1. Μνημοσύνη

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El sonido del reloj llegó poco a poco a sus oídos. Tic toc tic toc.

Parpadeó varias veces y el sentido de la vista llegó de igual manera, lentamente, después de unos momentos en los cuales su visión se despejó.

Wonwoo miró hacia delante a través de sus gafas. Estaba en el auditorio, presentando un examen. Todos a su alrededor estaban callados, mirando hacia sus laptops con gestos de concentración.

El joven inhaló profundamente y no hubo ningún olor particular que pudiera identificar.

Alguien tosió. A alguien más se le cayó algo al suelo. El profesor estaba más adelante, caminando enfrente, esperando a que los alumnos terminaran el examen que apenas llevaba diez minutos de haber comenzado.

Wonwoo miró su pantalla y le faltaban veinte preguntas de cincuenta. Volvió a parpadear.

De nuevo había sucedido.

Era algo que le ocurría desde que era un niño, pero nunca con la frecuencia desde que había entrado a la universidad.

Un momento estaba en la realidad del mundo frente a él, y en el otro, su mente se apagaba. No era como perder la consciencia y ya, era como caer en un sueño dentro de una visión disruptiva donde Wonwoo parecía viajar a un escenario que siempre se repetía.

Un campo de batalla, con el cielo rojo y el humo calando con fuerza en su nariz. Con los templos destruidos y la muerte de los caídos. Con el horizonte gris oscuro y el sonido del viento soplando con violencia, moviendo las llamas más allá.

Y Wonwoo parecía estar en medio de todo ello, como si sus propios ojos lo vieran en primera persona, ese extraño escenario de una guerra que parecía perdida.

Pero la visión siempre se disipaba y Wonwoo volvía a la realidad, con un mareo ligero y el corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Sin embargo, ya estaba acostumbrado a ignorar aquello, a actuar como si no le sucediera, porque no quería adjudicarlo a alguna enfermedad mental muy extraña y poco común.

No había afectado en su vida de manera relevante, así que era más fácil pretender que esos extraños episodios no importaban.

Siguió contestando su examen.

Pasaron unos diez minutos más y lo acabó, guardando las respuestas y esperando a que se subiera el examen para poderse retirar.

Vio el aviso en verde en su pantalla y tomó su laptop, sacando su gafete de estudiante como identificación para mostrársela a su profesor. Se movió por los asientos del auditorio y luego bajó las escaleras para indicar que había terminado el examen.

Había sido el primero en acabar, así que el profesor se acercó a él y le mostró su identificación. El profesor Choi alternó su mirada entre la foto y su rostro y asintió.

—Muy bien, Jeon, éxito.

—Gracias —dijo Wonwoo, y se acercó a tomar su mochila de entre las otras que habían acomodado sus compañeros en la parte de enfrente. Cruzó la correa por su pecho y caminó hacia afuera del auditorio, sin notar que su profesor lo miró fijamente hasta que salió del lugar.


[ 𝐢𝐚𝐦 𝐚𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐯𝐢𝐫𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢 ]


—El tiempo llegará y tendremos que despertar y recordar todo de nuevo, no podemos seguir en este letargo.

Su voz resonó en el amplio espacio de la Sala Acheronte, del museo de arte dentro de la Universidad de Yabbay.

En esa área se encontraban las esculturas del periodo grecorromano, con sus formas tan elegantes y místicas que hablaban de un pasado que parecía lejano y aún así, se podía recordar como el mismo ayer.

Aegis (SEVENTEEN)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant