18 | 𝓐𝓷𝓰𝓮𝓵

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" Lady Rashta ¿Sucede algo? "

Cuando captó la temerosa voz de Cherry, Rashta abandonó su semblante serio y pensativo para alzar levemente las curvas de sus labios en una risueña sonrisa, con la cual solía escapar de los problemas gracias a la inocencia que emanaba.

" No, a Rashta no le pasa nada. "

Claramente mentía.

La sirvienta correspondió la sonrisa con un suave gesto de cabeza, notándose más tranquila luego de oír a Rashta confirmar su bienestar y siguió con su trabajo de levantar las tazas usadas de la mesita de té.

Muchas cosas habían cambiado.

Como por ejemplo Cherry.

Luego de lo sucedido con la princesa, ella adopto una actitud extremadamente servicial hacia la albina. Al punto en que la propia Rossele se estaba quedando sin tareas para realizar ya que la contraria se desplazaba por los alrededores de Rashta en busca de complacerla en todo. Como si con serle útil estuviera pagando la deuda de haber sido salvada por ella.

El cambio de actitud de la sirvienta fue evidente para todos, menos para la propia Rashta. La cual actuaba como si todo lo que le rodeara fuera insignificante, permanecía volando en las nubes la mayor parte del tiempo, su mirada se perdía en la nada y le costaba seguir el hilo de conversación con todos, incluso con su majestad.

Cerró los ojos con frustración.

Sus emociones y reacciones no iban de al forma que ella quería, provocando se frustrara de todas las formas posibles ante el hecho de que Akela, la persona con la cual había desarrollado cierto afecto al estar prácticamente todos los días juntas, no había mostrado señales de ir a verla.

Rashta había pensado tontamente que la princesa aparecería a primera hora de la mañana para disculparse con ella. Su aroma a pino invadirá la habitación mientras soltaba palabras que la albina creía merecer. Como disculpas por haberle alzado la voz y pensar que estaba bien echar a Cherry.

Pero nada de eso pasó.

Se tranquilizó a ella misma diciendo que quizás venía a la tarde, pero cuando el sol se estaba poniendo empezó a ponerse ansiosa. Al punto en que no pudo servir al emperador y fingió dormir para que esté regrese al palacio.

Era la primera vez que le hacía eso a su majestad desde su nombramiento como concubina, y la culpa carcomio en su pecho al recordar la forma en que el emperador la defendió sin dudar. Grito y proclamó que todo aquel que esparza el rumor de que ella era una esclava fugitiva sufriría grandes consecuencias.

¡Hasta le regaló una hermosa silla a Rashta!

Pero por culpa de las acciones de Akela ella no podía disfrutar por completo la felicidad de ser defendida por su majestad. Incluso estando sentado en la costosa silla giratoria que este le regaló como consuelo por lo sucedido la hacia sentir mal.

Gimoteo como un perro herido y se cubrió el rostro con ambas manos.

¡¿Por que tenía que sentirse mal?! La que estuvo mal fue la princesa. Cherry no merecía ser despedida, la sirvienta valientemente alzó la voz para defenderla de los crueles palabras de la emperatriz.

' ¡Su plan tampoco sirvió! Rashta se mantuvo alejada hasta ayer, y la emperatriz de igual forma la trato mal. '

Cherry se detuvo nuevamente en medio de la limpieza.

" Oh, bienvenida Rossele. "

" ¡! "

Rashta se giró, la recién llegada hizo una breve reverencia. Apesar de que ya le habían dicho que no era necesario.

Serendipia: el caso de la princesa y la amante [ Rashta ]Onde histórias criam vida. Descubra agora