Misión: Malentendidos

2 Segunda 'Cita'

Kamui Woods - "Muy bien par de tórtolos, debemos aprovechar a que el artículo se acaba de publicar, vayan por ahí, diviértanse, tienen el resto de la tarde libre"

Denki - "¿En serio?" =_= "¿No nos estás engañando verdad?"

Kamui Woods - "¿Cuándo los eh tratado así?"

Ibara - "Cuando nos dijiste que nos podíamos ir temprano y luego, cuando nos tratamos de ir, nos gritaste y dijiste que no deberíamos pensar que podríamos escapar del trabajo"

Kamui Woods - "..."

Ibara - "..."

Denki - "..."

Minoru - "...cofirmo"

Hanta - "Confirmo"

Mount Lady - "Confirmo"

Edgeshot - "Eso sí fue algo que hiciste"

Kamui Woods - Suspira "Eso era para enseñarles una lección sobre el trabajo duro, ésto" choca sus palmas "ésto es para la misión, así que pueden estar seguros"

Denki - "...muy bien, si usted lo dice" agarra las mochilas de él e Ibara, luego extiende la mano con la que agarró la mochila de Shiozaki hacia ella, ofreciéndosela, luego pone su sonrisa entre jugetona y coqueta que lo caracteriza "¿Nos vamos?"

Ibara - "Ehh, sí" dice un poco avergonzada

Ambos aspirantes a héroe salen de la agencia dónde hacen sus pasantías y empiezan a caminar por la calle.

Ibara - "Ya que yo elegí el lugar de nuestra primeraaaa...."

Denki - "Salida" dice al notar que la az de la clase B se veía incómoda.

Ibara - "Sí, salida" mira hacia abajo y a la derecha, la dirección opuesta de la que se encuentra el usuario de electricidad "¿De verdad estás bien con ésto?"

Denki - "¿A qué te refieres?" pregunta genuinamente confundido.

Ibara - "Es que los chicos en la escuela pueden... ser influenciados, por el artículo y... por lo que las personas que nos vean piensen" se detiene, suspira y mira directamente a Kaminari "sé que te gustaría tener una pareja, y no me gustaría interferir en ello, y aún si les explicamos la misión cuando ya se halla termiando, sé que las personas pueden ser necias y no entender que-" un dedo índice se coloca justo enfrente de su cara, la yema a 15 milímetros de su nariz, se quedó allí por un segundo, lo suficiente cómo para que la sorpresa la detenga, pero no lo suficiente cómo para que pueda reprochar, luego se movió y jugetonamente tocó la punta de su nariz por un instante antes de alejarse y quedar algo más lejos de dónde estaba.

Shiozaki vió la mano de la que el dedo venía, luego el brazo al que la mano está conectada, luego al cuerpo del que el brazo salía, y por último a la cabeza que estaba pegada al cuerpo, en la cabeza había un rostro que la miraba con una sonrisa tan radiante cómo el sol, de esas que ocupan toda la cara.