𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 04

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-¡Uno! --contó el omega que yacía sentado en su
espalda mientras hace ejercicio, dándole supuestos ánimos- ¡Vamos Eddie! ¡Dos! ¡Sigue,
sigue! ¡Tre-!

-¡Bájate de encima mio estúpido mocoso roba
amigos!

Will hizo un puchero en sus labios, bajando
de la espalda de Eddie. El omega había llegado
de "sorpresa" al hogar del alfa, aunque, Eddie
sabía más que nadie que fue Mike el bocotas
que se asomaba en esa llegada impensada. Sí, por si se lo preguntan, a el le causa repelús la presencia de Will por meramente tratarse del novio de su amigo y la principal razón del porqué Mike ya no le presta atención a él.

Estaba a unas horas para la cita con Steve y
Eddie decidió ejercitar un poco para liberar
estrés, pero por alguna razón Will se subió
a su espalda a la hora de que se puso a practicar
planchas, el omega creando un estilo de barra y
cualquier ajetreo de palabras absurdas. Bufó, él no pesaba mucho ya que era pequeñito y liviano, pero de todas formas le perturbaba que haga eso, peor por su humor negativo.

-Yo solo quería ayudarte, Eddie... -dijo
Will con un hilo de voz y sus ojos aguándose,
a él no le gustaba que le gritaran, mucho menos
que lo llamen mocoso roba amigos, le ponía triste
a él y a su lobito, que en estos momentos soltaba
feromonas decaídas.

No dijo nada. Ciertamente, Eddie Munson no
era cruel, él era un alfa muy fácil de persuadir, y
estuvo a punto de ir a pedirle disculpas a Will
porque juró ver sus labios temblar en un tierno
mohín, a no ser de la aparición de Mike con
vasos con té de limón en una bandeja, pateando
más sus leves celos de amigo una vez más.

-Ya, Will, ven aquí- Mike llegó dejando
la bandeja en la mesa color caoba de al lado,
abriendo en grande sus brazos, listo recibir a su
lindo omega triste y salvarlo de ese incómodo
momento–. Yo te abrazo, bebé precioso. Si quieres, hago planchas contigo en mi encima.-

Tonto Mike ¡Ya date cuenta que ese mocoso sólo
quiere molestarme! Pensó Eddie de manera
fugaz vislumbrando como los ojitos del omega
se abrieron desmesuradamente, corriendo a
esconderse en el cuello de su alfa, alfa quien
lanzaba feromonas que derrochaban nada más que protección y calma hacia su alterado lobo, y claro, alistándose para el calvario de tener a su omega encima suyo mientras hace planchas.

-Pff, dramático -murmuró Eddie, cruzándose
de brazos. A veces recurría a tener la necesidad de que lo protegen a él, no a ese omega estúpido que solo sirve para llorar y hacerse la víctima.

¡Bingo! Es por eso que obtiene nervios en su
primera cita, Eddie Munson no era un alfa normal, no, él era muy pueril, dramático, alguien juguetón que le erncanta que todo sea para el. Bien, algo egoísta ¡Pero eso que importa! Se supone que Steve debe amarlo así, con todas sus virtudes (ya que él creía que eso era una muy honorable virtud). Pero aún así, le preocupa el hecho de que Steve no lo acepte por ser algo especial.

Sabía de antemano que Steve Harrington de igual
forma no era un omega muy.. omega. No era
demostrativo, sólo cuando estaban a solas, no
obstante, casi ya ni les alcazaba el tiempo de
compartir momentos gracias a los entrenamientos de Eddie y más por el cargo de Steve como dar tutorías hacia los reprobados, todo un escenario de película para él.

-¡Mira, mira, Eddie! ¡Mike es más
fuerte que tú porque él puede hacer planchas
mientras me carga en su espaldita!-chilló
Will sacándole la lengua desde su estancia con
un Mike a punto de desvanecer de la faz de la Tierra por romperse los huesos de la columna.
Como lo odiaba.

Pero bueno, ahora debía alistarse e intentar lo más normal en su cita ¿qué podría salir mal?

[...]

-Perdón por la demora, Steve, osito, tuve una
contusión cerebral psicológica -Eddie se armó
de valor en decir tremenda frase el momento en
que llegó en la entrada del supuesto hogar de su
omega aunque este aún no salga, pero al menos
andaba practicando el inicio de su cita. Suspiró
derrotado. ¡Yah, Edd! ¡Va a pensar que eres un
tonto muy tonto!.

El alfa recostó su cabeza en la puerta con la
naricita fruncida, mientras cruzaba de brazos,
fingiendo enojo. Si seguía así, esta cita se iba
arruinar por su agrio aroma ¡Y eso que aun llevaban una semana saliendo! ¿¡Cómo se supone
que no sepa actuar frente a una cita si es lo más
sutil del mundo!? Ser un manojo de nervios cada
vez que ve a Steve cerca apesta, pero a la vez es
bonito, en sus propias palabras.

Primera cita. Su lobo inmediatamente le remarcó
aquel detalle tan... tan deprimente. Es la verdad
despues de todo, era la primera cita de Eddie Munson. El alfa popular jamás de los jamases
había tenido una cita, y eso era meramente porque siempre esperó a su omega destinado. Sus amigos decían que era un aburrido al hacer eso, pero para él era lindo y romántico que tu destinado sea el que te quite tu primera vez en todo.

-Querida Luna, espero que todo salga bien-dijo
Eddie cerrando sus ojos con fuerza y las manos
juntas, rogando y pidiendo clemencia -Quiero
ser un buen alfa para Steve y que él me
quiera muuucho, tanto que su corazón explote al
verme Como él hace explotar el mío! ¡Ah, ah!
-recordó dando saltos - Tambien quiero que le
guste como me vestí y... Uh, ya extraño mucho a
Steve.-

Y de pronto, como si lo hubiera invocado, la puerta se abrió.

¡𝑆𝑜𝑦 𝑡𝑢 𝑜𝑚𝑒𝑔𝑎, 𝐼𝑑𝑖𝑜𝑡𝑎!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora