Yo soy un inmortal 『Xiao y Tú』

Capítulo 4 一 ALIVIO

Pov. Xiao

Estaba en el apogeo de mi sentencia, podía tardar horas o días en sufrir esta condena... tirado en el suelo retorciéndome de un dolor asfixiante ... Mi piel ardía como si hubiera entrado a una olla de agua hirviendo, mis lágrimas frías me mantenían algo cuerdo, los gritos de la gente que me recordaban mi duda, el aura negra que me cubría casi como si fueran mis grilletes, mis gritos desgarradores combinados con dolor y tristeza, estaba acostumbrado a estar solo, pero saber sobre la muerte de mi mentor... era doloroso no solo sufría por mi deuda karmica, sino que lloraba por su muerte, ahora estaría completamente solo, los sentimientos que guardaba para mí mismo afloraron en ese momento.

Pronto una brisa fría paso entre mis brazos y piernas, aminorando el ardor que me causaba mi piel, ese dolor se fue aliviando poco a poco, una briza de tonalidades celestes parecía envolverme, ¿Qué era este sentimiento de alivio?... de ¿tranquilidad?, en un momento de lucidez aquella briza que se escapaba... traté de alcanzarla, la briza se extendió por todo mi brazo y se escapó de entre mis dedos perdiéndose en el inmenso espacio de la cueva, mis lágrimas dejaron de caer, sentí paz, mi corazón se tranquilizó, ¿Qué fue aquella sensación?

Pronto la neblina negra se disipó, y las voces se dejaron de escuchar. Como pude me reincorporé, sentándome en el frío suelo de piedra, mire hacia el techo de la cueva buscando algún rastro de aquella briza que logró calmarme, pero no encontré ni el más mínimo rastro, ni su fuente, respire profundamente, el aire era fresco y desde lejos se notaba el anochecer, era tiempo de moverme y seguir con la guardia de esta noche. Me levanté y extrañamente sentía mi cuerpo liviano, algo que no había experimentado en años, busqué a los alrededores de la colina, pero no encontré nada ni nadie, y mucho menos que alguien hubiera pasado por aquí las últimas horas... tal vez fue solo casualidad.

La fría briza de la noche me reconfortaba, decidí caminar un rato, tomando el camino para dirección al Pantano Dihua, el camino fue bastante tranquilo deshacerme de todos esos monstruos corrompidos fue una buena decisión, mi ida a la capital sería menos estresante. Mi llegada a la posada fue silenciosa, ya que la señorita Verr no se encontraba, bajé a la cocina como siempre, y en la mesa había un plato cubierto con otro, junto con una nota, el señor Yanxiao me había dejado la cena como siempre, tomé mi plato y subí a mi cuarto, necesitaba cambiarme de ropa y descansar al menos un momento antes de seguir con mis patrullajes habituales.

La noche pasó como siempre, descansé y desperté, para poder seguir mi patrullaje hasta el amanecer, mi carga Karmica era más ligera y menos dolorosa de sobrellevar, esto no lo sentía desde que Morax me dio mi nombre, me libro temporalmente de aquel dolor que cargaba. Le estoy eternamente agradecido por haberme dado una nueva vida, una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, de tener verdaderamente un propósito y sin cadenas.

Eran las cuatro de la tarde, me vería con los demás adeptus a las 5 de la tarde en una de las entradas de Liyue, estaba de camino a la posada para comer y descansar antes de irme a la ciudad, salte por el balcón de la posada, en cuento alce la mirada pude ver un trozo de tela color celeste y un aura familiar... era una aura elemental que no era fácil de olvidar, me acerque rápidamente al marco de la puerta, pero ya no había nadie, ¿una persona común era tan rápida al caminar?, no lo creo o tal vez... ¿Solo eran espejismos míos?.

Deje eso de lado y me dirigí a la cocina, el chef estaba preparando comida de los huéspedes, en cuanto me vio sabía lo que tenía que hacer, una rutina de todas las tardes que me agradaba hacer, tofu de almendras y una taza de té verde, un momento de paz, claro que todo tenía un fin, después de mi comida, me dispuse a irme directamente a la ciudad, faltaban 15 min antes de las 5, di una última revisión a los alrededores para finalmente irme a la ciudad, en cuento llegue pude ver a la preservadora de las nubes en el puente, me acerque a ella para saber si ya habían llegado los demás