𝑈𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑒𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎

•Capítulo Uno •

Me llamó Scarlett Hevson, tengo 18 años y estoy transitando el último año en la especialización de fotografía en la universidad de Cambridge.

Hoy, 13 de Mayo tenemos una fiesta de bienvenida en el salón principal dónde asignarán los compañeros de habitación.

Me encontraba en mi casa alistándome, había elegido un vestido blanco hasta el piso; con una hermosa caída, Me bañe, me dirigí hacia la peluquería y me hice un lindo y sencillo peinado para luego retomar viaje hacía la universidad.

Cuando llegue, entregue mi invitación y recorrí los pasillos de la universidad hasta llegar al salón principal. Ahí se encontraba mi compañero de curso, Owen, nos conocimos cuando nuestro profesor de fotografía, el señor Gruetth nos puso juntos para hacer un proyecto.

- Hola. - Le dije tras saludarlo amablemente.

- ¿Qué tal?, Te ves preciosa. - Replico tras echar una mirada de arriba a abajo sobre mi cuerpo.

- Sabes, creo que mejor me voy a ir acercando al escenario. - Esto ya me estaba resultando un poco incomodo a decir verdad.

- Te acompaño. - Declaro el, intentando de agarrarme de la cintura y acercarme a el.

- Estoy bien, puedo ir yo sola. - Le exprese intentando de escapar.

- Acérquense al escenario por favor. - Se escucho una voz por el micrófono, captando la atención de la gente.

Todo el publico se acerco y tomo asiento.

- El día de hoy nos encontramos para celebrar la bienvenida a los alumnos que se encuentran cursando su último año en esta institución. A continuación Asignaremos las habitaciones y los mejores promedios. - Anunció el director sacando un pequeño sobre en el cual me imagino que contenía los mejores promedios, a decir verdad yo me venia esforzando demasiado, para llegar a terminar la carrera siendo una de las mejores.

- Asombrosamente tenemos un empate con los mejores promedios. - Comunicó el sorpresivamente.

- ¿Que? - Yo estaba asombrada, nunca antes había pasado esto.

- Se trata de Rhett Washington y Scarlett Hevson, ¡Felicidades!, Ah y casi me olvido, con respecto a las habitaciones les llegara un mail a cada estudiante designando con quien les toca compartir habitación.- Dijo tras cerrar el sobre y bajar del escenario.

- Esto es imposible. ¿Quién es ese tal Rhett Washington? - Le consulte a Owen ya un poco enfadada.

- Es Rhett Washington, un chico alto de 1,85, con pelo negro; corto, tiene ojos color avellana y sobre todo unos brazos fuertes. Probablemente no lo conozcas ya que suele sentarse al fondo y mantiene un perfil bajo. - Dijo él intentando de descubrir por que yo me encontraba tan enfadada por eso.

- ¿Acaso te encuentras celosa porque compartes puesto con alguien más? - Contestó el extrañado de mi actitud.

- Claro que no, eso sería muy egoísta de mi parte. - ¿Acaso me encontraba celosa?, Probablemente sea así.

- Sabes, relájate un poco y vamos a tomar unos tragos, ¿Qué te parece? - Me miró con una cara pícara, poniendo un mechón de mi rojizo cabello detrás de mi oreja.

- ¿Sabes que?, ¡Todo al diablo!, vamos. - Repliqué tras llevármelo del brazo en dirección a la barra.

Luego de un par de tragos, yo ya me sentía lo suficientemente ebria como para que mañana siga recordando lo que suceda esta noche, en cambio, a Owen no parecía afectarle el alcohol consumido.

- Vamos a bailar - Me dijo el, agarrándome de la cintura.

Yo ya me encontraba tan tomada, como para negarme que ya no tenía ni idea de lo que hacía. Nos dirigimos hacia la pista de baile y nos movimos al ritmo del compás.

Owen intento de besarme innumerables veces y yo seguía negándome hasta que de pronto me pego a la pared y me beso. Creo q lo más tonto de la noche fue seguirle el beso, sabiendo que esto no era lo que yo quería.

- Me gustas hace tiempo Scarlett - Dijo tras volver a besarme.

- Tengo muy claras tus intenciones conmigo y déjame decirte que el sentimiento no es recíproco Owen. -

Mis pasos fallaban debido a lo borracha que me encontraba y él continuaba manteniéndome en la pared.

- Por favor suéltame. - Le suplique forcejeando para salir de ahí.

- No me gustas. - Le recordé haciendo que él se enfade y me abofetee.

La gente tras ver esa situación decidió apartarse, hasta que un chico se acercó y me saco de ahí.

El resto, es solo un recuerdo translúcido, no me acuerdo que ocurrió o quien fue el que me salvó.
...

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