𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬, eddie munson

on the prowl

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créditos: mypoisonedvine

"Sal, conejito", arrulló Steve mientras alumbraba con su linterna entre los árboles. "¿Por qué te escondes?"

"Sólo está un poco asustada", explicó Eddie, llamando hacia el bosque mientras continuaba, "¿no es así, conejita? Está bien, no mordemos".

"Habla por ti", rió Steve, y Eddie le dio un empujón en el hombro.

Se movió contra el suelo en el que estaba sentada, tratando de evitar que se le durmiera la pierna, pero se congeló cuando oyó el chasquido de una ramita debajo de usted. "Ohh, ¿has oído eso?" ronroneó Eddie.

"Sí", respiró Steve, "¿eres tú, conejito? Sólo queremos hablar, ¿vale?"

Te cubriste la boca cuando sentiste que el árbol detrás de ti se agitaba. "Esto no va a llevar mucho tiempo, ¿verdad?" Eddie gimió a Steve. Estaba apoyado despreocupadamente en el árbol tras el que te escondías; por supuesto que sí. Cerraste los ojos e intentaste no respirar.

"Sólo sigue buscando, ¿de acuerdo?" contestó Steve. "Va a valer la pena".

"Bueno, ya lo sabía", ronroneó Eddie, "he estado esperando demasiado tiempo para probar ese coñito... ¿qué le vas a hacer, cuando la encontremos?".

"Quiero su boca primero", respondió Steve con seguridad, "ya sabes que las que actúan como si no quisieran se mojan mucho cuando prueban alguna polla".

Eddie se rió de acuerdo.

"¿Y tú?"

"Oh Dios, no sé... por dónde empezar, ¿verdad?" Eddie se rió. "Todo lo que sé es dónde terminar: esas tetas".

"Ahora, no me malinterpretes", contraatacó Steve, "me gusta tu forma de pensar, pero... hombre, he estado esperando para correrme dentro de ella durante semanas. Sin embargo, ella va a tratar de sacarme, así que tienes que ayudarme a mantenerla quieta".

"No creí que necesitaras ayuda para sujetar a una niña, Harrington", se burló Eddie.

"Créeme", le advirtió Steve, "es pequeña, pero es dura. No es que nos vaya a dar muchos problemas, siempre que trabajemos juntos".

"Bien", decidió Eddie. "Oh, por cierto, casi me olvido..."

Hubo un momento de silencio, y arrugaste las cejas mientras esperabas escuchar más de cerca. ¿Por qué habrían dejado de hablar tan repentinamente?

Te inclinaste un poco más hacia el otro lado del árbol -quizás estaban susurrando o algo así- pero lo único que oíste fue el leve crujido de las hojas. Te atreviste a echar un vistazo por encima de tu hombro: tu corazón se detuvo cuando viste la cara de Eddie allí mismo, sonriéndote ampliamente mientras se agachaba en el suelo.

"Boo".

Te levantaste de un salto tan rápido como pudiste, rompiendo a correr; no empezaron a perseguirte de inmediato, te estaban dejando adelantar a propósito, lo sabías... porque si hubiera querido, Eddie podría haberte agarrado del tobillo justo cuando te levantaste y habrías estado acabado.

Eso era lo peor de todo: estaban tan seguros de que te atraparían al final que te dejaban cansar sólo por diversión. Deberías estar agradecido por esa mínima oportunidad... pero en cambio, estabas aterrado por lo peor que te iban a hacer, como castigo por no haberte rendido desde el principio.