009, La voz de un ángel

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Una vez eso paso, entraron en silencio siguiéndolo y el comenzó a enumerar las reglas.

—No lo asusten—hablo—No lo toquen. No le den ninguna cosa. Quédense a metro y medio de la reja en todo momento. ¿Si les quedó claro?

—Si... —susurro Annie, mirando en las otras celdas de los pacientes.

Llegaron a la última y supuestamente más peligrosa. Donde Víctor Creel se encontraba.

— ¡Víctor! —exclamo el guardia— Hoy es tu día de suerte. Tienes visitas—volteo a verlas—Y son bonitas.

— ¿Mhm? —Annie dio un paso hacia el totalmente desacuerdo con su comentario, de la forma en que lo dijo y hasta la mirada que les había mandado.

Robin tomo a Annie y le hizo una seña de se mantuviera en su lugar, simplemente ignorando lo que él hombre había dicho.

El chirrido de Víctor raspando sus desgastadas uñas en la mesa era lo único que podía escucharse.

El guardia comenzó a irse, advirtiendoles que seguramente Víctor estaría de mal humor.

Nancy fue la primera en tomar la palabra, — ¿Víctor? Me llamo Nancy. Nancy Wheeler. Y ellas son...

—Robin Buckley—se presento la rubia.

—Annie Murphy—murmuro.

Raspó las uñas con más fuerza, demostrando que no estaba contento con la presencia de ellas allí.

—Tenemos unas preguntas...

Las interrumpió, —No hablo con reporteros. Hatch lo sabe.

Nancy negó, dando un paso más cerca de las rejas de la celda.

—No somos reporteras—las chicas también tuvieron que acercarse—Vinimos porque... te creemos. Y porque te necesitamos.

Annie trago saliva y hablo, —Lo que mato a tu familia... creemos que ha vuelto.

El chirrido de las uñas se detuvo y el paciente se giro lentamente, dejando a la vista su demacrado rostro ante ellas. Ambas tuvieron que inclinarse levemente hacia atrás, sorprendidas por el daño en los ojos del hombre.
Tardaron un poco hasta que el ambiente se volvió menos denso y Nancy volvió a hablar.

—Cuando ataca, una amiga lo describió cómo un trance. Cómo una pesadilla. Por eso creemos que ella es la siguiente—el señor Creel frotaba sus manos con rudeza, escuchando atentamente las palabras de Wheeler— ¿Algo de lo que acabamos de decir se parece a lo que le pasó a tu familia? Víctor, se que es difícil...

Él interrumpió, — ¡No saben nada!

Ann y Robin fruncieron el ceño, miraron a Nancy y luego volvieron a mirar al hombre.

—Es cierto—acepto—No sabemos. Por eso estamos aquí—se acercó más—Para aprender, para entender.

Robin siguió, —Tenemos que saber cómo sobreviviste.

Víctor soltó una risa amarga y se levantó de su asiento.

—Sobrevivir... ¿Así le llaman a esto? —se señaló— ¿Creen que yo sobreviví? —se acercó y se cruzó de brazos—No, la verdad... yo sigo atrapado en el maldito infierno.

Las chicas dieron un paso atrás, pero aún mantuvieron la mirada en él.

Luego la historia de los Creel comenzó:

—Habia vuelto de la guerra hacia catorce años—contó—Un tío abuelo murió y nos dejó una buena suma que alcanzó para una nueva casa, una nueva vida. Era una magnifica casa. Alice dijo que parecia salida de un cuento de hadas.

𝗗𝗢 𝗡𝗢𝗧 𝗛𝗔𝗧𝗘 𝗠𝗘; nancy wheelerTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang