𝖎𝖎𝖎.𝖎𝖎 ❝wake up❞

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Al día siguiente, Molly despertó muy temprano a las chicas pues tenían que partir ya a los Mundiales. Al bajar a desayunar, su tío les mostró su "disfraz de muggle". La mayor parte del guardarropa de Kiri era ropa muggle mientras que sus primos también solían usar ropa muggle de vez en cuando por lo que no resultaría muy complicado para los adolescentes aparentar ser muggles. Estaban listos para partir cuando la voz de Molly sobresaltó a todos.

—¡George!.

—¿Qué? —preguntó George, en un tono de inocencia que no engañó a nadie.

—¿Qué tienes en el bolsillo?

—¡Nada!

—¡No me mientas!

Molly apuntó con la varita al bolsillo de George y dijo:

—¡Accio!

Varios objetos pequeños de colores brillantes salieron zumbando del bolsillo de George, que en vano intentó agarrar algunos: se fueron todos volando hasta la mano extendida de Molly.

—¡Les dijimos que los destruyeran! —exclamó, furiosa, sosteniendo en la mano lo que, sin lugar a dudas, eran más caramelos longuilinguos —¡Les dijimos que se deshicieran de todos! ¡Vacíen los bolsillos!.

Fue una escena desagradable. Evidentemente, habían tratado de sacar de la casa, ocultos, tantos caramelos como podían, y Molly tuvo que usar el encantamiento convocador para encontrarlos todos. Los caramelos salieron de los lugares más imprevisibles, incluido el forro de la chaqueta de George, el dobladillo de los vaqueros de Fred y de debajo del cabello de Kiri.

—¡Hemos pasado seis meses desarrollándolos! —le gritó Fred a su madre, cuando ella los tiró —¡Kiri tuvo que leer muchos libros sobre pociones para conseguir la velocidad de crecimiento perfecta!

—Tampoco tuve que leer tanto —susurro Kiri sonriendo jactante por lo bajo.

—¡Una bonita manera de pasar seis meses!¡No me extraña que no tuvieran mejores notas! —Molly regaño a los gemelos —¡Y encima arrastran a su prima en todo esto! ¡Deberían ser un buen ejemplo!

—¡Kas tiene más primos para que le den un buen ejemplo! ¡Nosotros le damos diversión!

El ambiente estaba tenso cuando se despidieron. Molly aún tenía el entrecejo fruncido cuando besó en la mejilla a su marido, aunque no tanto como los gemelos, que se pusieron las mochilas a la espalda y salieron sin dirigir ni una palabra a su madre.

Hacía fresco y todavía brillaba la luna. Sólo un pálido resplandor a su derecha, indicaba que el amanecer se hallaba próximo. Caminaron un rato mas. Tras una breve explicación de lo que era un traslador y varios tropezones de Arthur por el bosque, llegaron a su destino. La cima de la colina de Stoatshead. Kiri estaba exhausta, su cabello lucía desaliñado y respiraba con dificultad al llegar a la cima. No solía ejercitarse, lo más que hacia era correr tras Ares de vez en cuando. Fugazmente se imagino a su can corriendo por el bosque, una sonrisa se dibujo en su rostro. Desde que Remus se lo entrego nunca habían pasado mucho tiempo separados. Está vez, Molly lo cuidaría pues no estaba segura de poder llevarlo a aquel lugar repleto de extraños.

—Ahora sólo falta el traslador —dijo Arthur volviendo a ponerse las gafas y buscando a su alrededor —No será grande… Vamos…

Se desperdigaron para buscar. Kiri caminó un poco dirigiéndose a un árbol torcido. Harry caminó tras ella.

—Hola —saludo por primera vez en el día.

Kiri le sonrió.

—Hola.

—¿Cómo estuvieron tus vacaciones?

—Muy bien —respondió ella —recibí muchas cartas de Remus y le enseñe a Ares algunos trucos.

𝐿𝑎 𝑁𝑖𝑛̃𝑎 𝐷𝑒 𝐿𝑎 𝑇𝑟𝑎𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛 𓆙 ᵈʳᵃᶜᵒ ˡ. ᵐᵃˡᶠᵒʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora