Capítulo 24.

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Narrador omnisciente.

"¡Joder, sueltame maldito marine!" Gritó la chica con desesperación mientras miraba el gas detrás de ella.

"¡Quiero vivir, ayúdame!"

"¡Me importa una mierda, yo también quiero hacerlo!" Espetó mientras usaba su habilidad en él sin piedad y este caía inconsciente. Tan pronto como se liberó del agarre miró solamente frente suyo, la puerta estaba por cerrarse y había marines bloqueando el espacio restante para evitar que Tashigi saliera por el resto de G-5.

Sus nakamas, quienes se dieron cuenta de inmediato de su ausencia gracias a Zoro, gritaban ansiosos su nombre con miradas nerviosas.

Ella era atlética, sí, podía correr y esquivar obstáculos rápidamente, pero tampoco era un superhéroe y aquella perdida de tiempo le estaba costando su vida. No era mucha distancia, pero la puerta enfrente cerraba a paso continuo y fue cuando vio que su cuerpo no cabría por la abertura que dejó de correr.

Ya no eran los miembros de la marine frente a la puerta, eran sus nakamas los que estaban siendo detenidos para intentar rescatarla.

Ella buscó algo en sus bolsillos y sonrió, pero esta sonrisa se desvaneció cuando vió la cara de dolor en el peliverde mientras extendía su brazo. "¡No destruyan la puerta!" Gritó ella por último.

Las puertas cerraron. El espacio pareció silencioso por un momento, pero los lloriqueos de Tashigi por sus compañeros lo rompió. Los mugiwara se quedaron viendo la pared ahora cerrada y lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Nami.

"¿Ella de verdad-?"

"No." Espetó Zoro alzando la voz. "Ella estará bien, no morirá tan fácilmente."

Sanji asintió de acuerdo mientras que los otros comenzaban a estar de acuerdo con él. No era falsa esperanza, era confianza genuina en ella y en qué se las arreglaría de algún modo.

"Tienes razón, ella sonrió con confianza cuando dijo aquello. Seguro ya está buscando una forma de salir."

Todos, aún con nervios en ellos, continuaron con su camino montados en la espalda de Barbamarrón, quien no estaba muy contento con la situación.

De un momento a otro Sanji saltó y corrió en la dirección en la que venían, estaban por detenerlo pensando que iría a destruir la puerta, pero negó con la cabeza. "¡Confío en Umiko-chan! ¡En esta ocasión me necesita otra señorita!"

Poco después de separarse, el pitido que anunciaba el cierre de otra puerta comenzó a sonar. "Justo cómo pensamos, planeaban hacerlo otra vez. Probablemente ya se haya abierto la puerta contraria."

"¡En ese caso Sanji fue directo al gas! ¡Ah! ¡¿Será que Umiko podrá regresar con nosotros?!"

Los mugiwara siguieron su camino con más ánimos, incluso con un dragón haciendo desastre a sus alrededores, esperando que lo mejor de la situación resultara.

"¡Hey, ese es Chopper en su modo monstruo! " Justo después de esas palabras el médico cambió a su estado normal y fue aplastado por los niños que estaba intentando ayudar, siendo levantado por Nami. Les explicó la situación y estos corrieron tras los menores, al menos hasta que estos se detuvieron al ver a Monet.

Por su lado, Sanji y los miembros de G-5 iban por las escaleras del edificio B, pero comenzaron a tomar otro camino tan pronto vieron que había huecos en las paredes y el gas estaba entrando. "¡No hay ni un maldito momento de descanso!" Reclamó Sanji, harto de no poder descansar de las amenazas.

Mientras que todos los mugiwara tenían sus propios problemas, Luffy se encontraba atascado en lo profundo de un contenedor de chatarra y basura, Law y Smoker peleaban contra Vergo, y de Umiko no se sabía nada.

TERROR || Roronoa ZoroWhere stories live. Discover now