Beggin | Kazuxiao. [4NEMO] [HIATUS]

O7

«Voy a volver al 505, esperando que estés sentado esperándome»

Kazuha entró distraído a su departamento, se quitó los zapatos en la entrada, cerró la puerta con el pie y con una extraña maniobra le puso seguro. Las bolsas del mercado pesaban más de lo que él había creído, incluso casi se cae de la bicicleta en una ocasión. La televisión estaba encendida, habían pasado tres semanas de su encuentro con sus ex compañeros de grupo. Y 4NEMO ya había regresado con un single, sin importarle la cantidad de impresiones que había causado la presencia del ex bajista en el escenario aquel día.

El albino dejó las bolsas caer a la mesada de la cocina, posteriormente de haberle subido el volumen al televisor. Y tal como Xiao había dicho, Kazuha seguía su vida tranquilamente, aunque ahora, con más paz, y el chico estaba secretamente agradecido por eso.

Sacó una tabla de madera detrás de la botella de cristal del aceite, colocó la tabla de picar en la mesada con su diestra mientras que su zurda corría las bolsas que él mismo había puesto ahí. Desde ese lugar tenía un buen panorama al plasma atornillado a la pared, el cual estaba un poco volteado hacia el arco de la cocina.

Le quitó las capas de cáscara ligera a las cebollas y una vez le pareció suficiente partió a ambas por la mitad con la cuchilla. El noticiero habla del regreso de 4NEMO como loros. Las cebollas fueron cortadas en pequeños y prácticamente perfectos cuadraditos las cuales fueron echadas a una olla con aceite caliente sobre el fuego.

—¡El regreso de 4NEMO causa furor después de su encuentro con su ex amigo y bajista, Kaedehara Kazuha! —anunció el presentador del noticiero. Kazuha rotaba los trozos de cebolla con una cuchara de madera a la espera de que se doraran —la canción con la que el grupo volvió fue llamada '505' y Xiao, el guitarrista principal es quien la interpreta, ahora mismo tendrán el placer de escucharla.

Kazuha buscó entre las bolsas el puré de tomate de la cual, él estaba seguro que había comprado. Y así era, estaba escondido estratégicamente detrás del paquete de pasta y la baguette. Kazuha amaba las baguette, aunque el sentía que cada año las hacían más flacas. La botella de puré de tomate procesado fue abierta con ayuda del abridor de cervaza, puesto que ambas tapas eran iguales. De fondo, el single de 4NEMO había comenzado a sonar, tal como había dicho el presentador.

—Estoy volviendo al 505, no importa si es un vuelo de siete horas o si me toca manejar cuarenta y cinco minutos, en mi imaginación estas sentado esperándome, con tus manos entre tus rodillas —la voz de Xiao lleno la sala y la cocina, mientras tanto Kazuha echó la salsa junto con las cebollas y se apresuraba a cortar tomates —espera y detente un segundo, oh, cariño, cuando me miras así, dime, ¿qué estas esperando? Y se que aun te amaré con tus manos alrededor de mi cuello, o lo hice la última vez que me fije. Sin huir de la chispa, el cuchillo se retuerce ante el pensamiento de que yo debería estar a la altura de la situación, en el medio de una aventura, es el lugar perfecto para empezar —Kazuha echó los tomates cortados con el resto de la salsa y le espolvoreó un poco de sal, a su vez prendía la otra hornalla para poner el agua de la olla a hervir —estoy volviendo al 505, no me importa si es un vuelo de siete horas o si me toca manejar cuarenta y cinco minutos.

Kazuha también había deseado volver corriendo al 505 muchas veces, aunque odiara admitirlo. Aún recordaba la pequeña sala de estar y como habían logrado amueblar una sola habitación –la cual, era bastante pequeña – para dos personas y la otra dejarla como estudio, para ése entonces 4NEMO no era 4NEMO, solo eran dos universitarios que no pasaban los veinte que deseaban hacerse músicos a toda costa. La pasta fue echada al agua de la olla. Recordaba las noches en vela estudiando arduamente para los finales con Xiao tocando la guitarra acústica desde su cama compartida, porque si, habían intentado hacer una cama marinera pero ninguno era la suficiente bueno en la carpintería y tenían miedo de que la cama se cayera mientras dormían, y también el lugar era demasiado pequeño para dos camas separadas, el placar y el escritorio, así que la cama de una plaza y media fue la mejor opción. Kazuha lo recordaba como si prácticamente no hubiera pasado una década de éso. Tenía buenos recuerdos en aquel pequeño departamento al 505.