con toda su alma y corazón, pero siempre velaría por la seguridad de Draco y el antes que la de ella.

El elfo miro a su amo un momento y con vos temblorosa contesto.

-La ama Narcisa se encuentra bien, sigue en la mansión.

Lucius miro con severidad a Dobby antes de hablar con un tono frío y silencioso, era casi un susurro claro para los oídos del elfo.

-Dime, Dobby ¿Como va a estar bien mi esposa si los mortífagos aún pueden seguir en la mansión?

El elfo trago duro pero no soporto la vista del rubio.

-La señora Malfoy ha sido quien llamó a los mortífagos para capturar al joven Potter, amo.

Lucius quedo mudó un momento y volvió la vista hacia el frente, para encontrar la cara sin expresión alguna de Severus, quien probablemente había escuchado solo la última parte de la conversación.

-Esa mujer hizo ¡¿QUE?!

El grito atrajo a los dos pequeños, quienes se asomaban escondidos por el barandal de las escaleras.

Dobby chillona y desapareció repentinamente, Severus estaba en cólera y Lucius no tenía palabras.

Los dos hombres fijaron su vista en los pequeños cuando se escucho el crujir de la madera por sus pisadas, y Severus volvió a adoptar su expresión serena, pero sin con el ceño fruncido.

Los dos contra el mundo ~Severitus~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora