Amor Y Sufrimiento (Parte 2)

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Puede que la historia esté siendo un tanto lenta, tengan paciencia, en este capítulo habrá algo de sufrimiento pero también se viene lo sabroson xdxd.

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- ¿Dónde carajos estabas a estas horas de la noche? - reconocio esa voz inmediatamente, era su padre, en ese momento se sintió tan intimidada y con mucho miedo de lo que su padre podría hacerle.

-Yo-yo... Salí a bailar con unas amigas... - respondió Nat con la cabeza mirando al piso.

- Te he dicho de todas las formas posible que no me gusta que salgas a estas horas con quien sabe quien a estar de desvergonzada y mira nada mas esa ropa que cargas, exhibiendote ante cualquiera - gritó su padre furioso.

Pará mala suerte de Nat ese día su padre llegó de muy mal humor, debido a que el negocio que llevaba meses trabajando salió de la peor forma posible, juntando eso con el acontecimiento de esa noche, su padre empezó a desquitar todo con ella.

- Pero sólo salimos a bailar, nada fuera de lo normal padre - dijo entre sollozos.

- Es que acaso quieres que todo mundo esté detrás tuyo y descubran tu anormalidad ¿eh? - seguía gritando su padre hecho una furia.

-Yo-yo... - Nat no supo cómo responder a eso, se sentía tan indefensa en ese momento.

- Eso es lo que estás buscas, pero te voy a enseñar a no desobedecerme, aunque ya seas mayor de edad, sigues bajo mi techo y vives de mi dinero, así que, por lo menos espero que obedezca lo que se te dice - siguió su padre cegado por la furia que cargaba desde la mañana.

Nat sabía lo que venía, lloraba de miedo no quería que su padre volviera a golpearla nuevamente, no quería más cicatrices en su piel. Su padre sacó el cinturon del pantalón, lo dobló a la mitad y se acercó a ella, tirándola al suelo, la colocó de espaldas a él en las escaleras y comenzó el martirio, uno, dos, tres... Perdió la cuenta después de un rato, los segundos se hacían eternos para Nat.

En cuanto su padre se detuvo, sólo se escuchaba el llanto de la pobre estudiante que seguía aconchada en las escaleras.

- Ojala eso te enseñe a no romper las reglas - dijo por último su padre en dirección a su oficina.

En cuanto su padre se retiro, Aria salió de su habitación y se dirigió hacia Nat para ayudarle a levantarse y llevarla a su habitación. No sabía que decir en aquella situación, después de todo era la primera vez que presencia tal acto, ya que desde que se casó con Javier, solo había presenciado regaños exagerados por situaciones tan irrelevantes para ella.

Por otro lado, Javier en su oficina, tomó una copa de whisky, se dio cuenta que había descargado todo su estrés y frustración en su hija, que no merecia tal atrocidad, pero nada podía hacer ya, se dirigio a su escritorio y tomó asiento, ya libre de todo coraje veía con más claridad lo mal que había actuado, después de todo Nat no había hecho nada malo, salir a bailar no era un pecado.

En la habitación, Aria ayudaba a la joven a quitar su vestido, quedó horrorizada al ver tanta cicatrices y tan abominable golpes, su espalda estaba roja y algunos de los golpes tenían sangre, en ese momento se sintió asqueada de aquel hombre con el que se había casado.

Acosto a la joven boca abajo en su cama, se levanto y entró a su baño en busca de alguna toalla y agua para limpiar sus heridas, mientras Nat solo sollozaba y se maldijo por ser como era, si tan solo hubiera nacido como cualquier mujer, su madre no la habria abandonado y su padre no la trataría de tal manera.

En cuanto su madrastra regresó junto a ella, se sentó en la orilla y comenzo a limpiar la espalda de la joven, Nat estaba acostumbrada a esa sensación de ardor que ni se inmutaba mientras pasaba el paño húmedo por su espalda, Aria siguió limpiando y la joven estaba agotada así que sin más se quedó dormida. Antes de dejarla sola coloco una pomada sobre su espalda para evitar que se inflamara y doliera mucho al siguiente día.

One Shots (Serie de historias cortas) Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon