Capítulo 17

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Narra Lucía.

Alex se precipitaba hacia mí. Sus ojos, generalmente de un azul oscuro, auguraban tormenta. Las venas del cuello se le marcaban de una forma exagerada y su piel, en lugar de bronceada, parecía achicharrada por el sol, de lo roja que estaba.

-¡¿Has matado a mi madre?! - al gritar escupió saliva, salpicándome el moflete derecho.

-¡Claro que...! - no llegué a decir el "no" cuando un bofetón me cruzó la cara.

Noté instantáneamente el terror en sus ojos, pero se recompuso sobre la marcha con un gesto que parecía decir que me merecía ese y muchos más.

-¿Qué haces? - la mejilla izquierda me ardía y no alcanzaba a calmarme con mis propias manos, porque las seguía teniendo amarradas entre sí.

-Después de todo lo que he hecho por ti... De las veces que he dado la cara, de defenderte cuando la gente decía que no eras más que chusma... para que al final, todos tuviesen razón.

Las palabras dolían casi más que el golpe.

-Alex yo no he sido... jamás mataría a tu madre... - necesitaba justificarme y no sabía ni por qué.

-No eres más que un reflejo de lo que eras antes: una niñata acomplejada que busca que la quieran otros porque ella no sabe quererse. Pues, te lo adelanto: nadie te va a querer.

A medida hablaba se acercaba de nuevo a mí.

Me agarró los cachetes con su mano, elevando mi cabeza para asentar el golpe mirándome a los ojos.

-Todos de van a usar por lo que eres, un cuerpo y una cara bonita.

Entornó los ojos.

-Y ni siquiera eso es suficiente.

Se acercó a mi oreja y susurró las palabras que más me hubiesen roto por dentro, si lo hubiera reconocido en esa ocasión.

-Por supuesto que me la follé. Con mucho gusto. Y lo repetiría mil veces.

Sentí como me atravesaba el corazón figuradamente una y otra vez mientras daba explicación a mi evidente inseguridad durante la adolescencia y juventud temprana.

Era de suponer que los cuernos no habían sido cosa de uno, pero las circunstancias fueron tan terribles...

Me dedicó la peor mirada que podía dirigirme en ese momento y, para mi sorpresa, no fue de odio. Una chispa encendió sus ojos a la vez que dejaba de mirarme a la cara, para descender unos centímetros.

-Y, sin embargo... - con la fuerza de sus manos rasgó la camiseta negra que suponía la única prenda de ropa que me protegía.

Entré en pánico cuando entendí su motivación.

-Alex. Para.

Me alejé hacia atrás con las piernas temblorosas.

-Para.

-Me lo debes.

-No te debo nada.

-Por matar a mi madre.

-Alex no he sido...

-Mientes.

-Alex... - choqué contra la pared.

Apretó la mandíbula y curvó el gesto en una sonrisa que en algún momento me pareció atractiva pero ahora únicamente me daban ganas de vomitar.

Alcanzó mis manos y las sujetó en alto, apoyadas contra la fría pared de piedra de la mazmorra.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Oct 28, 2023 ⏰

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